𝐔𝐍𝐓𝐎𝐔𝐂𝐇𝐀𝐁𝐋𝐄, maze runner

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀OO8.

—Hicimos unos mejoramientos en sus patas y organismo, pero también en el suero, prácticamente es más potente y puede volver a la persona salvaje sino es inmune. —comentó, asentí comprendiendo lo que decía.

—¿La persona afectada recuperaría sus recuerdos? —él asintió, en la misma tableta me enseñó el vídeo de una chica enloquecida y con las venas de su cuerpo oscuras. Estaba amarrada en una camilla y rodeada por científicos al igual que de científicos.

—Ella es Karina López, fue nuestro...umm, ¿cómo decirle? conejillo de indias en las mejoras. Como puedes observar el suero ha ayudado con su sistema inmunológico y su fuerza. —explicó.

—Genial, ahora intenten que no se les escape como la anterior —indiqué—. Ya sabes que a la doctora Paige no le agrada esos tipos de inconvenientes.

—Te aseguro que no volverá a suceder. Ya tenemos todo bajo control.

—Eso espero, doctor Anicchiarico. ¿No quiere terminar como tu excompañero, cierto?  —pregunté, hice a referencia a James López, su compañero...bueno, difunto compañero de trabajo que asesiné hace tiempo por un error de trabajo que costó el fallo en más de 14 penitentes. Lo torturé hasta morir.

El doctor Anicchiarico tragó en seco y negó con la cabeza totalmente asustado. Sonreí de manera inocente antes de retirarme, pero perfectamente pude escuchar su suave asustadizo susurro diciéndome monstruo. Y lo fui.

Recuperé la consciencia casi a los minutos de caer insconciente. Minho corría casi como alma llevada por el diablo, escuchaba su respiración y sus brazos sostener mis piernas fuerte para no caer de su espalda. Al mirar atrás corría Thomas y Winston y al mirar adelante iban Sartén y Zart, casi creando un escudo protector a mi alrededor.

Una protección que no merecía.

—¿Minho? —llamé la atención de mi novio.

Él casi nos hace caer al sorprenderse de mi llamado, pero logró recuperar el equilibrio y se detuvo causando que los demás tampoco siguieran corriendo.

—¿Qué te sucedió, Karma? —preguntó Thomas, ayudándome a bajar de la espalda de Minho. Bajé la mirada ante su pregunta y negué con la cabeza.

—Cierto, te pusiste tipo uy, ay y jummm. —Sartén comenzó a imitar mis acciones de ese momento; primero echó la cabeza para atrás haciendo una mueca, hizo una expresión de terror y enfado para finalizar con una expresión de tristeza.

—¿Lograste recordar algo? —preguntó Zart, sus ojos brillaban llenos de esperanza.

—No. —mentí.

Ellos me odiarian si supieran todo lo que les hice en el pasado o de lo que alguna vez fui. Jamás me lo perdonarían.

Me senté a orillas de un pequeño río que había en el bosque, observaba cómo fluía a pesar de las pequeñas rocas que obstruían su camino. En ese pequeño río prevalecía la tranquilidad y la fluidez.

Mis piernas estaban pegadas a mi pecho y mi cabeza en las rodillas. Miré mi reflejo en el río, me atemoricé al ver mi rostro cubierto de sangre y una sonrisa que, ni siquiera sentía reflejada en mi rostro, se hizo visible como una psicópata, como si disfrutara hacerme sufrir.

Al ver esa imagen me eché para atrás y me alejé asustada del río hasta chocar con unas piernas. Miré por encima de mi cabeza y una sonrisa cálida me tranquilizo.

—Te estaba buscando por todos lados —comentó Minho, con una sonrisa coqueta, pero que inmediatamente borró al ver mi expresión de espanto —. ¿Qué sucedió?

Al escuchar su pregunta calmé mi expresión y me levanté sacudiendo la tierra y hojas de paso.

—¿Qué sucedió de qué? —intenté hacerme la loca.

—Karma. —pronunció mi nombre en forma de regaño.

—Ese es mi nombre. —sonreí forzosamente.

Minho me miró muy serio, me analizó completamente intentando descifrar mi rompecabezas interior. En ese momento supe que no lo podía ocultar más ni mis secretos y mucho menos mis lágrimas, por lo que rompí en llanto sintiendo mi estómago hecho un huracán de emociones.