13. Dónde está el amor, del que tanto hablan.

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Así que mira dentro de mis ojos una vez mas.
Así nunca olvidaremos como éramos antes.
Aún vale la pena luchar por esto
Un amor que quiere vivir.
Te daré todo lo que tenga para dar
Aún vale la pena luchar por nosotros.

—My Darkest Days (Still Worth Fighting For)

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Lo último que necesitaba en estos momentos era un cadáver rosado y sangre en sus manos.
Imagina lo que haría la forma de vida perfecta si el amor de su vida estuviera muerta. Tan solo imagina.
Podía apostar incluso que lo desollaría vivo o alguna cosa peor que le pasara a los pobres infelices que se atrevieran a tocar un pétalo de su amada rosa.

—¡¿Quieren explicarme qué demonios está pasando?! —un Eggman furioso entró a la habitación, dicha habitación era una especie de centro médico, más que un laboratorio superficial, ahí había un ventanal enorme donde podía observar a través de el los procedimientos que se llevaban a cabo en los experimentos de sus muchas creaciones, tanto roboticas como no mecánicas, porque no era un secreto que había incursionado favorablememte en el campo de las inteligencias artificiales y androides, fueran humanos o animales.

—No estamos seguros doctor, el objetivo era solo capturarla, pero en cuanto estuvo dentro de la nave se desmayó. —respondió otro pequeño robot fiel lacayo al doctor.

—¡Maldición! No podemos arriesgarnos a asesinarla, es solo el señuelo para las verdaderas ratas que deseo aniquilar. —¡¿En dónde está Margot?! Esa maldita halcón robotica...

—Me temo que se fue tan pronto como llegó, solo dejó a la señorita Rose en el suelo de la nave y se fue.

Eggman no dijo nada más, su ceño fruncido y enojo eran palables, hasta que su lacayo lo sacó de su silencio.

—Entonces... ¿Qué hacemos con ella, doctor?

El hombre se llevó una mano a la espalda y con la otra jugueteaba con su gran bigote, sopesando las opciones. Sin duda, por más que quisiera muertos a Sonic y sus amigos, este no era el momento, pues que algo malo le sucediera a Amy Rose bajo su mando podría echar a perder todos sus planes y conducirlo a una muerte prematura.

—Háganle pruebas y administren medicamentos si padece deshidrtacion o si esta solo en estado de shock. Me quedaré aquí, quiero asegurarme que está fuera de peligro por ahora.

Los robots asintieron y pusieron manos a la obra.
Amy yacía inmóvil sobre una cama de prueba compuesta de un frío y duro metal, según las primeras revisiones, su respiración era constante pero los latidos de su corazón muy lentos.
Amy fue sustraída de la cama y acomodada de manera que pudieran pasar una especia de cámara hiperbárica, solo así obtendrían de manera precisa los resultados que arrojaran algo sobre el estado de la erizo.

Eggman estaba atento a los monitores y la pantalla, visualizando los datos de oxigenación, estado de la sangre, descarte de traumatismos cerebrales y...

—Un momento, espera, espera... ¿Qué es eso? —el doctor se acercó más a las pantallas frente a él, examinando de cerca.

—Parece una especie de conjunto de células en desarrollo.

Eggman se quedó en silencio unos segundos mirando boquiabierto el monitor.

—Porfavor dime que es un tumor.

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La lluvia ya había apaciguado por suerte, lo que les permitía moverse con mayor agilídad y visión.
Los charcos de agua dibujaban su presencia y al mismo tiempo se dejaban partir por el patinar y el correr de un par de erizos, salpicando todo a su paso.

The Sharpest Lives || TITANIUM 》 ShadAmyWhere stories live. Discover now