Mi amor eterno/ Merlina Addams y tu G!P)

Capitulo 4.

Decisiones.

>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>∆<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<

Pov Alexius.

–¿Entonces?– dijo Emma curiosa de mi respuesta.

La seguí observando en silencio hasta que no pude más y solté el aire pesadamente.

–Emma, no me lo tomes a mal pero necesito saber ¿por qué quieres salir conmigo? Es extraño que en nuestro reencuentro me hayas recalcado el pequeño enamoramiento que tuve contigo cuando éramos niños y de como eso te hizo sentir incómoda...

Pero ahora como si nada vienes a decirme que quieres que sea tu novio, no logro comprenderlo realmente.– dije con mi ceño un poco fruncido manteniendo el contacto visual con la castaña.

Emma sonrió y se alejó de mí volviendo a tener cada uno su espacio personal intacto. Respiré profundamente y me relajé un poco en mi asiento aunque aún me sentía nervioso.

–Me encanta que no seas estúpido Lexy...– Emma suspiro y su linda sonrisa se transformó en una de preocupación. –Desde que llegué a esta estúpida escuela alguien... Me ha estado acosando, no me deja tranquila– Emma se hundió en su sitio y sus manos comenzaron a temblar levemente.

–¿Quién hace eso?– Emma me miró y después miró hacia un pasillo haciéndome señas con su mentón para que mirara hacia allá. Miré de reojo y vi a la profesora Marilyn, parecía que estaba buscando algo.

Volví mi vista hacía Emma. –¿Tu madre lo sabe?– ella negó y comenzó a acariciar las páginas del libro que había estado leyendo.

–He visto como te mira la profesora, te respeta, no te acosa y tal parece que te cuida, creí que si me veía contigo no solo como una amistad sino como novios ella me dejaría en paz– dijo Emma en un susurro.

Emma tenía razón, la profesora Marilyn me sobreprotegía, desde que llegamos la directora Larissa y la profesora Marilyn intentaron averiguar qué clase de ser era yo, pero en todas las pruebas que me hicieron salió que era un normi... Lo único peculiar que tenía eran mis ojos, la profesora Marilyn creyó que era algún tipo de puerta para la evolución humana.

–Emma, creo que necesitas saber algo... El trabajo de la profesora Marilyn es cuidar a los excluidos, tal vez solo intenta cuidarte por ser hija de la directora.

Aún si no es el caso y lo hace con otro tipo de intención debes decírselo a tu madre– busque la mirada de Emma, pero no me miró en ningún momento, solo soltó una risa llena de amargura.

–Si le digo a mi madre, en lugar de ayudarme me mandara más días al psicólogo porque creerá que estoy intentando llamar su atención.

Y no entiendo porque me intentaría proteger, ni siquiera entiendo por qué lo hace contigo– Emma me miró.

Suspiré tomando nuestras cosas y sacando mi tarjeta para que nos pudiéramos llevar los libros, Emma me miró sin comprender, pero repitió mi acción. Después de pedir prestados los libros salimos de la biblioteca y llevé en silencio a Emma a un pasillo que tenía un pasadizo escondido que daba directo hacia el bosque.

Cuando salimos y estuvimos rodeados de vegetación y grandes árboles lo suficientemente gruesos como si fueran a prueba de sonido, hablé.

–Cuando Enid y yo llegamos a Nunca más la directora y la profesora Marilyn... Me estudiaron, tenían curiosidad de saber que clase de excluido era yo y acepté su propuesta porque necesitaba saber quién era yo.

Por tres meses me hicieron pruebas sin posibilidad de descanso y se fueron intensificando más porque en cada una de ellas salía negativo... Los experimentos acabaron cuando en la última prueba casi muero.

Creyeron que habían dejado algo al aire, el color de mis ojos no es humano, ningún humano los tiene así... Así que me sacaron sangre y la analizaron.

Todo en ese examen sanguíneo gritaba que era un normi "avanzando"– dije entre comillas mientras Emma se recargaba en un tronco cercano –Mi sistema inmunológico es bastante bueno y mi resistencia física también, soy muy inteligente, estoy bien cuidado, no tengo ningún defecto y mi vista es mejor que la de cualquier normi, al igual que mi audición.

La profesora Marilyn quedó maravillada, yo significaba un paso más cercano a la próxima evolución humana, de homosapiens a algo mejor, la directora se desilusionó y se fue.

En cambio la profesora Marilyn se emocionó porque no era la única normi en un colegio lleno de excluidos.– me acerqué a Emma.

–¿Alguien más sabe de esto?– dijo Emma lo más tranquila y mente abierta que podía.

Asentí con la cabeza y Emma hizo su cabeza hacia atrás suspirando pesadamente.

–Si te preguntas qué hicieron cuando se enteraron, no paso absolutamente nada, eso solo me hacía ser igualmente un excluido porque no hay otros normis cómo yo– Emma asintió comprendiendo a qué me refería.

–Supongo que tienes razón, pero aún sigue mi problema con la profesora Marilyn, mira si no funciona mi plan entonces seguiremos siendo amigos, solo tenemos que fingir– me miró suplicante –Entonces... ¿Ya tomaste una decisión?– miré hacia el cielo y observé cómo se movían las hojas de los árboles.

–Aprecio tu amistad Emma, por eso te ayudaré hasta que la profesora Marilyn deje de acordarte, no le encuentro sentido a tu estrategia, pero mientras que nuestra amistad no se dañe todo estará bien– dije mirándola con una pequeña sonrisa.

Aún no estaba convencido de este plan, pero era fingido y no creo que dure todo el semestre, además que así las chicas dejarán de llegar en estampida y respetarán mi espacio personal.

Emma sonrió ampliamente y me abrazó con todas sus fuerzas, ya no me sentía como me había sentido en los primeros abrazos que me dió, eso era bueno, pero aún seguía el recuerdo de como me sentí cuando me rechazó.

–Oh, mis niños, ¿qué hacen aquí? Alexius...– La profesora Marilyn llegó haciendo que Emma se sobresaltara y tomara mi mano con firmeza separándose del abrazo.

–Buscábamos tener un momento tranquilo, Emma y yo ahora somos pareja– dije al parecer con mucho entusiasmo en mi voz y la profesora sonrió.

–Muchas felicidades, solo por esta vez no les diré nada, pueden irse pero que sea la última vez– nos señaló y los dos asentimos. –Oh, y Emma, cuida a Alexius, el no es como tú – Emma asintió y la profesora se fue de regreso a la academia.

–¿Crees que nos haya seguido?– dijo Emma con preocupación.

–No del todo, estos árboles son lo suficientemente gruesos como para que si alguien quiere escuchar una conversación ajena se tenga que acercar y quedar a la vista de quienes charlan– dije tranquilo y Emma asintió.

–Vamonos entonces, Alexius, gracias te debo una– asentí con una sonrisa y comenzamos a caminar.