⇨Castigo pt.1⇦

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No dejaron de observarse hasta que todos los demás alumnos salieron del salón. Sanemi fue el primero en romper el contacto visual, pero fue ya que no quería interrupciones por lo que cerró la puerta con llave, así nadie los interrumpiría.

—¿Ahora qué quieres, viejo?— se quejó mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho. —Tengo cosas más importante que hacer.

—Me vale una mierda lo que tengas que hacer, te quedas— se acercó de manera amenazante hacía el menor el cuál descruzo los brazos y se posicionó de manera desafiante. —Te dije claramente que no comieras en mi clase, que vistieras bien en mi clase y que no hablaras en mi clase, y rompiste todas esas reglas, bastardo.

—¡Son reglas estúpidas!— exclamó ya enojado. —¡Además, nadie me da ordenes!

—¡Soy tu maldito profesor por si no te has dado cuenta, mocoso inútil!— esta vez de acercó aún más al menor y lo agarró del cuello de la camisa que aún permanecía con varios botones abiertos.

—¡Me importa una carajo quién seas, no me vas a ordenar nada!— gritó tomando las muñecas del mayor y apretarlas en un fuerte agarre.

El mocoso tenía fuerza, Sanemi lo admitía al sentir su fuerte agarre sobre su muñeca, pero eso no le impediría continuar con aquella discusión. El de puntas azuladas va a entender quién manda en ese lugar, si no entiende a las buenas, lo hará a las malas. El albino soltó de un empujón a su estudiante haciendo que este aflojara su agarre y aprovechó aquello para alejar su mano de un tirón.

—Me estás colmando la paciencia, Hashibira— observó a su estudiante con enojo y apretó la mandíbula.

—Lo mismo digo, profesor— dijo lo último con un cierto tono de burla, cosa que no paso desapercibida por el mayor. ―Me importa una mierda lo que diga y me importa más mierda si es mi profesor o no, lo golpearé.

—¿Es una amenaza, mocoso del diablo?— ya no podía más, se acercó al menor y golpeó con todas sus fuerzas el abdomen de este haciendo que se encorvara un poco y aprovechó el momento para agarrarlo de sus negros cabellos con fuerza.

—¡Ugh!— soltó un jadeo al ser agarrado de improviso, estaba tan pendiente de la mirada del mayor que no se dio cuenta de aquel golpe, el bastardo tenía fuerza.

—Bien, ahora escucha— apretó más su agarre sobre la cabeza de su estudiante el cual le observó desafiante y con una media sonrisa, el bastardo le estaba retando. —Serás imbécil.

—¡No más que tú!— se soltó del agarre y golpeó de lleno en el rostro del mayor, nadie le iba a ganar y menos en una pelea. —¡Ha! ¡Nadie le gana al gran Inosuke!

—Bien, fui paciente bastardo de mierda— gruñó mientras se tocaba la mejilla en dónde había recibido el golpe.

El mocoso golpeaba fuerte, pero ha recibido daños peores, agarró a Inosuke del antebrazo y lo tiró contra su escritorio y volvió a tomar su negro cabello con terminaciones azuladas apretando su agarre con fuerza pegando así su blanquecino rostro contra la superficie de madera. Inosuke trató de soltarse de aquél agarre, pero el mayor ejercía demasiada fuerza que le era imposible moverse, lo admitía, el mayor le estaba ganando y eso provocó un sentimiento desconocido dentro de él.

—Retomemos, mis reglas son la ley aquí— apretó aún más su agarre contra el escritorio.  —Quédate quieto, bastardo.

—¡Vete a la mierda! ¡Argh!— gimió al sentir como su cabeza golpeaba el escritorio. —¡Suéltame, maldición!

Sanemi se agachó a la altura de una de las orejas de su estudiante y habló en un susurro ronco lo que provocó que una corriente recorriera toda la espalda del más joven provocándole un pequeño temblor, fue una sensación rara, pero se sintió extrañamente bien.

Castigo ※╰SaneIno╮Where stories live. Discover now