Amor, Amor

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<<Pov Mayte>>

Todos tenemos secretos, de eso no hay duda, historias del pasado que preferimos olvidar, pero que hacer si el pasado toca a tu puerta una madrugada cualquiera, llena de maletas y tan pesada como siempre.

Mayte Lascurain!! - Chillo emocionada al verme detrás de la puerta, con maletas en sus manos.

Lo que faltaba -solté adormilada, cerrando rápidamente la bata de mi pijama antes de abrir completamente la puerta.

No has cambiado nada, algo mas rubia diria yo- dijo dandome un corto beso antes de entrar a mi casa como si nada.

¿Que haces aquí? - Pregunté sorprendida por el beso, cerrando la puerta, para ir tras de ella.

Tus favoritos - dijo con media sonrisa entregándome una caja de chocolates que obviamente acepté.

Gracias, pero no puedes estar aquí -me apresuré a decir algo molesta

Son las 3 AM, vengo del aeropuerto, no seas así- Suplicó haciendo puchero.

Ya sé, pero no te quiero aquí - contesté cruzándome de brazos frente a ella.

Esas no son formas de recibir a tu querida esposa- se quejó, acercándose peligrosamente a mi.

*Se que para este punto es difícil de explicar pero si.. esa mujer tan irritante era mi esposa, más bien mi ex esposa y no se que rayos hacia metida en mi casa después de tantos años separadas.

Ex esposa!! Y tú no vives aquí -recordé exaltada apartando la mirada, pues aún me ponía muy nerviosa estar cerca de ella.

Supongo que al menos dejarás que me quede esta noche - susurró despacio, acariciando mi mejilla para que la mirara.

Olvídalo -respondí tajante, apartandome de ella.

Mayte... por favor -suplicó con ternura.

En el sofá y ni se te ocurra pasarte de lista- advertí señalandole su nueva habitación.

Prometido -contestó dejando un beso rápido en mi mejilla.

Fer era tan impredecible que ni siquiera podía reaccionar bien ante ella, pero al menos esa noche me hizo caso y no intento nada, sin embargo yo no dejaba de dar vueltas en la cama. ¿Que hacía ella aquí? nosotras llevabamos dos años separadas y ahora estaba a centímetros de mi cama, esto no podía ser peor.

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<< A la mañana siguiente >>

No sirvió de nada tratar de dormir porque a penas logré cerrar los ojos, llegó Fernanda a molestar, se me había olvidado que la vida de casada era tan complicada.

Cariño... susurró Fer a escasos centímetros de mi, pero como estaba tan cansada preferí ignorarla.

Tenemos visitas -soltó de pronto a lo que rápidamente me obligue a despertar.

Que dijiste?? -pregunté alterada sentándome de golpe en la cama, chocando con esos ojos que tanto me gustaban.

Tu hermana está abajo - contestó despacio, quitando el cabello de mi cara, mientras yo la veía fijamente, sin poder moverme.

Maldita sea!! - maldecí segundos después al darme cuenta de lo que pasaba y salté de la cama lo más rápido posible.

¿Vas a bajar a desayunar? - preguntó Fer tranquilamente desde la cama.

No te muevas de aquí!! - le advertí molesta, terminando de vestirme para bajar a recibir a mi hermana.

Como sabrán Isabel estaba instalada en mi cocina, con una taza de café en la mano, mientras yo trataba de arreglar mi aspecto antes de enfrentarla.

Laberinto de amor Where stories live. Discover now