«Flores ¿Son bonitas, verdad? Cada una de ellas tiene un significado distinto, y se encargan de transmitir las palabras que las personas no son capaces de pronunciar en voz alta»
.
.
.
.
.
.
.
Los personajes de esta historia no me pertenecen...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Aviso previo a la lectura Se tratan temas como la muerte y el duelo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Kageyama Tobio tiene numerosos defectos en su forma de ser, ya sea por su carencia de agudeza en los aspectos sociales, por tener un temperamento sin una destacable cantidad de tolerancia, incluso por su
Sin embargo, hay una gran virtud en su forma de ser, su tenacidad.
Aquella característica de su personalidad fue la responsable de que lograse salir adelante frente a sus problemas, con la constancia y el esmero de que, si no se rendía, iba a lograr llegar a la cima de sus objetivos.
No obstante, esta cualidad tomó poder de una forma perjudicial en su comportamiento frente a su entorno y sus compañeros, en especial en la manera en la que aquel pelinegro decidió sobrellevar sus sentimientos.
A su corta edad, en el transcurso de su preadolescencia hasta su adolescencia, había experimentado situaciones que marcaron su mente de una forma dolorosa.
Para empezar, sus padres nunca destacaron por su gran presencia en la vida del ojizafiro, pero aquel niño nunca se quejó de ello, ya que con la presencia de su hermana y su abuelo, esos detalles eran casi ajenos a él.
Seguido de ello, la decisión de abandonar el volleyball por parte de la que era entonces una de su pilar de apoyo, había significado para un pequeño como él, quién solo tenía aquel deporte y su familia en la cabeza, una sensación de vacío.
Más, la mayor responsable de tal drástico cambio en él había sido la pérdida de su imágen a seguir, de su referente, la única persona que hasta ese entonces comprendía la pasión que sentía por el volley, Kageyama Kazuyo.
Al comienzo de la enfermedad de su abuelo, sus entrenamientos iban siendo reducidos poco a poco, pero aún así miraban juntos los partidos, pero a pesar de aquellos intentos por parte de aquel peliblanco para que su nieto no notara su falta, no pudo ocultar como su estado empeoraba a gran velocidad, hasta que lamentablemente llegó el momento en el que no fue capaz de evitarlo.
La desolación que sintió al comienzo de su duelo era inexplicable para él, quién estaba acostumbrado a su compañía en la mayor parte de sus días. Aquel solitario chico no sabía definir lo que estaba sintiendo, desconocía en aquel entonces lo que representaba un duelo, y sus diferentes fases, en especial la ira.
