III

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————————————————❝ ᴄʀɪꜱᴛᴀʟ

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❝ ᴄʀɪꜱᴛᴀʟ. ❞

Los golpes se mostraban más desesperados, sus compañeros de equipo levantaban más la voz. Nadie pero nadie se callaba, por un segundo Spreen quería largarse a llorar del estrés que estaba manejando en tan solo segundos, todo había explotado en destre xon la primera muerte.
Nadie estaba mentalmente preparado para lo que estaba ocurriendo en ese lugar, ni siquiera el militar más capacitado.

Spreen apretó sus puños enfurecido, su mandíbula se tenso y sus orejas se levantaron mostrándose amenazante. Toma firme la espada y rápidamente se dirige a la puerta, todos se callaron inmediatamente, sin previo aviso el oso abre la puerta tironeando del desconocido para meterlo dentro y segundos antes de que los monstruos entraran este le cierra la puerta.
Ni siquiera les dejo hablar que Spreen decidió demostrar de lo que era capaz para sobrevivir.

——Escuchenme manga de pelotudos, de ahora en adelante nadie de ustedes me dirá que tengo qur hacer y que no, porque sino se pueden ir a la concha de su madre. Asique el que me vuelva a decir que hacer o que no hacer le juro que les clavo esta espada en medio del orto. —— Tomó firme a espada y apunto a lo que parecía ser otro oso que se encontraba en el suelo. ——Y vos pedazo de mierda, dame una buena razón para que ni me arrepiento de haberte dejado entrar.

El ambiente se tenso al instante, la repentina actitud de Spreen hizo que los mexicanos tuvieran miedo, y el francés sólo mirara con culpa. Lo peor de la situación es que parece que el chico que rescataron aparte de ser español también era un híbrido de oso y los osos son muy territoriales.
Para sorpresa de los tres, el desconocido se mostraba de comportamiento sumiso ante el híbrido Spreen, lo que supusieron que ya se marcó un alfa en el grupo.

Los ojos oscuros de Spreen mostraban odio y estrés acumulado, incluso por inercia mostró los colmillos marcando respeto y territorio; mientras que el otro oso solo se mantenía de forma pasiva, sus orejas lo delataron, estaban bajas asique tenía miedo, incluso no había habierto la boca por respeto a las palabras del híbrido.
Spreen levanto la vista a sus compañeros para ver si tenía la confirmación de que habían entendido cada palabra que salió de su boca, y su respuesta fue bien recibida ya que sólo se limitaron a asentir varias veces rápidamente, aunque el francés había dudado terminó aceptando sus condiciones por ahora.

Quien se hacía llamar Rubius no se atrevió a levantar la mirada del suelo sin la orden de quien lo había "salvado", ni siquiera sabía si iba a salir vivo de esa, se maldijo por haber pedido ayuda justo acá.
Sintió el la punta de la espada levantando su mentón para que se vieran cara a cara, Spreen solo se mostraba neutro pero enojado, y con ton solo su mirada le dijo "Habla", el híbrido de oso pardo solo asintió.

Corazón frío | SpreenWhere stories live. Discover now