Veintitres

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Pedri

Me sentía muy mal por el mal rato que Emilia había pasado, así que este día quería hacerla feliz.
La desperté temprano con un desayuno a la cama y su café que sabía la haría sumamente feliz, después tomamos una ducha juntos, una diferente sabía que este no era momento para pensar en sexo, así que simplemente le di besos, masaje su cabello y enjuague su espalda, sabía que ella se esforzaba por sonreír para mi, pero era clara la tristeza en sus ojos.

Pedri- te llevaré a todos los lugares de mi infancia - dije besando su mano en el auto - ¿extrañas el mar de tu ciudad?

Emilia- mucho, desde que vine a España eh conocido lugares divinos pero es que - sonrío

Pedri- ninguno como el hogar

Emilia- si - dijo con melancolía

La primera parada fue a la playa, caminamos de la mano durante un rato platicando de todo, olvidando lo malo, paramos a ver el mar y abracé a Emilia por su espalda

Emilia- que bello es el mar, no se como viví tantos años lejos de él

Pedri- ¿la playa de San Carlos es así?

Emilia- no - sonrío - está playa es hermosa, pero allá puedes ver el desierto y después el mar se junta a él y es una locuela

Pedri- ¿hace cuánto no vas? - la giré para verla - nunca me haz contado eso

Emilia- pues, solo fui dos veces en todo este tiempo

Pedri- ¿por?

Emilia- pues - suspiro y comenzó a caminar de nuevo y yo simplemente la seguí - nunca tuve un trabajo con el que me alcanzara para pagar un vuelo, ahora lo tengo - por fin mire feliz  - y aunque muero por ir, prefiero juntar para que mis padres vengan

Pedri- ¿ellos nunca han venido? - negó con la cabeza - debemos traerlos aquí

Emilia- oye, promete que no serás tú quien compre sus vuelos - adivinó mi pensar - quiero ser yo quien lo haga

Pedri- déjame ayudar

Emilia- no, es importante para mi hacerlo con mi trabajo

Pedri- bien, pero yo seré el guía turístico

Emilia- ni siquiera conoces tú mismo Barcelona - rio fuerte

Pedri- ¿tú papá es rudo? Dicen que los mexicanos lo son

Emilia- mmm creo que mi hermano sería el complicado, es más celoso que mi papá

Pedri- ¿y ya saben de mi?

Emilia- claro - sonrío - volviendo a Barcelona podemos llamarlos y así te voy presentando aunque sea por videollamada

Pedri- ¿eso significa que no me dejarás al volver a Barcelona? - dije mirándola con la cabeza un poco agachada

Emilia- aunque intentara olvidarte, mi boca no lo haría - sito

Pedri- ven aquí - la jale para abrazarla - lamento mucho el mal rato que haz pasado aquí, de saber que sería así jamás te abría expuesto a esto - bese su frente - te amo y me duele saber que no hice nada para evitar tus lágrimas - dije sintiendo que mi voz se quebraba y una lágrima rodaba por mi mejilla

Emilia se soltó de mi abrazo y subió a una pequeña piedra para estar a mi altura, tomó mi rostro entre sus dos manos y con su pulgar seco mi lágrima para después pegar su frente a la mía

Emilia- nada de esto es tu culpa amor - sonrío - te amo Pepi, te amo mucho - dijo con sus ojos llenos de agua

Oír esas dos palabras de sus labios me supo a gloria, pero él ver en sus ojos tanto amor lo era todo para mi, amaba tanto a esta mujer y saber que ella a mi me daba las fuerzas que necesitaba para afrontarlo todo, así fuera a mi propio padre.

Solo un número Where stories live. Discover now