-¡Buenas Kae, Rosaria!- saludé alegre mientras entraba a la taberna junto a mí acompañante de pelos rojos.
-Kei, maestro Diluc, que gusto es verlos de nuevo.- saludó Kaeya haciéndome señas para que me sentara junto a ellos frente a la barra.
-Keila, tiempo sin verte, ¿Cómo ha estado todo?- preguntó Rosaria en modo de saludo cuando me senté.
-Dentro de lo que se puede bien.- si, lo sé mentí, pero si decía que todo habia estado horrible me iban a preguntar el porqué y realmente no quería dar explicaciones de todo lo que había pasado, preferia quedarme callada y ahorrarme las molestias. -¿Ustedes cómo han estado?, ¿Mucho trabajo?
-Ni que lo digas, estoy podrido de matar Hilluchurls. No puedo dar ni dos pasos y ya hay un campamento lleno de Hilluchurls nuevo, ¡Nuevo!- exclamó cansado el moreno mientras tomaba su bebida que muy probablemente tenía bastante alcohol.
-Yo estoy con lo mismo de siempre así que realmente no tengo mucho problema.- respondió Rosaria con tono bastante indiferente.
-A mí casi me despiden por llegar tarde...Otra vez- mencioné entre risas. Siempre se me hizo gracioso el hecho de que la única queja que tenía el gremio sobre mí persona era mí gran impuntualidad.
-¿Por qué no me sorprende?- dijo en modo de burla Diluc, quién se encontraba haciendo unos tragos detrás de la barra.
-¡Ey! No es mí culpa que el despertador no suene.
-Yo solo estoy escuchando excusas, ¿Verdad Rosaria?- dijo Kaeya mientras reía.
-Totalmente.
-Yi sili istiy esuchindi excusis.- imité lo reciente dicho por mí amigo fingiendo estar ofendida al ver cómo todos se habían puesto de acuerdo para molestarme, solo para terminar logrando que todos rieran. -Luuuc, ¿me pasas una botella?
-Toma, solo ten cuidado en no pasarte de copas.- dijo mientras sacaba una botella de debajo del mostrador y me la daba.
-Pffff, ¿Yo? Jamás.- contesté para luego abrir la botella y servirme su contenido en un vaso. -Volviendo al tema de los Hilluchurls, en Liyue también han estado multiplicando su población, que raro...¿Tienen alguna idea de el por qué puede ser?
-Tal vez se están preparando para hacer algún movimiento importante. De todas maneras no hablemos de eso y pasemos mejor a otro tema más entretenido.- sugirió el capitán de la caballería con un tono de voz que desbordaba cansancio.
-Tenés razón... ¿Recuerdan la foto que les mandé hace poco? Bueno descubrí algo muy turbio sobre ella.- dije ocultando con mí mano la sonrisa pícara que estaba apareciendo en mí cara.
-¿Que foto? Yo no recibí ningu...Oh.- Kaeya no pudo decir nada ya que lo Interrumpí al apenas escuchar la palabra "foto".
-¡La de tu culo y mí choto!- Exclamé ruidosamente mientras pegaba mis manos contra la barra.-¡Si! ¡al fin! ¡Cinco años, cinco años intentadolo y al fin caíste!
-Te regalaste.- le dijo Rosaria riendo por mí exagerada reacción.
-Bien jugado, supongo que perdí la apuesta, que lástima.
-¿...Que apuesta? ¡No, no, espera!- dije rápidamente al descubrir la verdadera intención de su comentario.
-La de tu culo y mí cresta.
-¡No! ¡Es injusto! Ni siquiera rima.- proteste al ver cómo había caído...Otra vez.
-Siempre caes, que predecible.- contestó riendo mientras se servía de nuevo vino en su copa.
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If You Really Love Me, Then Why? [Tartaglia X Oc]
Fanfiction¿Como ves? Lo que nos paso, aunque haga que no, me está preocupando. Y a la vez verte sonreír, tu sonrisa al mil siempre te distingue. El placer de hacer exacto lo incorrecto, la maródica alegría de oponernos ante el resto. Yo te diré lo que podemo...