"Como el océano"

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« No es justo,
de verdad sabes cómo hacerme llorar
cuando me miras con esos ojos como el océano.
Tengo miedo,
nunca he caído desde una altura así de alta,
cayéndome en tus ojos,
esos ojos de océano. »

°°°

Cuando abro los ojos, me encuenpptro dentro de un cuarto de hospital. Estoy acostado en una cama con una bata delgada puesta y cubierto en una sábana blanca. Ohm está sentado en una silla junto a mí, su cabeza recostada sobre el borde de la cama. Quiero alcanzarlo y correr mis dedos por los mechones gruesos de su cabello, pero estoy demasiado cansado. Sonrío a pesar del dolor a través de mi cuerpo y cierro los ojos de nuevo, cayendo en un sueño profundo.

Alguien anda a mi alrededor, revisando algo en un monitor. "¿Cómo te sientes, corazón?"

Trato de tragar, pero mi garganta está seca. "¿Quieres agua?"

Asiento con la cabeza, dándome cuenta que la persona hablándome es una enfermera. Momentos después, estoy bebiendo tanta agua como pueda a través de un popote como si acabara de pasar una semana en el Sahara.

"Tu prometido ya vuelve. Se salió para que pudiéramos revisarte," ella dice.

¿Prometido?

No.

Ohm es la única persona que conozco lo suficientemente loco como para decir que es mi prometido para ganar derechos de visita.

Un doctor entra al cuarto enseguida después. Lo reconozco del breve momento en que lo conocí antes de la anestesia, pero no recuerdo su nombre. Por suerte, se presenta otra vez como el Dr. Howard. Es joven de cabello rubio y ojos azules claros. Casi le quiero preguntar si su primer nombre es Doogie, pero estoy seguro que le hacen la broma todo el tiempo.

Me explica sobre la cirugía, pero se me hace dificil seguir la conversación ya que tengo la canción de Doogie Howser, M.D. con el teclado electrónico pegado en mi cabeza.

Por lo que entiendo, la cirugía salió bien. Eso es todo lo que me importa. Me dice que podría ir mañana después de mi primera evacuación intestinal. Le pregunto cuándo me puedo bañar ya que me siento sucio, y me dice que estaría bien una vez que esté en casa. Luego se va.

Casa.

Me hundo en mis pensamientos, pensando en dónde voy a ir cuando me vaya mañana, pero pierdo el hilo cuando Ohm entra al cuarto. La primera cosa que hace es sonreírme.

Viene hacia donde estoy y me besa la frente. "Hola, Noo," dice en voz baja.

Dios, qué guapo. Me sorprende cuánto me atrae. Siempre culpé a mis hormonas adolescentes, pero claramente ya no puedo hacer eso.

Me siento tímido de repente. "Hola."

Nada como acabar en el hospital con tu primer amor a quien no has visto en años.

Me hago recordar que es Ohm. Lo he visto en situaciones similares cuando éramos más jóvenes. Como la vez que se rompió la pierna jugando básquetbol. O la vez que tuvo un caso serio de mono.

Él acerca una silla junto a mí. "¿Cómo te sientes?"

"Bien," contesto. "Aunque me debes un anillo. Aparentemente nos comprometimos durante mi cirugía."

Se ríe y toma mi mano, inspeccionando mi dedo de anillo. "Lo estoy arreglando a tu tamaño, bebé. Tendrás que ser paciente."

Me río con él, pero el movimiento lastima mis músculos. "No me hagas reír."

Él sonríe, pero su expresión se vuelve seria. "Me asustaste, ¿sabes?"

"Lo siento no estaba planeando perder mi apéndice hoy."

AGAIN YOU - OHMFLUKEWhere stories live. Discover now