ooo. ━ midnight rain .
☆ ❛ all the love we unravel
and the life i gave away ❜
. . . ¡ el plan de isabelle era
conseguir el éxito, mientras
que el de antoine era comenzar
una familia !
antoine griezmann x fem!oc.
greiizmann...
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isabelle.
Las cosas con antoine habían fluido tan bien, que ahora despúes de habernos tomado el café, estábamos sentados en el sofá charlando.
A pesar de tener televisión, nos estábamos entreteniendo hablando.
— ¿que se siente ganar una copa del mundo? — pregunté curiosa. Era una pregunta algo tonta, pero me gustaría saber la respuesta.
Yo nunca iba a poder ganar una, así que que mejor que preguntarle esa sensación a alguien que ya había vivido una experiencia como esa. Y hace solo un par de meses.
— es emocionante — admitió, asintiendo con la cabeza. — sabes.. es emocionante pensar que tu equipo es uno de los mejores del mundo.
— prácticamente es el mejor en estos momentos.
— si, pero hay otros equipos que tienen potencial, y muy buenos jugadores también — hizo una pausa y luego me miró divertido, como si fuera a decir algo que no me iba a gustar. — ¿que se siente haber ganado el cuarto lugar?.
— ¿estás tratando de burlarte de mi país? — inquirí, levantando las cejas.
— no, claro que no — negó con la cabeza, como si hubiera malinterpretado su intención. Seguía burlándose.
— agradece que no conoces a mi papá y no hiciste ese comentario frente a él, porque no vivirías para contar la historia de como falleciste — le dije, señalándolo.
Claro, a mi me causaba gracia que se burlara de nuestro tercer lugar en el mundial, pero a mi papá o a ezra, no les hubiera gustado nada. Esos dos se tomaban muy a pecho lo que dijeran de nuestro país.
Antoine rió. — entonces doy las gracias de no conocerlo, aún.
— ¿por qué supones que algún día vas a conocerlo? — husmee.
— ¿por qué no? — replicó, casi de inmediato.
Si ya había caído, ahora estaba metros bajo tierra.
Estaba apunto de responder cuando mi teléfono comenzó a sonar, tenía una llamada entrante de mamá.
Fruncí el ceño algo confundida, era extraño que me estuviera llamando a esas horas de la noche, y más si ya habíamos hablado durante la tarde. De todas formas, agarré el teléfono y me acomodé mejor en el sillón.
— dame tres minutos — le dije al ojiazul que me acompañaba, este asintió con la cabeza y yo contesté. — ¿hola? — hablé, al todavia no ver con claridad la imagen del teléfono de mamá.
— isabelle — suspiró. — quieren hablar contigo. No van a querer dormir hasta que hables con ellos.
Era típico que antes de dormir yo tenía que ir a la habitación de mis hermanos a quedarme con ellos un rato, porque sino no se relajaban.
