CAPITULO 4

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Betty daba vueltas en la cama aún no se creía todo lo que había pasado ese día. Ella siempre le había hablado a Amanda de su padre, que la quería, que la adoraba, por eso le había colocado una foto de él en su mesita de noche y otra en el salón de su casita y ella creció con su imagen permanente

Por eso lo reconoció apenas lo vio en la calle, por eso corrió a sus brazos sin medir las consecuencias, tanto así que casi se la arrollan, pero él como siempre era su salvador, porque no dudo en ayudarla sin siquiera saber quién era.

Vio su cara de asombro cuando ella lo llamaba papá y se lo comía a besos, pero cuando sus ojos se encontraron por primera de vez después de mucho tiempo supo que no lo había dejado de amar. Lo vio más delgado y unas líneas blancas adornando su cien, también está más delgado y aquellos ojos en los que tanto le gustaba reflejarse estaban apagados del todo

Suspiro sabía que ella en parte había colaborado para que estuviera en ese estado y el golpe de gracia había sido contarle después de mucho tiempo el motivo de su desaparición. Solo esperaba que ahora que había aparecido nuevamente no trastocara mucho su vida, aunque sabía que estaría muy presente por su niña

Amanecía en Bogotá y Armando despertó por primera vez de desde hace cinco años con una sonrisa pintada en el rostro, con una nueva perspectiva de vida. Desayunaría y llamaría a Betty para ver si podía pasar por su hija, necesitaba recuperar a pasos agigantados el tiempo perdido con su bebé como la llamaba interiormente

Amanda despertó muy temprano, cosa poco habitual en ella ya que siempre se le pegaban las cobijas y era una verdadera batalla sacarla de la cama. Pero ese día apenas despertó corrió a la habitación de su madre y sin siquiera saludarla hizo la pregunta que le interesaba en esos momentos

A: Mami ¿Y papi?
B: Buenos días, señorita ¿A caso olvido sus modales?
A: No...buenos días mami (llenándola de besos) ¿Y papi?
B:(suspirando) Veo que me vas a cambiar (fingió tristeza)
A: No, pero quiero ver a papi, se fue y me dejo solita. Mami ¿Papi va a vivir con nosotras?
B: No mi amor, papá tiene su propio apartamento eso me dijo
A: Pero ¿Por qué no puede vivir con nosotras?
B: Mi amor eso no se puede, pero él vendrá a verte las veces que quiera
A:(haciendo un mohín) Pero yo quiero que viva con nosotras
B: Amanda no te me pongas caprichosa

De pronto el sonido el teléfono se escuchó y antes de que Betty alcanzara este, lo hizo su hija

A: Alo
AM: Hola princesa ¿Cómo amaneció?
A: Papi ¿Por qué te fuiste? me dejaste solita
AM: Cielo, es que tenía que irme
A: Ya no quiero que te vayas nunca más
AM: Mi amor no me voy a ir más, solo que no podemos vivir juntos
A: No me gusta que vivas lejos de nosotras
AM: Bueno ya hablaremos de eso ¿Me pasas con mamá?
A: Bueno... Mami que quiere hablar contigo
B: Gracias señorita....Alo
AM: Buenos días, Beatriz, mire la llamo para saber si puedo pasar por Amanda hoy, me gustaria estar con ella
B: Lo sé, pero ella tiene que ir al jardín
AM: Solo sería por hoy se lo prometo
B:(suspirando) Bueno, yo la preparo para que salga con ella
AM: Usted también puede venir si lo desea
B: Lo siento, pero tengo trabajo
AM:(desilusionado) Entiendo, bien paso en una hora por ella
B: Lo esperamos, hasta luego

Y sin más corto la comunicación, como le gustaria salir con ellos, pero también sabía que ese tiempo era solo de ellos, para conocerse además tenía trabajo pendiente, no podía ausentarse

Cuando Amanda supo que su papá venía por ella corrió a su habitación y saco la ropa que se pondría. Betty la ayudo a vestirse a pesar de que sabía hacerlo sola, en esos momentos estaba muy nerviosa y no hacía nada. Le sirvió el desayuno el cual tuvo que darle y cuando estuvo lista espero pacientemente en el sofá, eso sí muy pendiente del timbre

AMOR EN TIEMPOS DE OROWhere stories live. Discover now