Luego de los sucesos de Etheria, todos convivían en armonía, todos estaban satisfechos con lo que habían logrado. Luego de algunos años en paz y esa armonía que se había formado, Catra y Adora habían decidido formar una familia, ambas pidieron ayuda a los padres de Bow, ya que ellos lo habían hecho con magia debido a que no podían tener un hijo, como ellas. Buscaron en su hogar los libros más antiguos.
— Yy aquí está — Dijo George leyendo las tapas de los libros. Estaba titulado "la magia de la naturaleza".
— Es muy brilloso — Dijo Catra. Adora sonrió.
— Así que este libro nos dirá cómo.
Tanto George como Lance sonrieron y les entraron el libro.
Lance se apresuró para hablar. — Lo que si, deben hacerlo con algún hechicero o hechicera.
— Pan comido — Dijo Catra.
Luego de unos meses de intentar con la magia de su amiga Glimmer, dio fruto a un ser.
Era un día normal como cualquier otro, sin preocupaciones. Adora y Catra dormían en sus habitaciones donde a los pies de la cama, dormía Melog.
La luz solar entraba ente las ventanas. Catra empezaba a abrir los ojos, vio a su persona favorita en el mundo dormida, su piel brillaba y su cabello dorado estaba entre su rostro. La joven castaña que estaba con su pijama decidió darse una ducha, amaba esos días por la mañana donde se daba esas relajantes duchas para empezar. Se enjuagó el cabello y todo su cuerpo para luego salir y secarse su cabello largo que ya le había hecho una cola, a veces sentía esos escalofríos rodando por ella pero no les daba importancia. Al salir, encontró a la rubia acariciando a Melog que había ocupado el lugar de Catra.
— Hola dormilona — Soltó viendo su closet.
— Buenos días — Sonrió. Melog soltó algunos ronroneos al sentir las caricias de Adora. — Hoy tengo unos planes muy bonitos por si quieres hacer.
— A si?
— Aja — Asintió y camino hacia ella. — Obvio que contigo.
Catra sonrió al sentir las manos de Adora sobre su cintura, la rubia apoyó su mentón sobre el hombro de ella.
— Quería salir a caminar contigo por el bosque.
— Bien, tontita.
Ambas se vistieron con sus ropas de siempre y se dirigieron a la cocina donde todos estaban en ronda viendo algo.
Catra y Adora se miraron entre sí, algo extrañadas. Al acercarse, vieron una criatura muy pequeña como un bebé, tenía orejas como Catra, garras, colmillos, y cola como ella, su pelaje era claro y su cabello cortito era rubio, tenía un ojo celeste de Adora y el otro era miel, como el de Catra.
Catra pregunto viendo cómo Adora se agachaba y acariciaba con su dedo a la pequeña. — Que es...?
— Es su hija — Dijo Micah.
Catra vio cómo Adora la miraba a su esposa y ambas sonrieron, habían estado esperando esto y les alegra que por fin esté aquí, con ellas.
Catra se agachó la lado de Adora y ambas miraron a la pequeña gatita que recién abría sus ojos.
— Hola, pequeña.
La criatura soltó unas risas mientras les sonreía, movía su cola y al sentir el tacto de su madre esta ronroneó.
— Se pone igual que Catra cuando Adora la toca — Dijo Glimmer entre risas. Catra solo se sonrojo por debajo y Adora río.
Adora tomo a la niña en sus brazos, esta nuevas a sus dos madres. Catra luego la tomó en sus brazos, la pequeña le sonrió pero acabo de unos segundos empezó a llorar. Catra empezó a ponerse nerviosa.
— Adora — Llamó Catra.
— Debe tener hambre, hace mucho que está aquí — Dijo Micah yendo a buscar un biberón.
Catra trato de mecerla ella y la pequeña se fue relajando, le sonreía y esta le hacía caras y le hacía cosquillas.
Adora se acercó. — Como la llamamos?
— Finn.
Adora sonrió y asintió. — Finn será.
Luego de un año, en el cumpleaños de la pequeña que ya empezaba a caminar y a obtener esos rasgos característicos de los gatos, obtuvo un montón de regalos, no solo de los amigos de sus madres, si no también del pueblo de Etheria, todos les deseaban lo mejor. Adora preparaba uno de los platillos que a Finn le encantaba, eran Waffles pero Catra fue corriendo hacia ella, estaba muy emocionada.
— Adora, tienes que ver esto.
Adora alzó una ceja y se acercó. — Que sucede?
Catra puso ojitos. — Mira.
Ambas miraron a la niña que yacía en una caja de regalo. — Finn encontró su regalo ella solita.
Adora se unió para hacer ojitos y que ambas la miren como unas locas. — Mira lo cómoda que se ve en su nueva cajita.
Finn estaba durmiendo en esa caja que era un poco mas grande que ella, tenía sostenido su peluche de unicornio que era igual que Swift Wind.
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Ambas estaban muy feliz con su nueva hija, sabían que siempre la protegerían y estarían allí con ella. La amaban tanto y siempre lo harían.
