18. 𝘔𝘪 𝘥𝘶𝘭𝘤𝘦 𝘓𝘪𝘹𝘪𝘦.

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N/A; El diálogo en formato cursiva es inglés y no Coreano como el resto de los diálogos de la historia son por defecto

***

Sus dedos fríos corrieron por sus costillas, deslizándose hacía su estómago hundido antes de quedarse ahí, presionando su palma entera sobre él. Sus ojos vacíos se clavaron en su reflejo de espejo, y se preguntaba por qué no se podía ver como todos lo veían... Tantas veces le han dicho lindo, bello, precioso, hermoso, delgado, tantas veces lo llenaron de halagos y cumplidos pero él siempre pensó lo opuesto. Perdido en sus pensamientos, nunca se dio cuenta de que un par de brazos envolvieron su cintura desnuda mientras que la cabeza de la chica más baja se apoyaba contra su hombro.
Ya no pienses más.—la voz femenina con un claro acento australiano dijo en el silencio que los sofocaba, haciendo que su hermano suspire.
Rachael...—la voz profunda del castaño con el mismo acento murmuró.—¿Cuándo entraste en mi habitación?
—Recién. Y te vi. Ya no pienses más, Felix. Eres hermoso.
—Tú tan bien que yo sabes que no es tan fácil.

Felix se alejó de los brazos de su hermana, yendo a ponerse un buso para cubrir sus inseguridades abrumadoras, sintiendo la mirada de la mayor clavada en su espalda.
Lo sé... Pero no me gusta verte sufrir.
—¿Y qué hay de Olivia? Ella está en un peor estado que yo.
—Acabo de verla. Está con mamá... Todas estamos preocupadas por ti, Lix.—eso hizo que Yongbok se volteara a verla, frunciendo el ceño en confusión.
¿Por qué?
—Porque sólo piensas en nosotras. Siempre en nosotras, nosotras, nosotras, ¿y tú qué? Ya no comes, no duermes. Desde el accidente te culpas a ti mismo. ¿Tus amigos siquiera saben algo de todo esto aparte de lo obvio?
—Jisue-nuna, para.—el castaño dijo, optando por el Coreano para regañar a su hermana mayor.
—Yongbok-ah...
¿Por qué lo haces?
—¿Qué quieres decir por qué?—Rachael preguntó, como si la respuesta fuera obvia, continuando la oración en su segundo idioma.—Porque te amo, idiota.
—Yo también te amo... Por eso quiero que solo- me dejes hacer lo que hago mejor.
—¿Destruirte a ti mismo?
—Rach...
—Mamá hizo tu comida favorita...
—Basta.
—Felix, porfavor.
¡NUNA VETE!—Jisue, o Rachael, se sobresaltó, tragando con dificultad mientras intentaba procesar por qué Felix se había alterado tanto.
—Está bien...—la chica castaña dijo, saliendo de la habitación apresurada, y solo fue cuestión de segundos para que otras dos chicas entrarán.

Felix, cariño, ¿qué fue eso? ¿Por qué le gritaste a Rachael?
—Estoy bien, vayan a cenar, mamá.
—Lixie...—la más joven dijo tímidamente, mirando a Felix con ojos asustados mientras se acercaba cautelosamente.
Livvie... Hey...—Felix dijo con dulzura mientras observaba los ojos rojos y llorosos de su hermana menor.—Jimin-ah, ¿por qué lloras?—Olivia sólo sacudió la cabeza.
—No lo sé, oppa...
—Estuvo así todo el día...—dijo su madre, suspirando.—Yongbokie, ¿no tienes hambre?
—No.
Lixie ¿por qué no comes? ¿Por qué le gritaste a Rachie?
No es nada, Liv. Son... Manías de tu hermano.
—¿No vienes con nosotras?
—Luego me uno, ¿sí? Quiero estar solo...—Su madre suspiró de vuelta, tomando la mano de Jimin, u Olivia, antes de salir de la habitación, dándole a Felix su espacio. El joven se acostó en su cama, ojos vacíos sin emoción alguna fijados en la nada mientras sentía su teléfono vibrar sin cesar. No sabía en qué punto decidió agarrarlo para ver quién le escribía, y suspiró en irritación al verlo. Se sentía culpable, ellos eran sus únicos amigos, así que ¿por qué le molestaba tanto? Leyó los mensajes con aire desinteresado, Seungmin sólo les estaba preguntando si querían salir y nadie estaba disponible. Felix no contestó y bloqueó su celular, hasta que empezó a vibrar incesantemente una vez más.
Puta madre, ¿qué quieren?

𝘠𝘰𝘶 𝘎𝘰𝘵 𝘔𝘦 𝘍𝘦𝘦𝘭𝘪𝘯𝘨 𝘓𝘪𝘬𝘦 𝘈 𝘗𝘴𝘺𝘤𝘩𝘰.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora