Laberinto de amor

Mientes tan bien

<<Pov Fernanda>>

Olvidar el pasado y seguir adelante, eso era en lo único que podía pensar en estos últimos días pues a pesar de no estar juntas se me hacía imposible reemplazarla por alguien más.

No quiero meterte en problemas -comenté despacio con ella aún sobre mi pecho.

Que problemas!! Si yo adoro estar contigo -contestó Mayte con una sonrisa, abrazándose más a mi.

Tengo miedo de que tu hermana se entere -comenté algo perdida en mis pensamientos.

Llevamos meses encerradas en este departamento y nadie se ha dado cuenta - contestó May, acariciando con ternura mi cabello.

Y que va a pasar cuando se de cuenta?
-pregunté preocupada.

Ahora yo estoy en su lugar, olvidate de ella de una buena vez -soltó molesta callandome a besos.

Pues el amor que sentía por Isabel era tan fuerte que a pesar de estar separadas, aún no lograba superarla y menos después de haberle dado una oportunidad a su hermana, quién se moría de amor por mi.

No quiero ser yo quien te diga esto, pero Isa está empezando de nuevo y tú deberías de hacer lo mismo
- dijo como si nada.

Por que lo dices ¿La has visto con alguien? ¿Está saliendo con otra persona? -pregunté desesperada, tratando de llamar su atención.

Nunca vas a dejar de pensar en ella ¿verdad?
- contestó molesta, levantándose de golpe de la cama que compartíamos.

Mayte tu tienes que ayudarme, de verdad quiero que esto resulte -confesé acercándome a ella, tratando de disculparme.

Entonces quiéreme... quiéreme como la quieres a ella -contestó dolida.

De verdad lo siento.. -susurré cabizbaja pues ella era mi mejor amiga y odiaba no poder corresponderle.

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<<Pov Mayte >>

Lo que sentía por Fernanda era una simple ilusión, deseaba a una mujer que claramente no era para mi y eso me destruía por dentro, por que a pesar de todo mis esfuerzos no lograba sacar a Isabel de su cabeza.

Es mejor que me vaya -comenté mientras me terminaba de vestir después de pasar toda la tarde juntas.

Quédate por favor, quédate está noche, te necesito -suplicó en mi oído, abrazándome por la espalda.

¿Me necesitas? -pregunté sarcástica girandome hacía ella.

Quiero olvidarme de tu hermana y tu eres la única que me puede ayudar -soltó besándome desesperadamente.

Hay algo que tienes que saber sobre Isabel -susurré en sus labios antes de volver a besarnos.

Y de un segundo a otro Fernanda parecía muy intrigada pero la ansiedad me estaba matando, mi cuerpo temblaba y mis manos sudaban, quería hacerlo, necesitaba que terminara de desilusionarse de ella.

Se que algo me estás ocultando ya no des más vueltas para hablar -insistió ante mi silencio.

Isabel ya conoció a alguien más -confesé de golpe, rompiendo así con todas sus esperanzas.

Eso es imposible, Isabel jamas haría algo así
- contestó con la voz entrecortada.

Tu lo haces conmigo que tiene de extraño -respondí con ironía.

Lo nuestro es diferente y lo sabes -trató de defenderse dándome la espalda.

¿Por qué? Porque somos amantes o porque sigues pensado en ella cuando estás conmigo - contraataqué con malicia.