El masculino camino alrededor de ella, observándola con detenimiento.
──Tu ropa es bastante extraña. Al igual que la de tu amigo. ──suelta con burla el metkayina.
Michelle suelta una ligera risa, señalando el taparrabos que el contrario traía──. Como si la tuya fuera normal.
Aonung sonríe negando con la cabeza. Se para frente a ella, tocando su frente para presentarse.
──Aonung. ──el avatar sonríe, imitando su acción.
──Michelle.
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MICHELLE SE INSTALÓ CON EXITO en el marui de los Sully's. Obviamente toda la familia del antiguo Toruk Makto sabía que ella era un avatar. Pero de los metkayina, Tonowari era el único que estaba enterado.
En ese momento estaba sentada a la orilla de los marui, observando fascinada los brincos que los tulkun daban en mar abierto.
Dos manos se posaron a lado de ella, mientras que del agua salía el cuerpo del metkayina. No le dio tiempo de reaccionar cuando este ya la estaba besando. Al darse cuenta que se trataba de Aonung, no tardó en corresponder el beso, colocando sus manos en las mejillas del contrario.
Un chillido a sus espaldas los obligó a separarse. Ambos alzaron las orejas en dirección de donde provenía el ruido, solo para darse cuenta de que Tuk, Kiri y Rotxo estaban detrás de ellos. La mayor le tapaba los ojos a las más pequeña.
──¡Vamos! ──se queja Rotxo──. Hay demasiados lugares como para estar aquí.
Michelle suelta una risa nerviosa. Aonung rueda los ojos acariciando su cintura. Vuelve a entrar al agua, esta vez tomando la mano del avatar.
──Vamos. ──murmura el masculino.
Michelle lo sigue sin dudar. Empezando a nadar a quien sabe donde mientras era guiada por el mayor.
──Por Eywa. ──se queja Kiri destapando los ojos de su hermana menor.
──Sabes que si se lo que estaban haciendo, ¿no? ──pregunta Tuktirey con ironía──. Ya no soy una niña pequeña.
──Callate, niña de 15 años. ──sisea Rotxo mientras que Kiri la empujaba por la nuca.
Mientras que Aonung y Michelle, ambos se encontraban nadando. Disfrutando de la vegetación marina que el mar les brindaba.
La femenina era muy buena aguantando la respiración bajo el agua, cosa que le facilitaba bastante su vida el Awa'atul.
Pero cuando cerró los ojos por un momento, su corazón paró al ver que cuando los abrió se encontraba dentro de la maquina que la conectaba con su avatar.
──Maldición. ──murmura tomando una bocanada de aire antres de volver a cerrar los ojos. Conectando de nuevo con su avatar.
Cuando los volvió a abrir de nuevo, ya se encontraba en el mar, con Aonung frente a ella, preocupado.
