𝗟𝗫𝗫𝗜𝗜𝗜

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Por la tarde, luego de una larga charla donde Sunghoon no prestó atención (seguía molesto por arruinar su momento con Jake), hicieron el juego de buscar la bandera.

El rubio tenia que esforzarse en contener la risa cuando Mashiro comenzó a quejarse de cómo podrían poner un juego así, y que todo era una toma de pelo.

Todas las quejas las recibió Youngeun, quien también reía, alegando que el trabajo en equipo debía funcionar perfectamente para que ella también pudiera participar en ese juego.

Digamos que Sunghoon no se esforzó en buscarlo, aunque fue Riki quien encontró la bandera, a él le daba lo mismo ganar o no.

No entendía la emoción del castaño cuando fue corriendo hacia el punto de encuentro, agitando la brillante tela sobre su cabeza con alegría.

Pronto, el reto comenzó a llegar, al escuchar los gritos del chico, y Mina fue la primera en felicitarlo.

Sunghoon no pudo evitar alzar una ceja al ver a su hermana abrazando a un chico.

En cuanto vió a Jake, se acercó a él, Sun lo siguió, ya que a su lado estaba Heeseung.

─ ¿Cómo estás? ─ preguntó el rubio, fue a colocar una mano sobre su frente, para ver la temperatura, pero Jake se apartó de su tacto. ─ Ey, está bien. ─ habló con tranquilidad, algo confundido por ese gesto.

Jake resopló, luego asintió, afirmando que estaba bien.

El juego se habia extendido de más, así que ya casi anochecía, los organizadores decidieron no hacer más juegos, ya que no querían dejarlos ir por alli si llegaba la noche, así que les dieron tiempo para que descansen hasta que la comida estuviera lista.

El grupo de amigos notó a Jake malhumorado durante todo el rato, no lo molestaron mucho, incluso Sunghoon se contuvo en sus mimos, ya que también habían hartado al chico mudo.

Incluso cuando fueron a dormir, Jake seguia irritable, y Sunghoon no podía evitar preocuparse por él.

Sabía que no era nada más que aquel dolor de cabeza que el chico queria negar, pero no quería que se pusiera así.

Así que, en la noche, cuando apenas había podido concebir el sueño y fue despertado por el zarandeo de su cuerpo, no se enojó cuando descubrió que era Jake, casi le agradeció.

Su novio se frotaba sus ojitos, limpiando lágrimas.

─ ¿Jakey?

El chico señaló a su cabeza.

Sunghoon se apresuró a bajar de un salto de la litera, abrió sus brazos y el otro recibió el abrazo con gusto, el rubio besò su frente, con cariño, rodeando sus hombros, comenzó a caminar hacia afuera.

─ Iremos a la enfermería. ─ dijo. ─ La próxima vez avísame antes de que te duela tanto, ¿Si? ─ habló con suavidad, el chico asintió.

Al llegar a la puerta, ambos escucharon los llantos desde afuera, y entraron con confusión, parecían no ser los únicos en la sala a esas horas.

Sunghoon tardó un poco en creer sus ojos.

Mina no era de llorar.

Le dijo a Jake que se quedará sentado un momento mientras iba a hablar con la chica, se arrodilló frente a ella, colocando una mano en su hombro.

La pelinegra se sorprendió un poco con el tacto, y al ver que era su hermano se apresuró a borrar las lágrimas, intentando controlar los sollozos.

─ ¿Qué pasa? ─ preguntó el rubio, sintiéndose mal por su hermana, aunque ella se mordió el labio, sin querer decir nada. ─ Dime, Mina.

La chica lo miró un momento.

─ Riki tuvo una convulsión. ─ habló con voz ronca.

Sunghoon asintió.

─ ¿Por qué estás mal? Digo... Dijiste que ya lo conocías y sé que debiste haber visto una de esas antes, ¿Pasó algo malo?

Un sollozo la hizo temblar.

─ No pude sostenerlo. ─ murmuró.

─ ¿Qué? ─ Sunghoon no sabía a qué se refería.

─ C-Cuando tiene convulsiones, debo sostener su cabeza hasta que pase, pera que no se golpee contra el suelo... Y... No llegué, fue muy repentino, luego no pude moverlo, era muy fuerte... ─ más lágrimas caían, la chica las limpiaba sola, apartando la mano de Sunghoon cuando quiso hacerlo él. ─ Convulsionó por casi dos minutos golpeándose en la cabeza... Y sólo pude mirar, soy una inútil. ─ la chica estalló de nuevo en llanto.

Sunghoon simplemente no sabía cómo reaccionar, tardó unos segundos en abrazar lentamente a su hermana, quien no lo apartó.

𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗠𝗘, 𝗠𝗨𝗧𝗘 » 𝘀𝘂𝗻𝗴𝗷𝗮𝗸𝗲 Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu