Entre Demonios [+18]

CAPÍTULO VEINTE

Malos entendidos
Artemisa Walker

Frente a mí tengo a Parker, observando los informes sobre su grupo de trabajo, serio y concentrado como siempre demuestra. No he hablado con él desde hace días, estuve más concentrada en lo de mi papá, que en la misma central. Cuando venía, me lo cruzaba, pero las palabras no salían en sí o solo era trabajo.

Nunca he sido de las que se esconden.

— Todos deben de prepararse para los próximos operativos, este con los italianos irá para largo y también debemos enfocarnos en la Bratva — dice con la vista puesta en la carpeta —. Así que debemos reforzar todo lo que sabemos.

Al ver que no sigue, me dirijo hacia los chicos que se encuentran parados.

— Solo enfoquemos en reforzar los conocimientos como resguardar los lugares primordiales, puesto que, como hemos visto el italiano nos tiene en el punto de mira en estos momentos.

— Estamos en ello — habla Rachel —, solo que hay soldados nuevos que refieren más práctica. Soldados como Alan Oliveira y Davi Lamprea, ellos se encuentran listos de integrarse a las filas oficiales.

— La mafia de los Mascherano se está moviendo rápido — aviso.

— Podremos tomar ventaja — interviene Harry —. Alondra Mascherano partirá hoy a rendir declaración contra su esposo en Roma.

Me muerdo el labio inferior cuando oigo el sonido del teléfono y el alemán responde.

— Capitán Dominick Parker — conecta.

Se queda en silencio mientras le ofrece la bocina a Harry.

— Para ti.

Mi compañero se levanta y se pone al aparato, veo como su rostro cambia de uno relajado a uno tenso al tirar la bocina, por lo que sé que la paz que se decía tener, ya no está presente.

— Alondra Mascherano está muerta — comunica —, Antoni Mascherano acaba de enviudar y no hay testimonio.

El rostro del capitán cambia de lo que estaba impasible.

— Se supone que debes evitar cosas como estás — regaña a Rachel.

— No puedes culparme de eso — alega —. Recién está mañana tuve conocimiento de su colaboración.

— Siempre hay una excusa para tus errores — masculla —. Debiste tomar medidas de protección en bien lo supiste.

Me quedo mirándolo fijamente y niego con la cabeza antes de avanzar hacia el escritorio, no me fijo en los demás, no quito mi mirada de él.

— Pueden retirarse, chicos — demando.

No habla, solo me queda mirando y escucho los pasos de los demás, antes de que cierren la puerta.

— No puedes pasar por encima de mí, Walker — habla fuerte.

— A mi no me vengas a hablar como se te da la gana — aviso —. Ni tampoco a Rachel, que cada que puedes la tratas como perro.

— No la estoy tratando mal — habla —, ella hizo una mala acción y tengo que actuar.

— Si estás así por lo que Bratt te hizo, es comprensible — acepto —. Aún así, antes de agarrarla con ella, averigua si aunque sea lo sabe, porque te apuesto que no — niego cuando intenta hablar —. Con su permiso, capitán.

Salgo de su oficina y me encuentro a los chicos reunidos, paso por su lado antes de sentir como la presencia de alguien hace presencia a mi lado.

— Morenito — hablo mientras sigo caminando —. ¿Estás listo o necesitas un crucifijo para ir con el coronel?