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Un niño oso de cabellos negros estaba ayudando a su padre a empacar cajas de mudanza, ropa en las maletas y ayudando a mover muebles grandes y pesados, ya que como era un oso, tenía mucha fuerza.

Habían decidido mudarse a otro pueblo ya que el trabajo de su padre era ser un cura, y digamos que la gente no iba mucho a misa.

Su padre de cabellos castaños y que además, era un oso como él, había escuchado sobre un profeta en otro pueblo que buscaba gente para trabajar.

El oso mayor ya había viajado al pueblo con anterioridad para hacer la entrevista de trabajo, y como le habían aceptado, se tenían que mudar.

Al niño no le preocupaba mucho si se tenían que mudar, solo le preocupaba su otro padre de ojos morados, lo iba a extrañar demasiado y, aunque lo irían a visitar en vacaciones o en los fines de semana, al osezno no le agradaba la idea de no ver casi nunca a su padre pelinegro.

-Pa' yo no me quiero mudar ¿Qué va pasar con papá? No lo vamos a ver nunca al boludo ese, lo voy a extrañar.- Dijo el niño dirigiéndose a su padre con un tono molesto, aunque era un poco más maduro que los niños de su edad, el niño de ocho años no podía asimilar el porqué su padre castaño debía alejarse de su otro padre.

Su padre lo miró sorprendido, volteó la mirada con tristeza, podía entender a su hijo, separarse de un padre no era fácil, ni él quería separarse de su marido.

-Pequeño, sé que te sientes triste al separarte de papá Vegetta, yo tampoco quiero irme de su lado, pero lo tenemos que hacer ya que el sueldo de mi trabajo no alcanza para darte una vida bonita. Te prometo que haré lo posible para que vayamos a visitar a tu padre o que él venga a visitarnos para que no estés triste ¿Vale, osito?- El oso mayor se acercó para acariciar los cabellos de su osezno mientras le daba una mirada amorosa y de consuelo.

Las orejas del más pequeño habían bajado al sentir la caricia, aunque a él no le gustaba el contacto físico, sus padres eran la excepción.

-¿Me lo prometés?- Dijo el pelinegro con su característico acento argentino, mientras que en su mirada se mostraba un brillo de esperanza y felicidad.

-Te lo prometo, osito.- El mayor le dio su afirmación aunque ni sabía la forma de hacer lo que le prometió, vería la manera solo para ver a su hijo feliz.

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Ya estaba todo listo para que se muden los dos osos al otro pueblo, no sin antes despedir a su otro padre, quien había venido tan rápido como pudo desde otro estado cuando recibió la llamada de su esposo avisándole que se iban a mudar con su hijo por cuestiones de trabajo a otro pueblo.

Allí estaba la familia despidiéndose con tristeza, el matrimonio estaban abrazados diciéndose lo mucho que se amaban y como se iban a extrañar.

Mientras que el pequeño soltaba gotas saladas de sus ojos viendo la escena que sus padres le estaban enseñando.

Deseando él, tener también una relación así de bonita como la que tenían sus padres, con alguien especial para él cuando sea mayor.

-Pa' ¿Prometés que nos vas a visitar a papá y a mí cuando ya no estemos?- El niño le dijo a su padre ojivioleta con lágrimas en los ojos amenazando con salir, mientras se dirigía a su padre para abrazarlo y esperando ser consolado por él.

-Lo prometo campeón, os visitaré todo lo que pueda, sólo portate bien y ayuda a tu papá si necesita ayuda. ¿Si?- Dijo el ojivioleta mientras acariciaba la espalda y cabello de su hijo en forma de consuelo, al mayor también le era difícil que las dos personas que más amaba en el mundo se fueran de su lado, pero no le quedaba más opción, lo tenía que aceptar aunque no le gustara.

-Sí papá.- El niño miró hacia la ventana y notó que el camión de mudanzas ya estaba casi listo, con tristeza se aferró a su padre y lo abrazó más fuerte, soltando algunas lágrimas que caían en el proceso.

Al padre se le rompía el corazón al ver a su hijo de esa manera, el ojivioleta levantó su mirada hacia su esposo quien miraba la escena con tristeza.

Notó que su esposo estaba haciéndole señas para que llevara a su hijo al carro, ya que el camión los estaba esperando.

Levantó a su hijo en brazos y se dirigió hacia la puerta, cerrando ésta detrás de sí mismo , llevó al infante hacia el carro donde su esposo lo estaba esperando, sentó a su hijo en el asiento delantero y se despidió de él dándole un beso en la frente, el niño lloraba desconsoladamente al ver que el oso mayor había girado las llaves del carro haciendo trabajar al motor del auto, el ojivioleta miraba con cariño al pequeño oso y le dedicó una sonrisa de despedida.

Acto seguido miró a su esposo y ambos hicieron contacto visual, sintiendo la sangre subir a sus mejillas y sintiéndolas calientes mientras más miraba a su esposo, su matrimonio.

-¡Pa' no te vayás! ¡No me dejés solo!- Gritaba el niño por la ventana mientras veía a su padre estando más lejos porque el auto ya estaba marchándose del lugar.

-¡Ya no llores hijo mío! ¡Prometo ir a verte! ¡Ayuda a tu padre si te lo pide! ¡Portate bien y recuerda que te amo!- El mayor trataba de consolar al niño, pero no salió tan bien ya que estaba lejos, y aunque quisiera ir a abrazarlo, lamentablemente ya no lo podría hacer.

El oso mayor miraba por el retrovisor como su marido lo estaba despidiendo con la mano.

Al notar eso, rápidamente lágrimas se estaban asomando haciendo su vista borrosa, dirigió su mano para limpiar las gotas que se desplazaban por sus mejillas, no quería salir en las noticias de accidentes de autos porque su vista estaba borrosa.

El niño, al vivir una escena así, claramente no le iba a gustar el pueblo al que se iba a mudar.

¡Hola soy la autora! Este es mi primer fanfic, no tengo experiencia en este campo y tampoco lo tengo en las portadas, pero quería intentarlo porque me hacía ilusión

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¡Hola soy la autora! Este es mi primer fanfic, no tengo experiencia en este campo y tampoco lo tengo en las portadas, pero quería intentarlo porque me hacía ilusión.

Disculpen si hay faltas de ortografía en alguna parte, estaría agradecida si me lo dicen así lo arreglo y tengan mejor experiencia a la hora de leer.

Este fanfic NO tendrá escenas +18, los dos son niños y en toda la historia serán niños. Será un fanfic soft por así decirlo.

El fanfic tal vez cambié mediante el tiempo.

Trataré de actualizar lo más que pueda, si es que no me agarra un bloqueo o si ya pierdo las ganas de escribir.

Los capítulos serán tanto largos como cortos.

Bueno, eso es todo el comunicado, espero que hayan disfrutado el primer capítulo.

¡Gracias por leer!


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