Capítulo 18

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—Muy bien—hablo el doctor quitándose los guantes—, eso sería todo el día de hoy. Te daré algunas indicaciones para que puedas pasar tu embarazo de la mejor manera.

Hoseok se levantó de la camilla con ayuda del azabache. Caminando hacia el escritorio del doctor. Ambos chicos se sentaron frente del escritorio.

Primero que nada—hablo el doctor—, tienes que llevar una dieta equilibrada y moderada. No comer por dos, sino bien.

Este punto no le gustó nada a Hoseok, él vivía de la comida chátara y de las cosas dulces.

—No me preocupo por eso—explico el doctor—. Se que el señor, Min, aquí presente hará que lo cumpla, de eso no hay duda.

—No se preocupe, doctor—asintió el azabache.

—También hacer ejercicio de manera moderada—Hoseok frunció el ceño—, como dar caminatas, practicar yoga, natación. Eso ayudara al bebé como a ustedes.

Ese punto tampoco le gusto para nada al castaño, solo espera que el azabache no lo obligara.

—Y el ultimo, reducir el consumo de té, café y refrescos, y beber mucha agua. Eso sería todo.

—Muchas gracias, seguiremos todo al pie de la letra—agradeció Yoongi.




...




—Ese doctor está loco—comento Hoseok, luego de salir del consultorio del doctor entraron a un restaurante.

—No seas molesto—protesto Yoongi terminado su pasta.

Lo que más le gustaba de estas semanas de embarazo, era el hecho de que las náuseas y los vómitos, al igual que los mareos habían desaparecido por completo, pero por las noches tenía calambres y ardor después de comer.

El castaño rodo los ojos acariciando su vientre. Había estado creciendo más. El doctor les había dicho que era probables que en este mes pudieran sentir los movimientos del bebé y Hoseok no podía esperar para que llegara ese momento.

—Ven aquí, Hoseok—llamo a Hoseok, este no rechisto y se sentó a lado del azabache, quien puso las palmas de sus manos en el vientre del castaño. Yoongi tenía una adoración con el vientre de Hoseok, ya que no podía apartar sus manos de allí y amaba como Hoseok ronroneaba con las caricias y como a veces se quedaba dormido ante su tacto.

—Está loco si cree que voy hacer todo lo que dijo ¿verdad? —dijo revoloteando sus pestañas.

—Claro que lo vas hacer—tomo a Hoseok de las mejillas e hizo que sus rostros se acerquen—, mis dos bebés tienen que alimentarse bien.

—Llámame bebé una vez más y no me veras nunca en tu vida, Min—amenazo Hoseok. El azabache sonrió aún más.

—Amorcito—dijo burlón. Hoseok abrió la boca para protestar, pero Yoongi hizo algo que jamás pensó que haría.

Presiono sus labios con los de Hoseok. El castaño aguanto la respiración y abrió los ojos como platos con el corazón saliéndose del pecho y un sentimiento cálido se instaló en su pecho.

Yoongi se alejó para luego volver a besarlo. Hoseok se sentía desfallecer, porque Yoongi lo besaba tan dulce. El beso era pausado, pero para ese entonces Hoseok correspondía los besos tomándolo de los hombros.

—Mis bebés—susurro Yoongi en medio de pequeños besos.

Hoseok se alejó sonrojado mirando los labios de Yoongi que se encontraban hinchados y las mejillas con un ligero color rojo.

—¿Por qué me besaste? —pregunto avergonzado. Ese beso hizo un remolino de emociones en su interior. Aun sentía como si sus labios se presionaran.

—Y-yo—balbuceo nervioso rascándose la nuca sin mirar al castaño deseando que alguien los interrumpiera—. Porque quería, no aguantaba tenerte cerca y no poder besarte.

—Yoongi—el nombrado no lo dejo terminar porque lo tomo de las mejillas volviendo a besarlo.

Una llegada inesperada (YoonSeok)Where stories live. Discover now