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Era una fría noche de invierno, nevaba fuera del hogar, dentro de este, dos familias felices se encontraban festejando la navidad de manera alegre y pacífica, era la primera navidad de sus hijos en dónde la pasaban juntos, el pequeño Andrés y el pequeño Gonzalo se miraban con curiosidad y confusión, aunque las ganas no faltaron y comenzaron una charla en dónde con tan poco tiempo ellos confiaron entre si y comenzaron a jugar alegres.

Los padres de ambos menores se encontraban en la cocina preparando la cena navideña mientras que los pequeños estaban en la habitación de Andrés, jugando con todo tipo de juguetes que había en aquel cuarto, cuando decidió hablar Gonzalo.

Raptor: oye Andrés, tienes un cuarto muy bonito, es muy azul..! -viendo el lugar asombrado-

Sparta: a mi papá le gusta el azul como a mi, por eso decidimos que sería azul mi cuarto..! -sonríe-

Raptor: oh.. -sonríe-. A mí me gusta el rojo!

Sparta: wow, ese es un color muy bonito!

Raptor:: verdad que sí?! -alegre-

Ambos niños siguieron la charla tranquilamente, hasta que escucharon al padre del pelirrojo hablarles y salieron corriendo de la habitación para ir donde sus padres, al llegar el padre del chico comenzó a vestir a este con su ropa de invierno.

Sin hacerse de esperar, el papá de Andrés procedió a hacer lo mismo, ambos niños confundidos pero curiosos solo se dejaban vestir hasta que se vieran como albóndigas de prendas vivientes, dos albóndigas tiernas, redondetas y con patitas, ambos padres toman de la mano a sus hijos y sin más salieron al patio para jugar con la nieve.

Los niños al ver aquello salieron corriendo a la nieve y comenzaron a jugar con esta, entre los dos hicieron un muñeco de nieve que a los poco minutos tenía un amigo con el cual jugar, los niños se la pasaban genial ahí afuera entre risas y sonrisas, el vapor saliendo de sus boquitas y narices no importaba si se divertían.

Sparta: Gonzalo, juguemos a las guerras de nieve..!

Raptor: a las guerras de nieve..?, Cómo se juega eso?

El pequeño castaño tomo en sus manos algo de nieve y formó una pequeña pelota entre sus manos y se la lanzo al chico pelirrojo.

Sparta: así -rie levemente-

El pelirrojo sorprendido, sonrió con malicia, hizo lo mismo que el castaño y le arrojó la bola de nieve al chico la cual le cayó en la cara, entre risas, ambos comenzaron a lanzarse bolas de nieve entre ellos, poco a poco esto comenzaba a salirse de las manos y ambos comenzaban a molestarse de recibir las bolas de nieve en su cara.

Gonzalo decidió terminar con eso y se hizo en tan solo unos segundos un agujero en la nieve que lo ayudaba a esconderse de las bolas de nieve del castaño y podía lanzar las hacía el sin recibir ninguna.

Sparta: eso es trampa..!

El pequeño castaño, algo irritado ante el acto del pelirrojo, decide acercarse para ver lo que había hecho el chico, pero cuando se acercó, recibió una cantidad de nieve en su cara haciendo que caiga al suelo, lo que hizo que Gonzalo riera ante aquello.

Después de quejas y molestias entre ellos, sus padres deciden que era hora de volver adentro, lo cual ellos accedieron y volvieron dentro del hogar, sus cuerpos se comenzaban a calentar y eso los hacía sentir cómodos y satisfechos después de una dura guerra de nieve, se quitaron su ropa invernal y fueron dónde sus madres para ver un poco lo que hacían estás, cuando llegaron a la cocina vieron a estás charlando tranquilamente entre risas mientras cocinaban y terminaban la cena, parecía que se llevaban bien desde años.

A dres optó por jalonear un poco el pantalón de su madre para llamar su atención lo cual logro y está al ver a su pequeño entendió lo que sucedía, le sonrío con cariño y le dió algo de la comida para que esperara a la cena por mientras, Gonzalo al ver esto no quiso quedarse atras e hizo exactamente lo que su amigo Andrés había hecho, logrando su cometido tal cual había hecho Andrés, ambos algo satisfechos fueron a la sala para ver la televisión un rato mientras la cena se terminaba de hacer, hasta que vieron un programa donde dos personas se besaban.

Esto sorprendió a ambos pues jamás en su vida habían visto tal acto, se vieron entre ellos un rato hasta que decidieron cambiar de canal pues habían decidido que eso era de mayores, cambiaron a las caricaturas y en estás también salía de vez en cuando dónde una chica besaba al chico debajo de un trozo de hojas y algo rojo, dejando a ambos muy confundidos, no sabían lo que era aquello, pero preferían no saberlo, decidieron que ir a jugar de nuevo al cuarto del chico sería lo mejor por hoy, pero cuando iba a ir, vieron el mismo objeto que provocaba los besos sobre la chimenea, dónde se habían puesto los padre de Gonzalo, estos los vieron atentos y estos se daban un tierno y corto beso en los labios.

Esto asqueo a ambos y corrieron a la habitación de Andrés, pero en el camino de las escaleras, vieron otro colgado en estas y vieron a los padres de Andrés besandose, ambos se vieron con curiosidad, ¿porque todos hacían eso?.

Las caricaturas, los programas normales, hasta sus padres, la curiosidad les ganó y poco a poco se comenzaron a acercar el uno al otro, Andrés optó por besar su mejilla lo cual fue correspondido por Gonzalo quien beso su mejilla también, ambos satisfechos sonrieron entre ellos y se fueron a jugar a la habitación del más pequeño.

La noche prosiguió con gran normalidad, a excepción de que Andrés y Gonzalo cada que veían aquel trozo de hoja se daban besos en sus mejillas, intercambiando besos de esa forma, ambos sonreían ante aquello, sin saber exactamente lo que hacían o si estaba bien o mal, solo lo hacían porque todos lo hacían.

Todo gracias al muérdago.

Hola a todos y todas, soy Togui-fujoshi, soy nueva en esta app, así que espero mis historias sean bien recibidas, trataré de ser mejor escritora conforme pase el tiempo, nos vemos ^^.

~ℕ𝕚𝕟̃𝕠𝕤~ [Spartor][FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora