Deseo que seas real

CINCO

"Había dragones, Gente del Agua, criaturas malvadas y otras que aún no habían sido nombradas. Estaba el Gran Mago, y habían Hadas por doquier.

Este era su mundo, el mundo en que nació y el que algún día le vería dar el último suspiro. Harry no podría imaginarse en otro lado. Harry sabía que esté era su hogar".

—Harry Potter y los Cuatro Reinos.

Draco estaba seguro de que el dolor de cabeza tenía que ver con el peso que se estaba guardando. No era una simple jaqueca, le hacía sentir además mareado y aturdido. El profesor parecía estar hablando demasiado lento, tenía que hacer un montón de ejercicios matemáticos, una parte de él le decía que los dejara a medio a hacer pero la otra, la parte competitiva y perfeccionista lo obligaba a cumplir con sus propias auto exigencias.

—Si sigues poniendo esa cara, vas a espantar a todos. —murmuró Hermione.

Draco dió un saltó en su asiento, frunciendo los labios. Recién notó el movimiento en toda la sala de clases, al parecer al profesor no le importaba que se pasearan por el lugar siempre y cuando tuvieran los ejercicios listo o estuvieran resolviendolos.

—Ya te dije, es mi cara de las mañanas Herms.

—Oh sí, de las mañanas. Aproximadamente las 13:56 de la tarde y sigues con esa cara, la misma que pones cuando algo de molesta. Pero sabes, tengo algo que te puede animar. —sonrió ladinamente.

El chico alzó una ceja, su amiga había logrado capturar toda su atención. Desde el bolsillo de su chaqueta ella sacó un paquete de gomitas causando una sonrisa al instante en su rostro, por supuesto que lo conocía. No había nada como algo dulce que pudiera hacerlo tan feliz. El temor que hacia que su cabeza doliera poco a poco disminuyo, pero ignorar un problema nunca hace que este sea solucionado. 

Ese problema es un conflicto que viven muchos adolescente, cuando se encuentran conscientes de lo rápido que el tiempo pasa. Que mañana tendrán que enfrentar situaciones a las que no se sienten preparados, y por supuesto, no todos son así. No todos los adolescentes tienen miedo de crecer, a veces están los que simplemente aceptan con melacolía el proceso. Los que, aún para mayor tristeza vivieron desde pequeños siendo adultos y ya no tendrán tiempo jamás de recuperar su infancia pérdida. A esos adolescentes que se convierten en adultos que vibran como rayos de sol, hay que entenderlo. En realidad, se basa en una cuestión de empatía. Si el mundo fuera empatico no generaria en Draco ese miedo a no ser entendido.

A no ser lo suficiente maduro para enfrentar las cosas. ¿Crecer significa a caso dejar de hacer todo lo que le gustaba? No leer más libros, ni desvelarse viendo series o películas, no dibujar sobre sus personajes prefiros ni muchos leer fanfiction. 

Draco no sabía cómo decirle a su amiga que tenía miedo del futuro. No quería crecer, no quería ser un adulto. Más que nada se aferro a la idea que representaba Peter Pan. Qué aterrador es dejar de ser una cosa para ser otra. 

Hermione tenía una lista de las universidades que quería ingresar, tenía tres carreras escogidas en caso de necesitar más de una opción. 

Draco solo tenía la presión de la constante pregunta: ¿y tú qué quieres ser?

Más valiente. Querría decir, pero las personas esperaban una respuesta real, una respuesta asociada a una carrera universitaria o un trabajo. Probablemente el responder que trabajaría en lo mismo que sus padres, era solo una clase de falsa complaciencia. Solo hacia feliz al resto con su respuesta, pero él no. Él se quedaba pensando por horas, y luego estaba esa idea de dedicarse a ser profesor de Historia. Pero las dudas se lo comían desde el fondo de su corazón. 

¿Sería bueno? ¿Podría hacerlo? ¿Le bastaba con creer que sabía de historia?

Demonios, ¿y ser profesor?

Las palabras siempre son más sencillas que la práctica. En la práctica se deja todo, se vive la realidad y el momento. 

Contarle a Hermione sería preocuparla por cosas tontas. 

Pero lo que Draco no sabe, es que esos miedos hay que contarlos, porque en el futuro (en ese presente) duele demasiado recordar el pasado estando tan solo. 

—Oye, Draco. —comentó Hermione dandole un largo sorbido a su jugo de platano. 

—¿mmh?

—Tú sabes que puedes contar conmigo, soy tu amiga. Hay que cosas simplemente no se pueden solucionar, pero estar ahí para escucharte es importante. Puedo verte feliz, pero si estas triste, puedo verte llorar. Solo recuerdalo.

Draco sonrió. La necesidad de decir algo más se quedó atascada en su garganta. 

—Claro. Tú igual recuerdalo, también estoy para ti. Siempre. 

           Cuando Draco volvió a casa pensó en las palabras de Hermione durante todo el camino, sintiendo que podía envíar un mensaje en cualquier momento. De nuevo, por supuesto no lo hizo. Sigo caminando, hasta que llegó a su casa y las luces opacas del lugar oscuro fueron lo único que recibió. No buscó caminar hacia la cocina, ni mucho menos, solo fue hasta el sofa en medio de la sala y se recosto sintiendo el escosor de lágrimas llenar sus ojos. 

Estaba triste y no sabía por qué. Solo lo estaba. 

—Desearía que Harry Potter fuera real. Si fueras real no tendría miedo...Solo, por favor. Deseo que seas real. 

N/A: Sé que es corto, pero a veces menos es más kuchau. Momento para revelar las inseguridades de Draco y el por qué de su deseo. Ojo ahí con el fragmento del inicio. Gracias por leer <3 Lo siguiente se vendra juertisimo uy.