just one night? - spreen x quackity os

único capitulo

el sol bajaba con una velocidad récord mientras ambos híbridos continuaban buscando una manera de salir de la enorme cueva que habían encontrado. llevaban horas buscando materiales suficientes para poder crear trampas y armas poderosas. ya tenían suficientes libros encantados y lapislázuli, solo necesitaban los diamantes.

—spreeeeen, ya no aguanto, me duelen las pinches patas y las manos, hay que parar tantito ahorita que es de noche y no podremos salir de la cueva sin que nos ataquen mil mobs—  lloriqueo el menor, guardando el pico en su inventario para tomar un pan todo seco y comerlo.

spreen se giró, su ceño fruncido mientras limpia gotas de sudor de su frente —no podés ser tan flojo amigo. ¿cómo planeas sobrevivir con esa resistencia tan echa mierda?—

—¡es que ni yo sé cómo llegué tan lejos! —detuvo su drama para acercarse al oso y tomarlo de los cachetes. era un tanto cómico a causa de la diferencia de estatura, quackity tenía que ver hacia arriba para poder conectar sus ojos con los del mayor. —bueno, si sé. es gracias a ti y a shadoune, ustedes me han cuidado bien. estoy tan agradecido que podría besarlos, hasta se las chupo si quieren. —una enorme sonrisa adornaba el rostro de quackity, la cual se agrandó al ver las mejillas del mayor enrojecerse.

—hacete para allá pelotudito, te cago a piñas si me tocás de nuevo.— murmuró spreen, empujando al contrario. —callate y seguí picando.—

tras largar un suspiro, quackity acató sus órdenes y continúo picando. minutos más tarde y con la visión borrosa, volvió a hablar.

—spreen, te lo juro que no quiero molestarte pero escucho borroso.— susurró, sintiendo algo calientito salir de su nariz. fresca sangre manchando a gotitas su adorable y característico sueter azul.

—ajá, y vos crees que nací ayer y me voy a tragar tus excusas para dejar de trabajar.— contestó el oso sin siquiera molestarse en voltear a verlo. al no recibir respuesta alguna continúo picando hasta que su agudo sentido del olfato percibió el aroma a sangre.

asustado, se giró para encontrar al menor recargado en la pared de piedra haciendo el mayor esfuerzo posible para no caer ahí mismo. guardó el pico en su inventario y rápidamente se acercó a auxiliar al patito.

—te dije que estaba cansado oso culero pendejo mamón, ya me voy a morir pinche wey y luego dentro de una puta mina no puede ser.— comenzó a dramatizar el menor.

—che ya entiendo por qué rubius te dice el dramas. guardá aquí y comé algo, haré un lugar cómodo para que descansemos un rato.—

spreen se levantó y comenzo a minar hasta crear un pequeño cuartito iluminado con un par de antorchas. colocó un horno junto a una mesa de crafteo y sacó una cama grande que colocó en medio del cuartito improvisado. regresó con el menor y lo ayudó a llegar a la cama, una vez lo dejó ya sentado le ofreció comida y bebida hasta que se le veía menos jodido. sin más palabras de por medio, el menor se recostó y rápidamente cayó dormido mientras spreen se mantuvo despierto. sería una larga noche que aprovecharía para ordenar su inventario y tirar materiales innecesarios.

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un par de horas más tarde, spreen se encontraba sumido en sus pensamientos. estaba ideando planes para acabar con los demás equipos sobrevivientes hasta que un ruido lo sacó de su ensoñación, se escuchan pequeños quejidos por parte del hibrido de pato, quien soñando se retorcía entre las sábanas. ¿una pesadilla acaso? no... no suena como que está sufriendo. si su mente pervertida no fallaba, quackity estaba teniendo un sueño húmedo. lo confirmó una vez se acercó con una sonrisa burlona en el rostro. los shorts negros de quackity se encontraban abultados y humedecidos en el area de su parte íntima, sí, spreen definitivamente se burlaría de él una vez se despierte.