(No sé que flasheé en la parte anterior que cambié el punto de vista, estoy delirando perdón)
En un giro argumental inesperado, se encontraban acompañando a Scaloni a su casa. El trayecto fue tenso y silencioso. Al abrir la puerta, les indicó que pasen con un gesto de la cabeza, su expresión grave. Adentro estaba todo muy limpio y ordenado, con algún que otro detalle que hacía alusión al hombre que allí vivía. "Vamos a tener que hablar seriamente de esto" dijo con un tono de voz suave, aunque trataba de hacerse el malo "Acompáñenme" y lo siguieron hasta una habitación, presuntamente la propia, con la cama perfectamente tendida y las cortinas cerradas que dejaban apenas pasar una hendija de luz de la calle. "Antes de que esto se vaya de las manos voy a tener que aplicarles un poco de disciplina" negó con la cabeza. Los otros dos no sé atrevían a emitir palabra "así que ahora se van a poner de rodillas en el piso" inmediatamente accedieron. "Qué fue lo que yo te dije?" Se dirigió a la chica esta vez - muda "Qué fue lo que te dije, pibita?" Le palmeo la mejilla, sin fuerza suficiente para generar dolor si no más bien para obtener una respuesta. Una tanda de escalofríos le recorrió todo el cuerpo a la receptora del toque. Tragó saliva "Que no me metiera con los jugadores" le salió solo un hilo de voz "Y qué hiciste?" Ella bajó la cabeza, sonrojándose. El mayor entornó entonces su atención al muchacho "Y vos... sos uno de mis mejores jugadores" dijo con orgullo y una sonrisa, al tiempo que también le pegaba a en la mejilla "pero me estás faltando el respeto metiéndote con mi mujer" "Paraaaaa, si no es tu mujer" contestó el otro divertido. "Yo no soy tuya Lionel" se dieron vuelta sorprendidos a mirarla "Eso no te lo voy a permitir . Vas a terminar gritando mi nombre, me entendiste, pibita?" Hizo una pequeña pausa "Desvestite" ya sabemos lo que había pasado la última vez y significaba peligro, peligro del bueno "Y desvestite, vos también" le ordenó a Dibu "Pero ni se les ocurra tocarse". Ellos hicieron caso, deshaciéndose de las respectivas prendas y volviendo a asumir sus posiciones de rodillas frente a Scaloni. Él metió los dedos en la boca de Emiliano para lubricarlos, y con ello comenzó a tocar a la chica, comenzando por masajear y pellizcar sus pezones. El "Dibu" simplemente miraba, deleitado. Lionel procedió entonces a bajar las manos, y empezó a acariciarle lenta y tortuosamente el clítoris a la jovencita. Luego que los jugos comenzaron a fluir, hundió los dedos dejando un hilo de fluidos en el camino de vuelta a meterse los en la boca al otro muchacho que gruñó de gusto, lamiéndolos. La temperatura aumentaba exponencialmente en el cuarto con cada movimiento de Scaloni, que estaba disfrutando su momento de control total. Resolvió desvestirse él también, apenas de la cintura para abajo, suficiente. Se acercó en toda su altura a la cara de la chica, que por fin atinó a emitir algunas palabras "Te la voy a chupar ahora?" "Depende. Vos querés?" "Sí quiero" "Entonces no" sentenció, negándose y alejándose un poco "No podés hacer siempre lo que querés" ella emitió un suspiro, lista para replicar, pero dos dedos le frenaron la boca. "No seas tan malo che" protestó el Dibu desde el costado "Me parece que vamos a tener que cambiar la estrategia a ver si ustedes aprender a obedecerme. Sentate en la cama" el Dibu se sentó en el borde "y sostenela" la acomodó a la chica boca abajo, con la panza apoyada sobre las rodillas del otro, que se limitó a reposar sus manos sobre la espalda de la chica "tenele la carita así me mira bien" le pidió con un brillo en el ojo, y se posicionó enfrente de ellos "A ver, sabés contar?" preguntó Scaloni "S.. sí?" "Cuál es el número de su camiseta?" Lo señaló al arquero "Veinti..tres?" "Veintitrés, muy bien. Ahora cuando yo te diga vas a contar hasta veintitrés, y no vas a saltearte ni uno, se entendió?" Asintió con la cabeza "Lista?" Asintió de nuevo. Bueno: "Uno" Paf! Le pegó un chirlo en el culo que le hizo escapar un grito ahogado. Podía sentir como el miembro de su acompañante que la tenía acostada encima se alegró un poco más, rebotándole en la panza. "D-dos.." otro más "Tres" otro más, tragó saliva "Cuatro" y otro, y otro, y otro, hasta que el escozor de cada golpe se transformó en cada vez más calor y placer "Veintidós " tenía la voz quebrada "... veintitrés" pero el último no llegó. En su lugar, Scaloni ofreció "Ese es tu número" con un guiño, y así el Dibu procedió a darle la última y más intensa cachetada en el orto. "Acostaste pibe" le indicó para que se vaya arriba de la cama, mientras el DT la alzó y la acostó encima, apoyándole la cabeza en el regazo del otro hombre. "Tocala, no vas a ser tímido ahora ?" "No, para nada" admitió, apoyándole