CAPITULO 3

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Armando ya había abandonado la empresa, aquella por la que fue capaz de hacer las atrocidades más grandes, como jugar con el amor de su Betty. Suspiro por lo menos se había sacado un peso de encima, ahora se iría a su apartamento aquel que nunca vendió solo por el hecho de que aún conservaba su recuerdo y tomaría aquel frasco que estaba guardado tan celosamente en su mesita de noche y acabaría con todo su sufrimiento

Era un cobarde lo sabía, pero ya estaba cansado. Tarde, pero se dio cuenta que había perdido a sus padres y a pasar de todo lo que hiciera para agradarlos no se conformaban con nada. Se caso con una mujer que no ama por no pelear más con ellos y a pesar de haber hecho lo que le pedían seguían con sus recriminaciones

Pero es que jamás les mintió ellos sabían de sobra lo que le podía ofrecer y no quisieron entenderlo, pero más que eso, estaba cansado de amar y odiar a la mujer que le mostro el cielo, para después bajarlo de golpe al mismo infierno

No pudo evitar pensar en ella una vez más y las mismas preguntas volvieron a él ¿Qué será de su vida? ¿Se habrá vuelto a enamorar? ¿Estará casada? ¿Tendrá hijos? De solo imaginársela con otro hombre hacía que se le retorciera el estomagó, de solo pensar que otro era dueño de su amor, que ella se entregara a él en cuerpo y alma, lo hacía desear matarlo con sus propias manos, por haberse quedado con lo que más había amado en la vida

Esos sentimientos hicieron que el aire comenzara a faltarle, que sintiera como la sangre le comenzaba a hervir, así que sin ver realmente donde estaba estaciono y se bajó para tratar de tranquilizarse

PARQUE DE LA 93

Amanda iba muy contenta de la mano de su mamá, había logrado convencerla de que la llevaba a comer a un Burger y eso era un milagro. Su mamá era muy pesada con eso de las comidas y casi nunca le permitía comer comida chatarra así que ese era un día excepcional para ella

Iba hablándole de mil cosas que había hecho en el jardín y porque motivo las habían despachado temprano, al parecer un compañero tenía la viruela y para prevenir los habían mandado a sus casas. De pronto ceso su charla y se detuvo en seco, aquel hombre ella lo conocía

Betty se extrañó porque su niña se detuviera, pero cuando le iba a decir algo notó que ella estaba muy ensimismada viendo algo o a alguien. Le hablo, pero no consiguió respuesta alguna, cuando de pronto sintió que soltaba su mano y comenzaba a correr al tiempo que gritaba

A: PAPÁ...PAPÁ

¿Por qué gritaba papá? ¿A caso Armando estaba cerca? El miedo se hizo presente en ella, así que quiso detenerla sin conseguirlo ella ya llevaba un buen trecho recorrido, pero se terminó por paralizar por completo cuando vio que ella intentaba cruzar la calle y venía un carro a toda velocidad

Armando que trataba de coger aire a grandes bocanadas, cuando de pronto escucho la voz de una niña que gritaba, así que dirigió su mirada hacia el lugar de donde provenía la voz. Interiormente se preguntaba ¿A quién le gritaba? La vio correr en su dirección, pero eso no era todo sino que un carro venia en su dirección y de seguro la terminaría por arrollar

Sin pensarlo dos veces corrió en su dirección y justo cuando estaba por alcanzarla él la tomo en sus brazos impidiendo de ese modo que la arrollara. La niña en cuestión se abrazó a él, pero notó que más por el miedo ella lo abrazaba y lo besaba por doquier dejándolo completamente sorprendido

Trato de separarla de él, pero le fue del todo imposible, porque ella parecía una lapa pegada a él. De pronto las palabras de la niña comenzaron a entrar en su cabeza ¿Por qué lo llamaba papá? ¿Quién era aquella niña? Pero cuando trataba de hablar no podía ya que no lo dejaba

AMOR EN TIEMPOS DE OROUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum