Nakajima Atsushi

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[Shimizu sufre de daltonismo, aunque estoy haciendo el vago esfuerzo de representarlo bien]


Corrió dando un salto para atrapar una bomba entre sus brazos como si fuera una pelota, al tenerla asegurada en sus brazos continuó corriendo para tener el espacio suficiente para intentar desactivarla por su propia cuenta con sus nulos conocimientos acerca de desarmar bombas, qué buena idea tenerlo manipulando una bomba en esa ocasión

—¡Shimizu tienes que hacerlo rápido!—escuchó la fuerte voz de su compañero Nakajima

—¡Está bien, no tengo nada de presión!—respondió alzando la voz con nerviosismo en su cuerpo

Los cables de colores le causan cierta confusión, parpadeando mirando el tiempo del reloj correr dejándole cada vez menos tiempo para buscar una solución, ¿cuál cable debería cortar? Su vista se lo dificulta mucho

—¿Tendré que hacerlo con suerte?—ladeó su cabeza achicando sus ojos pensativo—Tendrá que ser así—confirmó antes de jalar un cable aleatorio, cerrando sus ojos esperando la muerte, pero no llegó nada, abrió sus ojos mirando la bomba desactivada—¡Soy un maldito suertudo!—

—¡¿Pudiste hacerlo?!—apresurado se acercó su compañero con una expresión preocupada

—¡Claro que pude hacerlo!—contestó levantando la bomba desactivada—¿Atrapaste al sujeto?—

—Sí—asintió señalando tras su espalda al hombre inmovilizado e inconsciente—Tenemos que entregarlo a la policía—

—¿Nos podemos quedar con la bomba?—preguntó agarrando la bomba bajo su brazo—Estoy orgulloso de mi—

—Kunikida-san no dejará que la tengas en la agencia—comentó negando con la cabeza sacando una mueca entristecida del menor

—Solo se las quiero mostrar como la prueba de mi primer bomba desactivada exitosamente a pesar de ser daltónico—señaló con mucho orgullo

—¡¿Eres daltónico?!—se alteró al pensar que posiblemente hubieran muerto por eso

—Creí que lo sabías—

—Para nada...—

Entregaron al criminal para dirigirse a la agencia, Shimizu todavía conserva la bomba desactivada bajo su brazo con una pequeña sonrisa deteniéndose para comprar unos dulces que comparte con Nakajima, ambos se llevan bien desde la entrada del albino en la agencia, son un buen dúo para realizar misiones

—¡Volvimos!—exclamó entrando a la oficina con la bomba desactiva en manos

—¡¿Por qué traes una bomba en las manos?!—se exaltó bastante alarmado Kunikida

—¡Desactivé esta bomba, Kunikida-san!—exclamó colocando la bomba sobre el escritorio del rubio idealista—Ser daltónico no me afecto en nada—

—¡Casi explotan por esa misma razón!—le regañó pero Shimizu mantuvo su sonrisa normal

—Oh, Ranpo-san—desvió el tema acercándose hasta el escritorio del mejor detective—Traje esto para usted—colocó una bolsa de dulces que compró aparte para el amante de los dulces

—Buen trabajo, Shimizu—tomó los dulces para probarlos sin esperar mucho







—¿Será que atraigo los problemas que tienen conexión con los colores que más me confunden?—frunció el ceño intentando entender los cables de colores que tiene en frente

—Shimizu-kun, tienes cuatro cables de colores, azul, rojo, verde y amarillo—escuchó la voz de Dazai en su oído por el auricular que tiene

—Dazai-san, no diferencio ningún color exceptuando el azul—contestó teniendo un breve silencio como respuesta acompañado de un suspiro

—Estamos un poco jodidos—se quejó en voz alta

—¡Dazai-san! ¡Téngame confianza!—se quejó mirando los cables otra vez—Hagamos algo, tengo el cable azul en el dedo—

—Shimizu, ¿estás seguro de que ese es azul?—le cuestionó con un susurró inseguro

—Dazai-san, el azul es el color que más logró distinguir—convenció con confianza

—Confiaré en ti—escuchó a lo último

Cortaron el cable al mismo tiempo, una vez más para su suerte cortaron el cable correcto evitando que toda la ciudad fuera afectada por una enorme explosión que mataría a todos, suspiró aliviado abandonando su puesto para encontrarse con su amigo albino que lo felicitó por su buen trabajo

—Eres impresionante, _____—ambos chocaron manos con una sonrisa

—Somos imparables, Atsushi—afirmó con mucha confianza abrazando al albino

Las prendas de Nakajima se rompieron por haber usado su habilidad en ciertas partes del cuerpo, Shimizu aprovechando su gabardina larga se la quitó para cubrir el cuerpo de Nakajima, este agradeció el gesto con un leve sonrojo en sus mejillas

Y Shimizu tuvo la valentía de pedirle una cita








—¿Será algo casual o algo formal?—preguntó curioso aquel albino

—Casual, no nos mortifiquemos tanto—hizo un ademán tranquilo el pelirrojo

Shimizu organiza toda la cita por su cuenta, sin dejar escapar algún detalle de la misma para mayor sorpresa para Nakajima, claramente los miembros de la agencia sienten curiosidad por la relación de ambos jóvenes teniendo el buen presentimiento de una relación futura

Nakajima y Shimizu disfrutaron una cena en un cómodo lugar que les permitió hablar por bastante tiempo acerca de aspectos comunes de sus vidas, el pasado que llevan consigo, disfrutaron de un postre para volver a los apartamentos despidiéndose con pena

—Nos vemos mañana en el trabajo—se despidió el albino con una pequeña sonrisa

—Nos vemos mañana, Atsushi—se despidió el pelirrojo acercándose para dejar un beso en su mejilla notando su sonrojo—Qué lindo te ves sonrojado—

—¿No eres daltónico?—

—¿Y eso que tiene que ver?—cuestionó riéndose

—Lo siento—se disculpó sin razón aparente

—Está bien, Atsushi—tranquilizó su risa con las mejillas también sonrojadas—Ahora sí, nos vemos mañana en el trabajo—

—P-Para la próxima yo invito—comentó con nervios el albino

—Ah...—fue tomado por sorpresa pero mostró una genuina sonrisa—Me gusta esa idea—aceptó

Se despidieron entrando en sus apartamentos para descansar, sintiéndose felices por haber tenido una primera cita tan agradable, para la mañana siguiente recibieron muchas preguntas de sus compañeros de trabajo que son unos completos metiches en especial Dazai que siempre tiene que saberlo todo de todos

—Dazai-san deje de ser tan chismoso—lo regañó Shimizu colocando sus manos sobre los hombros de Nakajima para apartarlo del castaño oscuro

—¡Dazai, ponte a trabajar!—exclamó Kunikida golpeando la cabeza del suicida—¡Tórtolos ustedes también tienen que trabajar!—

—¿Ustedes también, Kunikida-san?—cuestionó Atsushi con un tic en su ojo

One-shots Bungo Stray Dogs [Male reader]Where stories live. Discover now