Rivalidades

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Como imaginar que aquellos mejores amigos y hermanos acabarían por experimentar una de las peores situaciones que ya de por si siendo adulto hieren, ahora a tan corta edad te arrebatan el alma.

Anubis lloraba desconsoladamente a las orillas del río Nilo, el sitio para ese entonces era muy solitario así que nada impedía el que dejara salir su dolor.

Hace unas horas atrás había escuchado detrás de la puerta a sus padres discutir, no era nada nuevo para él ya que casi siempre su madre era quien estaba en desacuerdo con su padre en algunas cosas y eso llevaba a las discusiones. Hubiera preferido irse para no tener que escuchar lo que vino a continuación.

- ¡Anubis no puede seguir perdiendo tiempo yendo a quien sabe dónde! ¡Tiene que seguir preparándose!

- ¡Él tiene derecho a hacer su vida, a disfrutar de su infancia. No tiene porqué vivir lo que nosotros pasamos!

Su padre siendo dios de la guerra casi siempre lo había animado a irse con sus amigos y a decir verdad eso tenía muy animado al pequeño dios porque le daba a entender que su padre confiaba en su inteligencia y habilidades para defenderse en lugares desconocidos.

- ¡Estás haciendo de él un dios débil! ¡Pensé que siendo su padre serías más duro con él! ¡Horus está tomando más ventaja que Anubis!

- me tiene sin cuidado lo que haga mi sobrino, esto no es una competencia. No quieras iniciar rivalidades entre ellos

A ese punto Anubis no entendía porque su madre hablaba de Horus, si bien sabía que él sería el dios del Sol una vez crecería y él quería ayudarlo tan pronto se volviera faraón.

- ¡Por Ra! No se puede hablar contigo. De haber sabido que serías un pésimo padre hubiera dejado que Osiris lo criara, ahora mismo Anubis podría ser más fuerte que Horus

A ese punto noto que su padre estaba perdiendo la paciencia y decidió que era hora de irse, pero no lo hizo quería ver como acababa todo eso.

- Osiris no tiene ningún derecho sobre mi hijo. - contesto molesto, como si se estuviera conteniendo para no gritar y llamar la atención de los demás. Lo que desconocía es que Anubis llevaba rato escuchando.

- ¡Lo tiene y lo sabes, porque él es su padre! ¡Tú no! ¡No eres nada para él!

- ¡Pero yo lo crie como mi hijo! ¡Yo soy más padre de Anubis que Osiris!

Un grito de sorpresa los hizo reaccionar y ambos se pusieron pálidos al darse cuenta que su hijo se había enterado de algo que habían jurado nunca decirle.

Anubis para su corta edad sabía perfectamente que estaba pasando y por eso fue más doloroso enterarse que quien creía su padre no lo era.

Regresando a la actualidad. Anubis no quiso escuchar sus excusas porque no había nada que esconder ya, todo había sido muy claro para él. Huyó del templo bajo las miradas de los dioses egipcios que seguramente ya sabían su desgracia quizás desde que había nacido lo sabían y nadie dijo nada. Ahora mismo se preguntaba, ¿Qué pensarán sus amigos de él? ¿Horus también la pasaría mal cuando se entere que son hermanos?
Muy en el fondo esperaba que eso los volviera más unidos a Horus y a él porque serían medios hermanos después de todo y tendrían que apoyarse.

Un ruido tras sus espaldas lo hizo levantarse rápido únicamente para encontrarse con Horus que tenía el semblante muy serio para un niño de su edad. Anubis en su inocencia pensó que era una manera de expresar que también estaba herido porque el escándalo que armaron sus padres lo escucharon todos.

- Horus, hermano yo ...

Sus palabras fueron cortadas cuando Horus lo abofeteó

- no me llames de esa manera, bastardo

- pero... Horus...

- es tu culpa. - empezó a decir con rabia. - es tu culpa que mi padre este muerto y sólo pueda verlo cada cierto tiempo, ¡El que nacieras provocó su muerte!

- yo no tengo la culpa de nada... - Anubis empezó a derramar lagrimas mientras sobaba su mejilla que ardía por el golpe.

- ¡La tienes! ¡No tienes idea cuánto te odió ahora mismo! ¡Quiero matarte porque es eso lo que te mereces!

Un nuevo golpe mando al suelo a Anubis que estaba distraído y dolido por cada palabra del que considero su amigo y hermano.

- ¡Horus! ¿Qué estás haciendo?

Dos niños llegaron apresurados al lado de Anubis. Xolotl fue el que se acercó a revisar a su amigo y se le escapó un gruñido el ver sus mejillas rojas causadas por los golpes. Por otro lado, Cerbero estaba confrontando a Horus por esa forma cruel de ser con Anubis.

- ¿Qué te pasa? ¡Son familia! No tienes porque ser así con Anubis. - reclamó.

- mejor no te metas Cerbero, esto es un asunto entre él y yo

- ¡Claro que me meto porque está no es manera de solucionar las cosas!

- ¿Así? ¿Entonces vas a dar la cara por un bastardo? Porque eso es lo que él es

- ¿De qué estás hablando ahora? No des excusas tontas únicamente para sentirte con el derecho de tratarlo como quieras

Eso detonó en Horus la poca paciencia que tenía y grito en la cara de todos lo que había descubierto ese día, se paso también insultó a Anubis para dejar salir el dolor y la ira que traía acumulada.

Cerbero y Xolotl tenían cara de que no podían creerlo, pero él que su amigo no desmintiera a Horus sólo le daba la razón a lo que les había dicho, pero no había acabado, al menos no para Horus.

- ni él ni tú tienen la culpa de lo que sus padres hicieron. - comentó Cerbero. - estás siendo injusto

- no me digas que hacer, perro. - comentó con desagrado. - me queda claro que vas a estar de su lado

- sólo estoy del lado de lo que es justo. - respondió pero no salía de la sorpresa de que lo hubiera llamado de esa manera.

- ¡No insultes a Cerbero! - ahora Xolotl le reclamó.

- Guarda silencio tú también pulgoso, no estás en tu territorio

Cerbero podía tolerar que lo insultara, pero que se metiera con sus amigos no.

- no te metas con ellos, no te golpeo porque no voy a ser como tú

- ¿Enserio ibas a pegarme? Qué considerado eres al no hacerlo. - el sarcasmo quedó perfectamente marcado. - ahora veo que son tal para cuál dos son bastardos. - miro a Xolotl y Anubis. - y otro olvidado por sus padres con el único objetivo de seguir las órdenes de dioses. - ahora miraba a Cerbero como si fuera poca cosa.

- ya ha sido suficiente, si no tienes nada más que decir entonces nos vamos

- ya he terminado, no quiero volver a verlos nunca sólo serán un mal recuerdo del grave error que cometí

Cerbero intercambio mirada con Xolotl que ya había ayudado a Anubis a ponerse de pie para irse de ahí.

- concedido, nosotros tampoco queremos tener algo que ver contigo. Nunca fuimos y nunca volveremos a ser tus amigos. - más que aclaración fue una promesa.







Desde ese día todo recuerdo que estuviera implicado con Horus fue borrado por los tres amigos.

Xolotl y Cerbero estuvieron siempre cerca de Anubis mientras procesaba y aceptaba su nueva realidad. Tuvo problemas para volver a confiar en sus supuestos padres que se separaron luego de ese día, pero al final decidió quedarse con su padre, el único que conocía y quería como tal ya que era el único que pareció entenderlo y es que tampoco podía ver a Osiris como su padre, tampoco quería más problemas con Horus.

Si bien a veces se sentía sólo estando en Egipto sabía que tenía dos buenos amigos que estarían con él en las buenas y en las malas. Horus ya era cosa del pasado, no iba a desperdiciar la vida lamentose por un odio del cual no tenía culpa. Con la frente en alto corrió al río Nilo dónde ya Xolotl y Cerbero lo esperaban porque ahora sólo le interesaba ese nuevo mundo por descubrir.





Datos:

Cerbero: 13 años

Anubis: 10 años

Horus: 9 años

Xolotl: 8 años

Amistad De Tres (One Shorts)Where stories live. Discover now