-¿Qué haces aquí a esta hora Mal? – Se dirigió a la chica frente a ella, intentando llegar lo más rápido posible debido a la preocupación- Puedes enfermarte ¿sabes? –Se quitó su chaqueta pasándola por sobre los hombros de le chica en busca de darle algo de calor-.
-¿Entonces qué haces tú aquí a esta hora? –Sus ojos verdes parecían querer a travesar su alma para tal vez, solo tal vez, encontrar la respuesta a sus problemas que con tantas ansias buscaba-.
La pelinegra realmente no tenía una respuesta clara ¿Qué razón la mantenía a estas horas de la noche afuera de los dormitorios? ¿Inquietud? Tal vez, pero era algo con lo que convivía constantemente ¿Tristeza? No importa donde estuviera de igual forma seguía presente ¿Desesperación tal vez? No lo sabía.
Aun sin una respuesta volteo hacia la chica que por tantos años ha sido la razón de sus desvelos, que ante sus ojos, siempre será la criatura más hermosa, hoy y siempre.
-Necesitaba pensar- Dijo sin ningún tipo de expresión en su rostro pidiendo a cualquier dios que la conversación terminara pronto-.
-Bueno yo también necesitaba pensar- Respondió Mal desviando su mirada al cielo estrellado y a la Luna que alumbraba todo a su alrededor-.
-Podrías al menos haber traído algo para abrigarte- Se encogió en su lugar cuando sintió una brisa atravesar los huesos-.
-¿Por qué siempre se arruina todo? – Hablo Mal captando la atención de la pelinegra-.
-¿Qué?-.
-Siempre que creo que todo va bien, algo lo arruina –Suspiro tapando su cara con sus manos – Estoy cansada, solo quiero tenerte a mi lado, que seamos felices ¿Es mucho pedir?-.
Su corazón se encogió al oír la desesperación en la voz de la chica frente a ella, y no lo negaría ella igual estaba estresada, ansiosa para encontrar la solución a todo esto.
-No es algo que controlemos Mal – Tomo asiento a su lado- Es el destino que tal parece no nos quiere juntas, quizás es una señal-.
-¿Una señal de que? –Mal volteo a verla con sus ojos inyectados de sangre debido al llanto- Porque yo no pienso renunciar a ti, no importa cuántas señales estén frente mío que digan lo contrario –Tomo el rostro de ______ entre sus manos acercándola a ella – Tu eres lo que yo quiero ¿Comprendes? No puedo renunciar a ti-.
-Yo tampoco quiero cariño – Su propia voz se rompía ante las emociones que la consumían- Pero estoy cansada de hacernos sufrir, yo tampoco puedo renunciar a ti, pero no puedo seguir si sé que ambas saldremos lastimadas, no quiero verte sufrir más – Tomo las manos de la ojiverde que se encontraban en su mejillas-.
-¿No me amas? – Su labio tembló ante la idea de perder a la única persona que realmente la ha amado-.
-Claro que lo hago –Pego su frente con la de Mal que ya no podía esconder su llanto- Amarte es lo único que sé, es lo único de lo que estoy segura en esta vida-.
¿Pero como puedes jurar amar a alguien cuando lo único que haces es causarle sufrimiento? Si de esa forma trabaja el amor es realmente cruel.
-Entonces no te alejes, duele más tenerte lejos que cualquier cosa que pueda pasar – Se escondió en su cuello tomando el aroma natural de ______ que tanto le gustaba-.
-¿Y qué haremos? Ben piensa que lo amas – Dijo______ manteniendo las manos de Mal entre las suyas-.
-No es así – La duda creció dentro de la pelinegra ¿Cómo que no era así? – Hable con él después del baile, extrañamente fue comprensible, entiende que no puedo obligarme a mi misma a amarlo-.
