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dos | oficialmente novios 📍 Buenos Aires, Argentina abril '18
— Dios, este flaco no sale más. — Exclamo hacia mi hermano quien me mira atentamente — Fue a fabricar la ducha?
— No sé boluda, hace diez minutos tendría que haber salido. — Dice mirando el reloj de su celular y me apoyo en el auto.
Suspiro pensando en lo mucho que odio esperar. Salí del trabajo hace unas horas y me vine al club para buscar a Licha, mi "algo".
— Perdón, perdón. Me colgué hablando — Dice Lisandro mientras se acerca corriendo. Besa mis labios cortamente y choca las manos con mi hermano, quien ya lo había visto.
— Bueno, yo los dejo. Me surgió algo de último momento. — Juan Cruz nos saluda a ambos y desaparece de la escena.
— A que se debe esto? — Pregunto y Licha se acerca a besar mi frente. — Pensé que nos íbamos a ver el finde.
— La tarde está hermosa y tengo una sorpresa para vos.
Sus palabras causan felicidad en mi interior y nos subimos al auto al mismo tiempo. La llegada de Lisandro a mi vida fue algo muy inesperado. Atropelló mi horrenda maqueta de primer año de arquitectura. Parece chiste pero es anécdota. Una muy triste porque fue la primer materia que recursé. Después de ese día, nos volvimos bastante inseparables, salimos a pasear siempre que podemos y nuestras responsabilidades nos dejan. Ya estoy en mi segundo año de la carrera y cada vez me emociono más. Lisandro está bastante bien en Defensa y Justicia pero tiene ganas de que algún equipo de afuera lo quiera.
Mi hermano y él se llevan de diez y en más de una ocasión me tiró la de si estábamos juntos, porque haríamos muy linda pareja. No suelo compartir tanto tiempo con Juan Cruz pero desde que Licha apareció en mi vida se volvió mucho más cuida. La verdad que me gusta demasiado y creo que es mutuo, espero algún día se me de.
— Mumi, estás bien? — La voz de mi "chico" me desconcentra y yo asiento con la cabeza. — Estabas en otro planeta?
— Si, estoy bien. Solo me quede pensando en cómo nos empezamos a hablar. — Suelta una carcajada y lo miro negando con mi cabeza mientras sonrío.
— Una coca y un agua sin gas, gracias. — Pide Licha al mozo y este se va con la carta en la mano.
— Me gusta el lugar, nunca había venido. — Digo mientras veo la vista. Vinimos a un Roof en Capital Federal. Realmente el día está ideal. — Como estuvo el entrenamiento hoy?
— Muy movido, preparándonos para el partido del finde. Vos la facu?
— Uf, tengo dos entregas la semana que viene y no me dan más las manos, voy a tener que contratar un enano que me ayude.
