El tulkan hizo varios sonidos en modo de respuesta──. ¡Me da mucho gusto verte!
Ayina sonríe enternecida──. A mi también me da gusto verte. Te eche de menos.
Abraza su aleta con cariño. Lu'vet cierra los ojos soltando un canto melodioso, disfrutando el contacto con su hermana.
──¿Qué tal te pareció? ¿Algo que quieras decir?
──No conseguí pareja, todos ya tenían. ──responde el animal marino, dando una voltereta en el agua.
Ayina suelta una pequeña risa──. Estamos igual.
──¿No has confesado tus sentimientos?
La metkayina niega sintiendo de nuevo un nudo en su garganta──Rechazó mis sentimientos, Aonung me lo dijo.
El animal suelta un bufido "Es igual de terca que su hermana." Ayina niega levemente con la cabeza, recostándose sobre el enorme lomo del animal, quien la deja descansar ahí.
"Aveces me gustaría ser Lo'ak. Para poder estar todo el tiempo del mundo con ella."
A unos cuantos metros, Tsireya observaba a ambas con los labios apretados. Deja de acariciar a su hermana para iniciar una nueva charla con ella.
──Necesito encontrar un collar. ──habla nerviosa.
──¿Collar? ──pregunta el tulkun confundida.
──Sí. Es un hermoso collar de caracolas, hace un par de horas que no lo encuentro. Tengo miedo de se me haya roto en el mar, nunca lo voy a encontrar si eso paso.
La historia había sido contada mal.
Cuando Ayina fue a entregarle el collar de caracoles a Tsireya, esta se quedó pasmada. Asimilando lo que estaba pasando inconscientemente tomo el collar demasiado tensa, preocupando a quien se lo estaba entregando.
Sin embargo, ella lo utilizo el resto del día. Pensando en ir a darle las gracias al día siguiente a Ayina, y confesarle que también ella sentía lo mismo.
Pero a la mañana siguiente aquel collar de caracoles blancos había desaparecido de su lado. Y los busco por todos lados pensando dónde lo había dejado. Regañandose a si misma por haber perdido algo tan importante para ambas metkayina.
Y el resto de la historia, ya la saben.
Tsireya vió con profunda tristeza a la contraria, bajando sus orejas por el error que había cometido. Siendo incapaz de ir y contarle la verdad a la persona de la cuál estaba enamorada.
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EL SONIDO DE LAS OLAS GOLPEÁNDOSE entre ellas y distinta música a lo lejos era lo único que se escuchaba en la isla.
Ayina estaba acostada sobre la arena, viendo el cielo nocturno de Pandora si emoción alguna. Sus manos estaban sobre su abdomen, jugando entre ellas para evitar que hiciera algo estúpido.
Unos pasos acercándose a ella la obligaron a alzar sus orejas. Decidió no voltear a ver, no quería volver a llorar, y menos frente a ella.
Tsireya soltó un ligero suspiro tomando lugar a lado de Ayina. Sus orejas se movieron ansiosas y su cola crispo varias veces.
──El collar que me diste era bastante bonito. ──murmura con las orejas agachadas, esperando cualquier reacción por parte de ella.
Ayina se sienta en la arena, viendo de reojo a la hija de Tonowari──. Gracias. ──suelta dispuesta a irse.
Tsireya es más rápida que ella, tomándola de su muñeca para que se quedará a lado de ella. Muerde su labio nerviosa antes de seguir.
──Lamento lo que hizo mi hermano. Estuve buscando el collar toda la mañana. Me contó lo que hizo, cuando se dió cuenta de lo que hacía.
Ayina prestó atención a cada palabra que la contraria decía. Apretó sus labios con fuerza, intentando sostener los sollozos que amenazaban con salir.
Al notar esto, Tsireya acunó las manos de la mayor en las suyas. Acomodandose de tal manera que quedó frente a ella, aún sentadas.
──Yo... Yo también siento lo mismo. ──habla la menor, viéndola a los ojos──. Yo te amo, Ayina.
Le dió una sonrisa a Ayina, acercándose más a ella para tomar sus mejillas entre sus manos. Apretó sus labios, moviendo sus manos a su propio cuello para quitar un fino collar con una caracola rojo intenso como dije, entregándoselo a ella.
La contraria la vió con sorpresa alzando sus orejas de golpe. Ella fue la que dió el primer paso, plantando un dulce beso en los labios de Tsireya.
Cuando se separó se quedaron un par de segundos en silencio. Está vez fue Tsireya quien la beso, hundiendo a ambas en un dulce beso.
No pudieron evitar soltar lágrimas de dolor en medio de el. Ya que ambas sabían que el clan nunca aprobaría su relación, por ser del mismo género.
Pero eso no les importaba. Preferían vivir con su triste amor imposible que no tener nada.
Cortito pero bonito, again.
Hice lo mejor que pude, ja 🥺✨ No de si esto era lo que tenías en mente, ojalá que si <C
A mi en lo personal si me gusto bastante, siendo la primera vez que escribo una historia (larga o corta) con una relación entre dos mujeres.
Saben? Cuando publique esta historia pensé "nadie me va a pedir pedidos, ¿qué voy a hacer? :,o" "esto va a hacer todo un fracaso".
Y ahora ya casi llegamos a los 1k de votos y sus pedidos no paran de llegar (cosa que AMO). Mil gracias, enserio. Sin ustedes nunca estaría llegando tan lejos.
