El amor en tiempo de fútbol. |One Shots.

You & Me.| Luca Zidane.

Ella salió del cuarto al parecer llorando, malditas mujeres, mentirosas y buenas actrices.

La historia fue hace diez años, yo era un inocente niño de siete años, papá estaba fuera por un juego y había una fuerte tormenta; al principio quise ser valiente pero el miedo pudo más y fui a buscar a mi mamá. Que sorpresa me llevé cuando encontré a otro hombre en la cama de mi papá. Mamá lo besaba y cuando se dio cuenta de mi presencia tomó su bata y se la puso a toda prisa, comprendí todo en un instante, mamá estaba engañando a mi papá. Recuerdo también a papá llevándome con psicólogos porque yo no soportaba la presencia de mi madre en la misma habitación que yo, tenía vergüenza de llamarla mamá.
Jamás le dije a papá sobre nada de lo que vi aquella noche, amaba con tanta fuerza a esa mujer que no me hubiese creído, además yo no me sentía capaz de quitarle esa felicidad y convertir su vida en un infierno y tampoco podía destruir la vida de mis hermanos, mejor la odiaría en silencio y para siempre.

...

Estaba entrenando, la competencia mundial Sub-17 estaba cerca y necesitaba estar en mi mejor momento ya que era casi un hecho de que la selección me llamaría para ser el portero titular, como ya lo había hecho en años anteriores.

-Chicos, hoy los dejaré ir temprano con la promesa de ir a correr al parque mañana en la mañana, ya saben que me daré cuenta si van o no -dijo el entrenador, todos asentimos y fuimos a nuestro pequeño vestidor.

A diferencia del vestidor del primer equipo el de nosotros solo eran unos lockers con bancas, aunque siempre estaban vacíos.

Me duché rápidamente y me vestí con unos jeans y una playera blanca, mis deportivos rojos y me campera negra.

-Papá, soy Luca, ya salí del entrenamiento pasa a recogerme cuando puedas, por favor -dejé un mensaje en su celular.

Caminé a la cafetería, siempre me tocaba esperarlo una, dos o hasta tres horas, pero eso era mejor a que viniera Veronique por mí.
Pedí un sandwich y una botella de agua Voss, me senté en una silla a esperar mi orden.

-Hola -escuché una voz frente a mi.
-Que onda -respondí sin quitar la mirada de mi teléfono.
-¿Eres el hijo de Zinedine Zidane? -subí la mirada, era una chica.
-Si -respondí un poco abrumado.
-¿Podrías darme tu autógrafo? -preguntó ella sosteniendo una libreta y un marcador.
-Claro -esbocé una sonrisa. -¿como te llamas?
-Lilly, Lilly Evans -ella extendió su mano y yo la estreché.
-Soy Luca Zidane -rodó los ojos, lo cual me hizo soltar una carcajada.

En su libreta puse mi autógrafo y la leyenda "Con cariño para Lilly", ella leyó las palabras y se sonrojó un poco.

-¿Quieres sentarte? -pregunté, -puedo traerte algo de comer, yo ya pedí un sandwich.
-No, gracias, ya comí -
-De verdad -
-Lo juro, ya comí, muchas gracias pero si me sentaré un momento -

En ese momento algunos de mis compañeros entraron a la cafetería, incluyendo a mi mejor amigo Ari, bueno se llama Ignacio pero le decimos Ari por Arijón, su apellido. Él, al verme con Lilly sacó su teléfono y nos hizo una fotografía.

-¿Son tus compañeros? -preguntó ella al ver como ellos nos hacían corazones con las manos y me mandaban besitos.
-Si, no les hagas mucho caso, son unos tontos -ella rió un poco.
-Se nota -pero entonces Omar apareció frente a nosotros.
-Hola, Zidane, hola, belleza -besó la mano de Lilly. -soy Omar, compañero de él.

Tomó una silla y se sentó a platicar con ella, que parecía un poco incomoda con su presencia, yo terminé mi sandwich y escuché su platica con más atención, Omar era un idiota ¿como se ponía a contarle a una chica de la vez que cambió un neumático?
Mi teléfono timbró, era mi papá. Cancelé la llamada, pues siempre llamaba cuando ya estaba afuera.