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Cuando James estaba en camino a su casa recibió una llamada de un número desconocido.

—Buenas tardes.— Respondió James esperando una respuesta.

—Hola, ¿Este es el número de Bucky Barnes?

—¿Quien habla?

—Soy Pietro Maximoff, nos hemos visto en la librería unas cuantas veces, te ayude a encontrar las ventajas de ser invisible.

—A ya, hola Pietro, ¿que se te ofrece?

—Steve, Steve rogers tu "amigo" está enfermo y me pidió que le comprara unas pastillas pero no se las podré llevar ni poder ayudarlo y se siente muy muy muy muy mal ni podré estar ahí para cocinarle un caldo ni-

—¿O sea me estás pidiendo si puedo ir a cuidarlo?

—¡Si! Me ayudarías mucho y a él también.

—Oye perdóname Pietro pero número uno: no creo que es lo apropiado pedirle a alguien que apenas conoces que vaya a cuidar a un amigo número dos: no lo voy a cuidar si quieres le compro las pastillas pero podría pedirlas.

—No tiene internet.

—¿No tiene internet?

—Steve no tiene internet en su casa. Pero bueno, gracias Barnes. Te mando las fotos de la pastillas. Byeeee.— Y colgó.

Bucky se subió al coche y fue a la farmacia más cercana que encontró a comprarle las pastillas y un jarabe que Pietro le encargo. Por lo que pudo ver por las etiquetas estaba enfermo de fiebre.

Agarro de paso unos dulces y comida chatarra para comer, y darle a Steve si se le antojaba. Pago y cuando se dio cuenta no tenía la dirección de casa de Steve, sacó su celular y le volvió a marcar a Pietro.

—Hola Barnes.

—¿Me pasas su dirección?

—¿No has ido a su casa todavía?

—Nop. ¿Me pasas su dirección?

—Si, te la mando ahora mismo.— Ahora James colgó.

Después de que Pietro le mandes la ubicación se dio cuenta que no vivía tan lejos de su casa, vivía en un edificio que reconocía a la perfección, era blanco con algunos ladrillos rojos y muchas plantas que adornaban el lugar, un edificio raro por lo que era inolvidable para el.

En camino a casa de Steve escucho música y pocos minutos después llego a su destino. Saco las bolsas del auto y se quedó en la puerta de afuera esperando a que el portero le abriera.

—Buenas tardes, vengo a dejarle unas pastillas a Steve Rogers, vive en el departamento 920 si no me equivoco.

—¿Su nombre es?

—Bucky Barnes.

Bucky vio como se alejaba para marcar al número de la casa de Steve.

—Pase.— Le dijo el portero, Bucky se subió al elevador y presionó el botón para el piso nueve.

Al llegar al departamento de Steve su puerta estaba decorada con un muñeco de nieve y un sombrero de Santa Claus. Un poco nervioso Bucky tocó el timbre y espero a que alguien le abriera. Pocos segundos después un steve pálido y acabado abrió.

—Wow, la pintura blanca tiene más color que tú.

—Que pena.— Dijo Steve y se restregó su mano por la cara.

—Que no te de pena, vine a ser tu enfermero por un día.

Steve en el interior se moría de pena por la idea de que James el famoso y guapo James fuera el que cuidara de él.

—No tienes que ser mi enfermero.— Steve empezó a reírse. —Con que me des las pastillas está bien, ¿cuánto sería por ellas?

—Te las regalo, también compré comida chatarra no se si te gusta o se te antoja.— Dijo levantando las bolsas para que Steve las viera.

—La verdad no se me antoja, aparte estoy intentando seguir una dieta pero como crees que no te las voy a pagar.

—¿No tienes internet?— James pregunto, no podía con la intriga. Steve río y luego empezó a toser.

—No, no tengo internet.

—¿Como por que no tendrías internet?— Pregunto James.

—No lo necesito.

—Si tu dices.— dijo sin estar completamente de acuerdo con la idea de no necesitar internet. —¿me podrías dejar pasar para ser tu enfermero?

—No necesito enfermero.

—Ya estoy aquí, déjame pasar, ándale.— Le dijo James con una gran sonrisa.

—Está bien.— Le dijo steve sin estar tan feliz con la idea. Le abrió la puerta a su departamento y James entró.

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⏰ Last updated: Jan 03 ⏰

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