Capítulo 1: Extraño Maleducado

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El día de Izuku no podía ir peor.

Bueno, cada día era siempre peor que el anterior en realidad, así que tal vez no valía la pena mencionarlo. Para empezar, decir eso era una forma de olvidar que ayer había sido un mal día; un pobre intento de (convencer) burlarse de su cerebro por pensar que un día era el peor de su vida, cuando el mañana siempre llegaría con un nuevo desastre para él.

A decir verdad, el día de hoy estaba yéndole bien, quitando el hecho de que Izuku tropezara con sus propios pies de camino a la tercera clase de, literalmente, la primera semana del semestre. La caída provocó que se le saliera el corazón del pecho y el teléfono se le resbalara de los dedos. Culpa suya por comprobar dos veces si iba en la dirección correcta mientras caminaba. Culpa suya por tener agua en lugar de extremidades. Y sí, la pantalla se le rompió.

De acuerdo, hoy no iba bien; algo intermedio sería más acertado. No, Izuku no rompía la pantalla de su teléfono de seguido. Rompía otras cosas, como su brazo el año pasado porque se había caído por las escaleras.

A Izuku le gustaba ver el lado bueno de las cosas y convencerse a sí mismo de que, por lo menos, su teléfono todavía funcionaba. Sólo tenía que reparar la pantalla, lo que probablemente le costaría medio riñón y un ojo de la cara.

El lado bueno.

Recogiendo sus cosas y metiéndolas en la mochila, Izuku soltó un suspiro y deslizó su brazo por una de las correas de la mochila. Sus ojos verdes recorrieron a los estudiantes dispersos por el aula hasta recaer en el objetivo localizado a tres filas de distancia. Una castaña de pelo corto. Ella reía entre dientes por algo que otra chica decía mientras organizaba sus cosas dentro de su mochila. Su risa se mezclaba con el murmullo del resto mientras hablaban de sus planes para el día o discutían la clase de hoy.

Izuku se echó la mochila amarilla a la espalda y caminó hacia los escalones que conducían al aula. Se acercó a las dos chicas como se acercaba a todo el mundo, con los hombros encogidos, agarrándose con fuerza a las correas de su mochila y con los labios apretados en una fina línea.

Su presencia captó la atención de la chica de pelo largo primero, ya que ella estaba en medio. Sus pies se movieron durante un segundo en un intento de apartarse, pero se detuvieron al ver que Izuku se detenía en lugar de intentar pasar de largo. Los ojos de su amiga encontraron los de Izuku al cabo de unos segundos, por lo que Izuku consideró que le correspondía saludarlas y aclarar sus intenciones; es decir, tartamudear hasta la palabra más sencilla, compuesta por cuatro letras, antes de que su mente se quedara completamente en blanco sobre lo que venía a continuación o por qué se había acercado a ellas en primer lugar.

-Ho-Hola.

Izuku tragó saliva una vez, pero arena rozó su garganta en su lugar. Sus nudillos empalidecieron. Las cejas de la castaña se alzaron un segundo antes de que una sonrisa se apoderara de sus facciones.

-¡Hey!

Izuku respondió a su tierno gorjeo con una pequeña sonrisa, la cual se aseguró de dirigir también a su amiga cuando ella lo saludó.

No encajaba en la categoría de asocial, pero eso no significaba que Izuku fuera una mariposa social. Era su segundo año en la universidad, con una carrera que implicaba comunicarse con la gente, ya fuera ahora o en el futuro, y aún así le costaba entablar una relación estable con sus compañeros, y ni hablar de hacer un amigo. Era más bien al revés, con personas iniciando conversaciones que pueden o no convertirse en algo más en el futuro en lugar de que Izuku las originara. Así había sido también el año pasado.

Una vez más, eso no significaba que Izuku odiara hablar con los demás. Simplemente apestaba haciéndolo. Quería mejorar, por supuesto, y siempre intentaba entablar charlas casuales con quienquiera que se sentara a su lado en clase. Izuku apuntaba a que su vida de estudiante universitario brillara más que las de estudiante de secundaria y bachillerato, que nunca vio la luz al final del túnel.

escribí al rey explosivo asesino por accidenteWhere stories live. Discover now