ambas manos sobre los pechos y comenzando a apretar, mientras Scaloni se sacaba la chomba de la AFA que era la única prenda que le quedaba encima. "Te quedó claro que no te vas a meter con mis jugadores sin mi permiso?" Recalcó. Ella asintió con la cabeza nomás "Mmm, no sé si tan claro..." procedió a masajearle las piernas, los muslos, hasta llegar a su intimidad dónde se acercó y empezó a lamer. Le arrancaba gemidos constantes y se retorcía entre los brazos de los dos hombres. Cuando creía que no podía ya más, Scaloni metió un dedo y luego otro, mientras la lamía con habilidad, llevándola al borde del orgasmo. Entonces, frenó. "Ahora sí estás lista, mi nena?" se incorporó sobre la cama y tomándose la pija entre las manos, empezó a pasearle la punta por su entrada. Por su parte el Dibu se deleitaba con el espectáculo mientras recorría su cuerpo con las manos. Después de amagarle un rato, empezaron las embestidas, y aunque era uno solo el responsable, ella gritaba sus dos nombres para el deleite de ambos hombres. Emiliano, que estaba resistiendo como un campeón que mira pero no toca, estaba llegando a su límite. La verga le brillaba con líquido preseminal y la cabeza le daba vueltas pensando todo lo otro que le podría estar haciendo. De pronto, Scaloni frenó y se paró frente a la cama. "En 4" le indicó "A ver qué tenés para ofrecer" se dirigió al muchacho, mientras él se paraba frente a la boca de la muchacha. Se quedó viendolos sin emitir palabra ni acción. Ella no dudó en agarrarle el miembro con las manos y meterselo a la boca, mientras que Emiliano la penetró sin más rodeos. El vaivén de los cuerpos moviéndose rítmicamente les proporcionaba un placer constante que ningún quería terminar. Y así siguieron por un buen rato, mientras los varones lanzaban puteadas ocasionales y gemían por lo bajo, la chica con la boca ocupada gemía desde la garganta y mantenía los ojos cerrados "Mirame" le agarró la mandíbula, soltando su miembro de la boca "decime una cosa, a éste atorrante qué le vas a hacer?" El otro había disminuido la marcha y la jovencita se limitó a encogerse de hombros "Vení para acá" mientras se acercaba lo agarró de la nuca y lo acomodó donde él quería. Así intercambiaron posiciones, y ahora Scaloni se encontraba por detrás, pegándole chirlos en el culo mientras ella se la chupaba al Dibu, que se lo estaba pasando de maravilla. Se tomaron su tiempo, disfrutando cada movimiento hasta que los tres se encontraban en un estado de éxtasis total. Se terminaron moviendo, quedando al revés que al principio con la chica en los brazos de Scaloni mientras Emiliano la penetraba sin piedad. Ahora habló él
"Estás calladita beba. No te hacía tan tímida cuando estuvimos más temprano" ella sonrió, esquivándole la mirada "Dale, hablame, nada me vas a decir?"
"No sé -ah- que puedo decirte" expresó entre gemidos
"No te gusta? No te calienta tenernos a los dos acá dándote?" ella se mordió el labio
"Me encanta" él le guiñó el ojo con unas últimas embestidas profundas, mientras Scaloni lo paró con una seña de la mano. El Dibu se sentó en el costado de la cama, tocándose tranquilamente mientras se le calmaba la respiración. Lionel pasó a masajearle la espalda a la chica y besarle el cuello, bajando las manos para tocarla por detrás, lo cual la hizo estremecerse por la sensibilidad. La sentó al lado de Emiliano y le separó las piernas con la rodilla. Se dirigió al chico, pegándole una palmada en la mejilla
"Hacela acabar"
Inmediatamente se corrió al costado de la cama y metió su cabeza entre las piernas, acomodándola para poder lamerla mejor. Sin poder contener los gritos y agarrando las sábanas en puño hasta que se le pusieron blancos los nudillos, se retorcía bajo la lengua del arquero. Movió las manos desesperada para agarrarlo de los pelos y hundirlo más adentro, hasta que terminó corriéndose en su boca.
Cayó desplomada sobre el colchón, del otro costado de la cama, jadeando, la cabeza le quedó casi colgando en el borde.
"Abrí grande la boquita, a ver" le pidió Scaloni mientras le hace una seña a Emiliano para que se acerque también. Se pararon enfrente de su rostro, los veía de cabeza
"De quién SOS?" la agarró de la cara para que lo mire a los ojos
"Tuya" dijo con seguridad
"De quién sos?"
"Tuya, Lionel Scaloni"
"Nuestra sos, nuestra" le guiñó el ojo a su compañero y con esto lo habilitó para masturbarse junto con él, acabándole los dos en la boca y por toda la cara.
"Un gusto conocerte así, pibita".
Fin 🥵
/Ahora sí la parte final, espero que les de la satisfacción que se merecen ahre , muchas gracias por sus comentarios, sean felices y alabada sea la Scaloneta
Acá les dejo una imagen exclusiva del DT llevándose toda mi dignidad:
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