Aonung's Secret

Chapter 1

Neteyam fue puesto en silencio y Aonung supo que compartió demasiado como lo hizo la última vez.  Oyó hablar a Neteyam, con la voz más entrecortada. 

"Ese es un nombre que los clanes de agua solo le dicen a su familia y compañero. Aonung-"

"Lo sé". Respondió y la mano en la suya se apretó increíblemente más fuerte.  Sólo podía esperar que Eywa fuera correspondido y, si no, derribarlo donde estaba.

  "Somos demasiado jóvenes. Ya no soy un adulto y tú tampoco lo eres..." No era una respuesta y Aonung sintió que su corazón comenzaba a desacelerarse.  Su visión se volvió borrosa y ya no miraba al cielo, sino a su collar.

  "Lo sé y no me importa. ¿Sientes... tú sientes lo mismo?", preguntó con una punzada de coraje.

  Y antes de darse cuenta, estaban abrazados y Neteyam se reía contra su oído y Aonung también se reía o sollozaba, no podía decirlo.  "¡Sí! ¡Sí, por supuesto que sí! Eres tan ajeno, Aonung". Hizo una pausa y se separaron el uno del otro, su piel aún caliente contra la del otro.

Neteyam tenía una mano en su cintura y otra en su cuello, el toque quemaba y dejaba una profunda necesidad a su paso.  Las manos de Aonung estaban sobre el hombro de Neteyam, sosteniéndolas tan fuerte como podía y su piel se sentía tan cálida. 

En ese momento, todo lo que pudieron hacer fue mirarse el uno al otro, de verde a azul.  El océano sonaba ruidosamente detrás de ellos y cada estrella en el cielo brillaba contra ellos.  Ambos sabían que cualquiera los vería, pero no les importaba. 

En ese momento, se sintieron como uno.

"Mi Mitsiri". Y un escalofrío placentero recorrió la columna vertebral de Aonung.

" Mi estúpido recién llegado " , suspiró y se abrazaron de nuevo , ninguno de los dos quería soltarse .  "Nos aparearemos después de nuestro ikinmaya y podemos preocuparnos por el resto más tarde. Podemos decírselo a nuestros padres y todo".  nuevo por venir.

Sintió la sonrisa de Neteyam contra su cuello y arrastró una mano por su cintura hasta su cadera.  Aonung se retorció, pero no se alejó del toque que quemaba.  "Sí, haremos todo eso, lo prometo".

Sin embargo, eso era mentira, porque en las tres semanas que pasaron desde que se confesaron, Aonung y Neteyam montaron juntos en Jxoita al final de la tarde cuando ninguno de los dos estaba ocupado.  Encontraron una roca donde cabían los dos y donde el mar estaba en calma.  Ambos se aseguraron de que no hubiera nadie cerca y se abrazaron.  Aonung se había quitado el coral de su cabello y Neteyam roncaba mientras dormía y se despertaba.

Su piel estaba mojada, pero caliente y el aire era fresco contra sus rostros.

La cabeza de Aonung estaba sobre el pecho de Neteyam y sus manos descansaban allí también y Neteyam tenía su mano en la cintura de Aonung, rozando sus largos dedos arriba y abajo de su costado.  Dejó a Aonung temblando y trató de apoyarse en el toque, deseando más de lo que podía expresar, pero Neteyam mantuvo sus manos allí como lo hizo en los tiempos anteriores. 

Pero una mano le rozó las trenzas y una sensación se acumuló en lo profundo de su estómago, que hizo que sus orejas se contrajeran y la sangre se precipitara... hacia abajo.  Aonung nunca antes había besado a nadie y no quería hacerlo, pero en ese momento y muchos otros quería hacerlo con Neteyam. 

Eywa, esto fue extraño.  Dejó escapar un ruido de frustración y enterró su rostro en el pecho del otro como un niño.

"¿Qué pasa?" preguntó Neteyam.  Aonung suspiró.

"Nunca nos hemos besado todavía... ¿por qué?"

Neteyam se encogió de hombros y puso la mano que estaba en su cintura, se dirigió a sus trenzas y dejó algo ardiendo.  Sus orejas volvieron a temblar y su eje comenzó a endurecerse.  Lo ignoró y escuchó a Neteyam.  "Mis padres dijeron que lo que les pasó fue rápido y rápido. No fue algo bueno y se metieron en tantos problemas, me dijeron que nunca me hiciera eso a mí mismo ya que iba a Olo'ekytan. No quiero  que pases por eso-"