Rosas negras. Sabía perfectamente de quien eran, Yo Shindo.

Rosas rojas. Shoto era el único romántico que se atrevería a regalar rosas rojas en Japón.

Amapolas. Por un instante dudé, pero finalmente supe que eran de Bakugou, era el único mal de la cabeza que regalaría aquellas flores tan peculiares.

Quite mi mirada de las flores sonreí al encontrar mi objetivo

Él.

Mi mirada se ensancho al observar como caminaba hacia mi, sin contenerme corrí con desespero hacía él. Su nombre salió de mis labios con tanta ilusión como con alegría

— Kibao! — exclame al llegar a sus brazos

Era la mejor parte de llegar a este pacífico y solitario lugar por segunda vez

Su cabello se mecio al compás del viento mientras me rodeaba con sus fornidos brazos, aquel abrazo paternal que tanto había anhelado recibir, el me lo estaba dando transmitiendo total seguridad

El era más padre para mi que cualquier otra persona en la tierra

— Pequeña, no deberías estar aquí, no aún — susurró besando mi coronilla, podía sentir el dolor en su voz

— Puedo volver, descuida Kibao — hable en tono tranquilizador — mi estancia aquí será temporal, como la última vez

Sus ojos viajaron hacia mi observando mi silueta con dulzura, mi pecho se calentó al observar su hermosa sonrisa, extrañaba esto

— como es que volviste a la vida la última vez? — preguntó con intriga, es cierto, la primera vez que morí también llegue aquí, no se cuanto tiempo lo estuve pero de un momento a otro desaparecí, y cuando abrí mis ojos estaba viva — No sabes cuanto me desespere cuando no supe a donde habías ido, hasta que supe que habías vuelto a la vida

— Como fue que lo supiste? — pregunte antes de responder a su primera pregunta — volví a la vida gracias a Orochimaru, me construyó un cuerpo nuevo cuando supo que no estaba ni en el cielo ni en el infierno, él estaba conectado con mi subconsciente, en este caso; Kira, gracias a que ella no murió, él pudo regresarme — le expliqué rompiendo el abrazo para observarlo mejor

— Para ese loco nada es imposible eh? — ironizó cruzado de brazos — supe que habías vuelto por que Kira me visitó y me lo dijo — frunci mi ceño en confusión ante su respuesta — si sabes que en la mitología japonesa el zorro de las nueve colas es un espíritu, por lo que puede navegar entre el mundo de los vivos y de los muertos, Kurama también podía hacer eso, sólo que no con tanta facilidad que Kira

Mis labios formaron una pequeña 'O' en asombro ante el nuevo dato que tenía sobre Kira

— Bueno, ahora ya sabes que puedo volver nuevamente, y es lo que haré — afirme sería

Cuando Orochimaru me llevará de vuelta, en mi cabeza ya habrían mil planes para destruir todo lo que en su momento me hizo daño, y si todo iba según el plan, Shindo ya sabéis el motivo de mi partida y "Richard" ya estaría acomodando las piezas en mi tablero

Conseguiría aliados, para vencer a mis enemigos.

Sabía que jamás podría subir al cielo, y que lo más probable era que cayera al infierno cuando mi tiempo terminará y decidieran que el limbo, aquel vacío para las personas que no eran ni buenas ni malas descansarán, no era lo suficiente para mi después de que Dios o cualquier entidad que gobernara presenciara lo que haría después de mi despertar

una ninja en bnhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora