Pequeños Milagros

Interludio: Unión Profana III

El capitulo doble se retraso pero por fin logre terminar este y lo hice extra largo. 

oOo

Gwen Stacy realizó una graciosa voltereta hacia atrás en el aire y aterrizó en la cima de uno de los muchos rascacielos que salpican el paisaje urbano. El cielo estaba puro y libre de nubes, y las estrellas del cielo de medianoche se mezclaban con las luces de los rascacielos resplandecientes en la distancia para crear un lienzo de luz y color en la oscuridad. La descarga de adrenalina de Gwen todavía estaba en su punto máximo, a pesar de que ya había pasado más de una hora balanceándose de un edificio a otro. Se imaginó que así se sentían los paracaidistas cuando saltaban de un avión por primera vez, puro vigor, dejando que todas sus preocupaciones y tensiones se desvanecieran mientras la gravedad los guiaba hacia abajo. Por supuesto, a diferencia de ellos, ella nunca tuvo que preocuparse por las caídas, por lo que durante toda la noche siguió balanceándose, confiando únicamente en sus nuevos instintos para guiarla y sin importarle en absoluto a dónde iba.

Ella todavía no podía creerlo. Más de una hora de columpiarse y deslizarse por la ciudad y no estaba cansada en lo más mínimo. Sin mencionar las hazañas acrobáticas que podía realizar mientras saltaba de un edificio a otro cada vez que aterrizaba. Los acróbatas de trapecio entrenados no podían compararse con sus habilidades, y eso solo estaba rascando la superficie en cuanto a qué más podía hacer con su nuevo amigo simbiótico. Estaba mareada de anticipación ante la idea de probar cualquier otra cosa que estuviera en su nueva bolsa de trucos.

Sin embargo, cuando se detuvo para observar la vista del horizonte de Nueva York, se dio cuenta de que abstenerse de elegir un destino era una mala idea. Estaba mirando a Nueva York desde un punto de vista completamente diferente, en el aire desde los tejados en lugar de caminar sobre el suelo como un ser humano normal. Era como cambiar un mapa mental que había usado durante años por uno que nunca antes había estudiado, y estaba confundiendo su sentido de la orientación.

- Espera un segundo, ¿Dónde estamos?-  Gwen se preguntó a sí misma, sintiéndose un poco avergonzada de que su pequeña aventura pudiera haber resultado en perderse en la ciudad donde residía.

La voz en su cabeza se apresuró a responder esa pregunta, e instantáneamente se dio cuenta de que no era un accidente o una coincidencia que su telaraña la guiara aquí. Dado que Gwen nunca eligió en qué dirección deseaba ir, el simbionte tomó la decisión por ella.

"Disculpas, querido anfitrión. Estabas tan atrapado en la emoción y el subidón de adrenalina de nuestra experiencia de balanceo web, que habías olvidado elegir un destino fijo a donde deseabas llevarnos. Antes de que digas algo, no te obligué  a que  vengas a esta parte de tu ciudad".

- ¿Qué quieres decir con eso?- preguntó Gwen.

"Piensa en lo que subconscientemente querías, lo que NOSOTROS queríamos. Deseábamos probar nuestros nuevos poderes, nuestro nuevo cuerpo hermoso, y nuestra mente unida concedió ese deseo al llevarnos aquí. Tal vez tu oscilación aleatoria de la red no fue tan aleatoria después de todo . Deberías saber dónde estás ahora mismo, ¿no es así?"

Mientras miraba más de cerca los diversos edificios y calles debajo de ella, la respuesta llegó lentamente a ella. A juzgar por los puntos de referencia de los alrededores, parecía que el simbionte eligió el distrito Meatpacking como su destino, y aparentemente uno de los callejones más deteriorados del vecindario. Era pintoresco y atractivo durante el día, pero por la noche era una historia diferente. Los callejones oscuros o los edificios abandonados en ruinas eran puntos de acceso frecuente, lugares de reunión o guaridas para matones de mala muerte o delincuentes de poca monta, perfectos para su objetivo de probar sus poderes. Debería haber sido obvio que el simbionte la llevaría allí.