ㅤ❪ 𝗦𝗨𝗡𝗙𝗟𝗢𝗪𝗘𝗥.
ㅤ𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒍𝒐𝒗𝒆, etrnaldream.❜❜
El girasol simboliza el amor y la admiración, y eso es todo lo que Harry sentía por Lola Windsor; aún sabiendo que sólo era una alumna... 𝑠𝑢 𝑎𝑙𝑢𝑚𝑛𝑎.
La chica jadeó ante lo último que...
Recorrí los pasillos del castillo como loca, tratando de encontrar a los chicos —en especial a Némesis— por alguna parte.
Pero al no dar con el paradero de ellos, decidí ir directamente a la sala común a la cual llegué en menos de lo esperado, murmurando la contraseña e ingresando apenas la puerta se abrió.
Ignoré cualquier cosa que pudiera estar pasando dentro, y cuando divisé la cabellera negra de la chica corrí en su dirección, inclinándome para susurrar:
—La mamá de Albus está aquí.
Eso la puso en alerta, girándose para verme.
—¿Qué? —frunció el ceño.
Le indiqué con un gesto que me acompañara y yo me adelanté, subiendo los escalones para llegar a lo que era nuestra habitación, abriendo la puerta.
No sabía muy bien qué era lo que me tenía así.
Que ella estuviera aquí.
Que en estos momentos esté junto a Harry.
Que pudiera sospechar de lo de nosotros.
O que uno de ellos había silenciado la oficina.
Al fin y al cabo, legalmente, seguía siendo su esposa pese a la separación que dio término a dicha relación, y eso me preocupaba.
No sabía los sentimientos mutuos que ambos podrían tener.
—¿Cómo que la mamá de Albus está aquí? —preguntó Némesis al entrar, cerrando la puerta.
—Lo que escuchas. Llegó a la oficina de Harry y- y yo estaba ahí y-
—Espera —alzó una mano para silenciarme—, ¿los vio haciendo algo?
Negué.
—No, sólo estábamos bebiendo té y charlando, pero me preocupa que algo pueda generarle sospechas. —gemí de angustia, sentándome en mi cama— Némesis ella... ella se veía tan bonita- es su esposa, ¿qué sentido tiene que él siga conmigo?
Se acercó a mí de inmediato cuando mis manos comenzaron a temblar, sosteniéndolas con cariño.
—Lola, primero debes tranquilizarte. ¿Si? Estar así de nerviosa te va a empeorar hasta afectar incluso tu salud.
Se agachó para quedar casi a mi altura, dejando que sus rodillas se clavaran en el suelo.
—Y segundo, no tendrá ninguna sospecha, menos cuando no hay pruebas de que entre ustedes hay algo. —comentó— Están separados, ella no es su-