Un ruido de sorpresa escapó de los labios de Julián cuando sintió el cuerpo de la chica contra el suyo, y los brazos de Sol atrapándolo en un abrazo que le brindaba una sensación de calidez y confort— Va a ser un placer usarla, me encanta Julián, obvio que me la voy a poner hoy, te lo prometo. —dijo en un susurro provocándole escalofríos al cordobés, que no podía dejar de sonreír— Gracias, de verdad, me encanta y la voy a cuidar muchísimo. —le aseguró, finalmente rompiendo el abrazo para alejarse un poco y mirarlo con una sonrisa cálida. Una risita brotó de los labios de Sol cuando vio que Julián trataba de reprimir el bostezo— Creo que el té ya está haciendo efecto, anda a descansar Juli, tenes un día importantísimo por delante.

Asintiendo, Julián se levantó, no pudiendo evitar la sonrisa tonta que se formó en sus labios al ver la delicadeza con la que Sol guardaba la camiseta en la bolsa para que no se ensuciara ni nada— ¿Hoy vas a estar en el palco con tu hermano, Benjamín y la familia de Lio? —al ver que Sol asentía, el chico sonrió otra vez— Nos vemos después del partido entonces.

— Nos vemos Juli, mucha suerte para hoy.

Y dedicándole una última mirada, el cordobés se encaminó hacia la habitación que compartía con Enzo, sin ser capaz de borrar la sonrisa tonta de sus labios.




AL ENTRAR AL PALCO, Sol notó que el estadio ya estaba que explotaba de gente cuando aún faltaban unos minutos para que los jugadores salieran a hacer la entrada en calor. Algo que contrastaba con los partidos anteriores donde incluso para el momento de los himnos muchos asientos estaban aún vacíos, porque muchos hinchas llegaban justos para el inicio del juego.

Una vez más, la chica se encontraba pintando unas banderitas en los rostros de los hijos de Lionel Messi, a diferencia de ella que tenía glitter en sus pómulos con los colores de la Selección Argentina.

— Che tía, ¿me haces una bandera a mi también? —Benja se acercó a ella, señalando su cachete derecho con una sonrisa.

— Dale, termino con Thiago y te la hago.

Mientras la chica estaba terminando con eso, el Kun por su parte se encontraba hablando con Antonella y el resto de la familia de Lionel. Sol sonrió al ver que una vez más Antonella tenía la camiseta del diez en la versión suplente, la misma que había usado durante todos los partidos a excepción del primero contra Arabia Saudita. Claramente Sol no era la única con una cábala que involucraba camisetas en ese palco.

— Ahí salen para el calentamiento. —dijo el Kun llamando la atención de Sol que terminaba de pintar en el rostro de su sobrino. La chica se colocó de pie acercándose al cristal para observar cómo los jugadores salían a la cancha portando el equipo de entrenamiento, siendo encabezados por Lionel Messi, a quien todo el público ovacionó ni bien pisó la cancha— Me estoy cagando de los nervios. —Sol soltó una carcajada al escuchar el comentario del Kun— No te rías boluda, posta lo digo, anoche no dormí un culo de los nervios.

Y Sol tampoco había podido dormir demasiado, pero por motivos completamente diferentes a los de su hermano. Después de la charla con Julián, cuando había llegado a su habitación, la chica se había quedado durante varios minutos simplemente observando la camiseta que el cordobés le había regalado, una sonrisa dulce en sus labios y sus ojos vivaces, sin poder dejar de recordar la ternura que le había generado ver al jugador todo nervioso. Y cuando finalmente se había acostado, no había dejado de moverse de un lado para el otro en su cama, el rostro sonriente de Julián aparecía una y otra vez en su cabeza, robándole el sueño por completo.

— Creo que estamos todos en la misma Kuni. —fue lo único que dijo la chica con diversión. Su mirada volviendo a recaer en el campo de juego, encontrando las figuras de Julián y Enzo que estaban solo de pie, mirando a su alrededor como si estuvieran buscando algo o a alguien. Una sonrisa apareció en sus labios cuando su mirada se cruzó con la de ambos jugadores, notando como sus rostros se iluminaban al encontrarla, sobre todo el de Julián, y como ambos alzaban su brazo para saludarla. Soltando una risita, Sol devolvió el saludo, notando como finalmente los dos ex jugadores de River comenzaban con el calentamiento.

DAYLIGHT | julián álvarezΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα