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tres | primer engaño 📍 Amsterdam, Países Bajos marzo '21
— Creo que eso estaría bueno amigo, le da otra onda — Dice un amigo y Nicolás Tagliafico asiente con la cabeza.
Estoy en Ámsterdam y siendo mucho más precisa, en la nueva casa del compañero de Lisandro, Nicolás Tagliafico. Hace unos meses habíamos empezado a hablar porque él quería hacer una reestructuración en la propiedad que había comprado y Licha, mi novio, me había recomendado. Dejo las cosas apoyadas en la mesada del living donde están todos los planos y demás cosas que me van a ayudar en todo el trabajo.
Esa mañana se basó prácticamente en juntar ideas, tanto mías como de los chicos para arrancar lo antes posible. En cuanto terminó el mediodía, Nicolás me alcanzó hasta el departamento donde vivo actualmente con mi novio. El sueño de mi novio se cumplió hace unos años cuando el Ajax compró su pase. Mientras tanto yo, había decidido terminar mis estudios acá, la adaptación fue bastante complicada pero si todo va bien, en tres meses me recibo de Arquitecta y Diseñadora de Interiores.
Yo hace unas horas le había enviado a mi novio un mensaje diciendo que me iba a demorar y que me llevaba si amigo. Pero nunca lo respondió, cosa que me parece muy raro. Al contrato que mi novio, Nicolás no había ido al entrenamiento porque tenía que recibir su nueva casa.
Busco en mi mochila de trabajo las llaves del departamento y no están, busque por todos lados y caigo en cuenta que me las olvidé. Decido marcar el numero de mi novio y no me atiende. El personal del edificio no está, así que no me queda otra que esperar a que alguien llegue.
El reloj marcan las cinco de la tarde y Lisandro no apareció. Mi celular suena y me hace ilusión de que quien me llame es mi novio pero no. Es Lara, una de mis mejores amigas.
— Mumita, como va? — Pregunta iniciando la llamada.
— China, hace dos horas estoy esperando a Lisandro, no sé donde está.
— What? Te olvidaste las llaves? Por eso te llamaba, Cuti lo está buscando.
— No tengo idea de donde está Lisandro, estuve toda la mañana en la casa de Tagliafico y ya debería de haber estado en casa.
— Que carajos? Que raro boluda, con lo que le gusta estar en tu casa. Ahora le digo a Cuti que siga intentando.
— Ahora lo llamo y te aviso, gracias chini.
Corté la llamada con mi mejor amiga y lo llame a mi novio. La primera llamada la declinó. La segunda sonó y sonó. Algo en mi pecho está doliendo y me empiezo a preocupar. La tercera es la vencida dicen. Una voz femenina es la que atiende y yo corto rápidamente. No puede ser. Vuelvo a llamar pensando que me equivoqué y me atiende el contestador. Una llamada entrante me saca del trance y la atiendo. Es Cuti.
