Caminaron tomados de la mano en completo silencio por el pasillo, ___ se sentía nerviosa, no sabía que era lo que estaba pensando Ace, lo miró y notó que traía un semblante neutral.

–Eso no me ayuda — la que tenía preguntas torturándole la cabeza ahora era ella.

Estuvieron así un poco más hasta que él se paró frente a una puerta que se encontraba un poco apartada, la abrió y ambos ingresaron, la peli-castaña miró el interior de lugar, todo indicaba que era la habitación de Ace. A diferencia de su pieza en la casa, esta estaba más personalizada, empezando porque tenía una fotografía enmarcada donde salía un pequeño Ace junto a un grupo de personas. La cama era grande y había carteles de bandas de rock y country decorando las paredes, una vieja guitarra descansaba al lado de un escritorio de madera, también había un saco de boxeo bastante usado y parchado con cinta. Todo parecía estar bastante ordenado y limpio.

Cassie se giró cuando sintió que Ace cerraba la puerta con seguro.

–¿Ace?

Él no dijo nada y solo se inclinó para besarla suavemente, ella correspondió sintiendo su corazón en la mano. Abrazándola por la cintura la atrajo más a sí mismo, en ese momento lo único que quería y necesitaba era a ella. Estaba aburrido de las discusiones, de la desconfianza, de las dudas y de no saber nunca que mierda pasaba, estaba muy cansado y todo lo que podía desear siempre era besarla y tenerla entre sus brazos, pero no estaba seguro de que eso fuera correcto, así que, simplemente mandó todo a la mierda, ya no quería seguir friéndose el cerebro con estupideces, y desde cuándo lo hacía de todos modos.

Se separaron y Ace vio como algunas pequeñas lágrimas caían por las mejillas de Cassie, sintió el pequeño temblor de su cuerpo. 

–No llores Cass, no me gusta que llores — le secó las lágrimas con cariño y ella ladeo su cabeza en dirección a la mano que él tenía en su mejilla. 

–Ich habe Angst, dass ich dich verliere. (Tengo miedo de perderte.) — su voz temblaba y sentía un nudo en la garganta.

No le entendía pero vio el miedo y la tristeza en sus ojos, algo le decía que eran sinceros. La volvió a besar esta vez con un poco de desesperación, la necesitaba y no quería admitirlo.

–Está bien — le susurró cuando se separaron — todo está bien — la abrazó y ella correspondió fundiendo su rostro en el pecho desnudo de Ace.  

Su llanto no se hizo esperar y él en secreto hizo caer unas cuantas lágrimas también, verla así lo destrozaba. 

Es tan fuerte y frágil al mismo tiempo.

En algún punto ella dejó de llorar, pero el temblor aun persistía en su cuerpo. Era la primera vez que Cassie estaba expuesta a tantas emociones diferentes y no sabía cómo manejarlas, aquello estaba destruyendo sus nervios.

Ace la tomó en brazos y la llevó a la cama donde la recostó. 

Tiene las mejillas irritadas y húmedas — pensó su pulgar por el área tratando de secarlas un poco — su nariz también está roja y está despeinada — sonrió apartándole unos mechones de la cara. — Es un desastre... ambos somos un desastre. — Sonrió con cierta melancolía.

Se sobresaltó un poco al sentir la fría mano de ella sobre su mejilla.

–Ace... — le llamó la atención disipando sus pensamientos.

Sin decir una palabra más se besaron, los labios de Cassie estaban algo salados pero su saliva era dulce, una combinación que no le molestó. El beso se fue tornando más caliente, sus corazones latían con fuerza y la felicidad de poder estar de esa forma los consumía, ninguno de los dos sabía cómo manejar todo aquello, los sentimientos y las emociones que florecían con fuerza con cada caricia, con cada mirada, con cada sonrisa, con cada lágrima, se les salía completamente de control. Así que solo se dejaron arrastrar, sin importarles a donde los llevaría, no se arrepentirían, porque bajo esa regla vivía Ace y bajo esa regla quería vivir Cassie.

Solo Contigo | Portgas D AceWhere stories live. Discover now