Capítulo 2

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Antes de dejarlos con el nuevo capítulo, quería agradecerles por recibir esta nueva historia con tanto apoyo. Me alegra mucho que tengan ganas de más porque les cuento que no tengo idea de la cantidad de capítulos que tendrá, ni cuando iré actualizando, como dije cuando tenga tiempo y ganas, pero quiero que sepan que me hace  mucha ilusión escribirla 🧡

Sin nada más que decirles, espero que disfruten del capítulo! ✍🏻

Escuchó el timbre del teléfono desde el ascensor y corrió a abrir la puerta antes de que se cortara la llamada. Tiró el bolso en la mesa de la cocina y su cuerpo pareció estirarse hasta la habitación de un solo movimiento. Dios bendiga la clase gratuita de yoga dos días atrás, pensó. Dejó caer el abrigo al suelo, cogió el teléfono y terminó tumbándose en la cama mientras intentaba recuperar el aliento.

— ¿Raquel? Raquel ¿Me escuchas?

— Hola. Sí, cariño ¿Qué tal? — dijo prácticamente con la lengua afuera.

— ¿Qué hacías? ¿Por qué estás tan agitada? Espera ¿estabas con tu amante?

— JA, JA. Claro que no. Estaba entrando a la casa y me apresuré a coger la llamada porque imaginé que eras tú.

— ¿Ya ves la razón por la que evito llamarte al móvil cuando estás con Alicia? Porque sabía que aprovecharía todo el día contigo, hasta el último minuto y después quiere hablar conmigo para molestarme y hablarme de sus conquistas y ya sabes que prefiero pasar de todo eso. Tu amiga nunca sentará cabeza.

— Ya empezamos — dijo Raquel observando el techo — ¿Y eso qué tiene de malo, Salva? Alicia es una mujer soltera, independiente y no tiene ningún compromiso. Déjala tranquila.

No le gustaba que su esposo hablara de su amiga con esa liviandad. Parecía que lo que hacía Alicia estaba mal cuando no era así. Ella tenía derecho a hacer lo que le diera la gana con su vida y él ningún derecho a meterse en vidas ajenas.

— Vale, vale. No te enojes conmigo que ya sabes que en el fondo Alicia me cae bien. Muy en el fondo, pero... es una buena amiga. Oye, antes que me olvide, vamos a tener que hablar con Paula del móvil porque está todo el día con él. Ahora al menos lo está utilizando para mostrarle videos divertidos de youtube a mis padres, pero con la excusa de que salimos de la ciudad, no lo suelta.

— Sí, me parece bien. No quiero que esté todo el tiempo pegada a la pantalla. Hablando de tus padres ¿Cómo están? ¿Bilbao? Extraño la tranquilidad por allí.

— Bilbao está bonito como siempre. Ya sé que Madrid es puro ajetreo, pero recuerda que había más ventajas que desventajas cuando decidimos mudarnos y más ahora que Paula está por entrar en la adolescencia. Mis padres, afortunadamente están bien. Felices de ver a su nieta. Más que a su hijo, diría yo. Te mandan cariños, pero ya saben que es difícil para ti salir de Madrid en este momento. Hablando de eso ¿fuiste hoy?

— No, no era el mejor día. Pero, iré esta semana.

— Vale. Oye, a ver cómo hacemos cuando volvamos porque van a consentirla como nunca antes y luego cuando está sola con nosotros, cree que puede hacer todo lo que quiera como con sus abuelos. Que acaban de pedir pizza porque la niña estaba con antojo — gritó alejándose del teléfono — ¿No te digo? Los tiene como quiere. Estábamos por cenar los cuatro ¿Tú? ¿Ya cenaste con Alicia? ¿Por eso se te hizo tarde? Suenas cansada.

— Eh... sí, sí. Cenamos y ya sabes cómo se pasa la hora cuando estamos juntas. Hablamos como si tuviéramos que contarnos una vida entera.

— ¿Qué tal el papel? ¿Lo consiguió después de todo?

Behind The Summer WineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora