un nuevo día

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Las cortinas de aquella habitación habían sido cambiadas,dichas cortinas no permitían dejar entrar a la habitacion los primeros rayos del sol que anunciaban un nuevo día, Ash se encontraba inquieto, arruga sus cejas sintiendo una sensación extraña en sus partes privadas, sensación que lo hace despertar de golpe y jalar las sabanas dejando a descubierto a Eiji quien se encontraba haciéndole sexo oral al rubio.

- ¡EIJI!, ¿QUE ASES? -
El rubio toma de los cabello a Eiji tratando de apartarlo.
- Detente... Yo no puedo...-
Ash se había acostado con muchas personas a lo largo de su vida pero era la primera vez que no le disgustaba ser tocado más bien estaba preocupado de que Eiji se estuviera exigiendo demasiado.

-Una vez no me ayudará a vencer el miedo...-
El pelinegro hace entrar de nuevo el pene de Ash a su boca sintiendo como lentamente este cambiaba de tamaño, se había echo más grande y más largo.

- Eiji... -
Ash sentía como su excitación subía a medida que sentía la lengua pasar por su miembro viril, la cavidad bucal del japonés era tibia lo que hacía más difícil en trabajo de contenerse.

- ¿mmmm?- Eiji nota como dejaba de caber el miembro del rubio en su boca, también el sabor había cambiado, si bien el sabor no era malo era extraño el sabor del presemen que comenzaba a salir de la punta.
Repentinamente siente como su cabeza es hundida hacia las caderas del Lynx haciendo entrar su miembro hasta la garganta y Ash termina por eyacular dentro de su boca.

- Eiji lo siento, escupelo-
El japonés no presta atención y termina tragando el liquido en su boca.
- Continuemos... -
Aquella acción había apagado el interruptor de cordura en Ash, toma a Eiji y lo empuja hacia la cama pasando lentamente sus dedos sobre el pecho desnudo del japonés, habían marcas de besos en todo su torso, los pezones de Eiji se encontraban duros, Ash baja lentamente a ellos, tiraba de ellos, los lamia,los succionaba y los mordía.

-Ashu, espera... mmmh~
Eiji cubria el sonrojo en sus mejillas con una de sus manos, se había excitado, una erección se había echo presente.
Los ojos del rubio parecían estar mirando toda una obra maestra, ver a Eiji sonrojado, con el pecho agitado gracias a su respiración, sus pezones rojos y siendo tan tímido a pesar de haber sido él quien había comenzando todo, con esa escena Ash vuelve a ponerse erecto, baja dos de sus dedos a la entrada de Eiji asiendo círculos alrededor de la zona.

- Perdón por esto- Dice el rubio haciendo entrar dos de sus dedos dentro del ano del japonés.

- ¡AAAGH!- Eiji aprieta las sabanas con fuerza sintiendo una corriente pasar por su espalda, aun no lograba acostumbrase a la sensación de tener algo dentro, sabia que el grosor de los dedos de Ash a comparación del tamaño de su miembro era bastante grande y eso lo hacía preocuparse en gran medida pero dejo de pensar en cuanto sintió un tercer dedo dentro de él, aquellos dedos se separaba, entraban y salían sin aviso de su interior.
- Ash, no puedo... Ah.. Aguantar más.. -

-Yo tampoco- el rubio toma sus piernas y hace presión en la entrada del japonés haciendo entrar la punta de su pene lentamente, Eiji por su parte jala hacia el, el pecho de Ash, muerde su cuello tratando de sobrellevar la invasión en su cavidad.

-Tranquilo Eiji dejame guiarte también está vez- Ash se sostiene con las manos al colchón y hace una embestida fuerte haciendo entrar todo su miembro, sentía como las uñas de Eiji se clavaban en su espalda mientras este sufría un espasmo, corriendose con el repentino movimiento.
Eiji estaba procesando lo sucedido, se había corrido usando su trasero y no sólo eso, sino que se había corrido mientras el amor de su vida se lo metía de un solo golpe.
- Aun no iniciamos, así que soporta un poco Onichan-
Susurra al oído obteniendo una expresión de sorpresa de parte del peli negro.

- Ash, ¿de donde aprendiste a... ¡Ah!, Aah!, uhu!...
Las embestidas habían iniciado a una velocidad alarmante, sentía el palpitar en su interior, el cosquilleo que causa la ficción de sus cuerpos era como tener una descarga de adrenalina, de la comisura de sus labios comenzaba a escurrir saliva y de sus ojos lágrimas provocadas por el placer del momento.
-Es muy... Ahg... Rápido-
El espectáculo se tornaba cada vez mejor, el ver a Eiji de esa forma solo hacia que la mente de Ash viajara a mil por hora sobre las cosas que podría hacer con el, formas diferentes de hacerlo suyo y dejarlo un desastre, en una embestida toca el punto g del japonés.

-¡AAAHG!, NO, NO, ESPERA... ¡AAAH!-
La forma en la que el interior de Eiji apretaba a Ash hacia que ambos se acercaran cada vez más al orgasmo.

- Te amo Eiji, ¿me oyes? , te amo-
Sigue estimulando el interior de Eiji dejandolo casi al borde de locura,al sentir que este lo apretaba demasiado ya no pudo contenerse y ambos terminan corriendose al mismo tiempo alcanzando así el ansiado orgasmo,los dos caen rendidos con la respiración agitada el silencio se hace presente pero Eiji es el primero en hablar.

-¿ Enserio me amas?-
- Si, enserio te amo, lo se desde la primera vez que casí te pierdo-
Una sonrisa se dibujo sobre el rostro de Okamura, acerca su mano a la mejilla de Lynx regalando el cálido amor que tenia guardado para el.
-Yo también te amo-
Ambos corazones habían logrado conectarse después de tanto tiempo persiguiendose mutuamente, más fuertes y valientes que las personas que los poseían en su pecho.
Dos corazones transformados en 1.

- Regresemos con lo demás, estoy listo para regresar- Eiji temblaba de felicidad, quería regresar a enfrentar a Yut lung por su propia cuenta.
Se sentía listo para luchar contra el mundo otra vez, tener a la persona que más ama con vida y a su lado le había devuelto las fuerzas para soportar lo que fuera, aquel rubio de ojos verdes formaba parte de sus pensamientos, de su motor, de su motivación y de su valor desde que piso Nueva York.
Si tiene todo lo que quería en el mundo, ¿quien podria contra el?
Estaba convencido de que esta vez no serían los Reyes de la tragedia.

Lo que va después de la condenado. Where stories live. Discover now