El divorcio es la condición

capitulo 5

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No recordaba cómo volvió a la cabaña después de eso.
Cuando recobró el sentido, Rosena ya estaba en una cama dura.

Rosena miró a Yerhan. Sus ojos tranquilos estaban llenos de Rosena incluso más que antes.

Acarició el pelo corto de Rosena.

Él frotó sus labios en su cabello como si no le importara que estuviera empapada y goteando.

Antes de que ella se diera cuenta, sus dedos calientes barrieron la parte posterior de su cuello. Aunque eran dedos con callos por todas partes, eran largos y bonitos.
Los dedos que bajaban por el escote de Rosena, se clavaron en su cuello..

Cuando sus dedos rozaron su piel, Rosena recordó que estaba vestida de hombre.
Se preguntó si debería detenerse ahora, pero sus labios no se movieron.

Sentía que se estaba volviendo loca. Su cuerpo estaba desesperado por este hombre ahora.

No pasó mucho tiempo antes de que todos los botones de Rosena se desprendieran.
El vendaje envuelto alrededor de su pecho fue revelado, pero Yerhan no se sorprendió.

Hábilmente bajó el vendaje, como si ya lo supiera.
El vendaje que estaba presionando contra su pecho cayó al suelo, y su gran pecho se reveló en la habitación en penumbra.
Yerhan besó las mejillas sonrojadas de Rosena.

Parecía ser impulsado por instintos, pero de alguna manera lo hizo con delicadeza.

Suaves labios bajaron por sus mejillas como gotas de lluvia.

Luego chupó suavemente la carne debajo de su suave escote.

El placer se extendió por todo su cuerpo desde la parte donde sus labios se tocaron.
Rosena dejó escapar un débil gemido sin darse cuenta.

Yerhan lo escuchó y buscó en el punto débil de Rosena.
Las marcas rojas se extendieron como si hubiera salpicado pintura sobre la piel blanca de Rosena.

“Liden.”

Susurró con una voz ligeramente ronca. Incluso eso sonaba tan dulce como la fruta prohibida.

Rosena le rascó levemente la espalda con las uñas en lugar de responder.

Luego Yerhan besó varias veces los labios de Rosena.
Actuaba como si no supiera qué hacer con el placer cada vez que Rosena mostraba alguna reacción.

Rosena miró a tal Yerhan. Sus ojos cambiaron después de que su piel se tocara.
Al principio sus ojos eran tan intensos que parecía que iba a quemar todo en el mundo, pero ahora era como una llama refinada.

Mientras actuaba como si toda la luz fuera a dispersarse, Rosena se dejaba llevar constantemente.

Rosena no podía apartar la mirada.

El latido debajo de su pecho se aceleró mucho y corrió hasta la punta de sus dedos.
Incluso pensó que tal vez esto era lo que la gente sentiría cuando se enamorara.

Pero esto no fue un acto por amor.

Sin embargo, todo lo que sabía en este momento era que esto era algo imparable.

Era instinto, y no había nada más importante para ambos ahora que codiciar el uno al otro.

La cintura y las piernas de Rosena comenzaron a levantarse poco a poco. Le susurró, abrazando el calor de las huellas que había tallado.

Su olor se superpuso sobre el cuerpo curvo de Rosena.
Olía como el viento fresco, como la primera vez que lo olió en el bosque.

Las yemas de sus dedos, que habían estado acariciando su esbelta cintura, se levantaron antes de que ella se diera cuenta.