Embelesado

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Lo siento, Hasu. Al final no te hice caso y...

Cuando el peliverde despertó, ya no se encontraba en al alcoba del rey. Estaba vestido, tumbado en un sofá con una manta sobre él. ¿Había sido un sueño? ¿Una pesadilla? Sintió el punzante dolor en la oreja, y cuando quiso tocarla, lo único que se encontró fue una venda.

- Por lo menos ya se ha despertado. - Una voz sonó, pero su vista estaba algo nublada todavía. ¿Era Mogeko Algo Extraño? ¿Era Strange?

Estaba seguro que había oído la voz de él, pero cuando intentó incorporarse, se sentía pesado, y era normal, había perdido mucha sangre.

- ¡Nega! - Alguien lo llamó desesperado, para lanzarse y abrazarlo.

Era Hasu. Estaba sollozando un poco, se había preocupado muchísimo.

Cuando poco a poco fue recobrando el sentido, se dio cuenta de su ubicación actual. Estaba en la habitación de Mogeko Algo Extraño, en uno de los sofás que él tenía, al parecer había estado inconsciente, y le habían curado la herida de la oreja. ¿Dónde estaba el rey? ¿No se había hecho cargo de nada?

Pero no estaban solo Hasu y Strange. Todos los especiales se habían reunido. Hasu continuaba abrazándolo sin soltarse ni un segundo. Strange, tomaba el té desde el otro sofá advirtiéndole al predicador que no cargase mucho su peso sobre Nega, porque estaba débil. Espíritu de Sangre, San, observaba apoyado en el sofá el estado del peliverde. Moffuru estaba guardando el botiquín de emergencias, al parecer, le había curado la herida. El Hada del Prosciutto revoloteaba por la habitación con bastante ansiedad, quejándose de lo malvado que había sido el rey. Mogecuckoo intentaba subirse al sofá también, lo que consiguió más advertencias por parte de Strange.

Cuando la cosa se calmó, y Nega ya pudo sentarse en condiciones, Hasu comenzó a explicarle que le encontraron inconsciente en la cama del Rey mogeko, sangrando mucho.

- Estaba muy asustado, recé mucho al Dios del Prosciutto para que salieras bien, es un alivio que Moffuru sepa tan bien curar heridas. - Hasu hablaba con más tranquilidad ahora.

- ¡Sí, no hay problema! Frecuentemente mis pequeños Mofukos sufren perdidas de sangre cuando van pasando las semanas y se acercan a su muerte. Pero siempre me encargo de que estén lo mejor posible hasta entonces. ¡Así que esto fue un trabajo sencillo para mí! Solo detuve la hemorragia, desinfecté y puse vendas. Pero, tu oreja... - Moffuru jugó un poco con uno de sus largos mechones de albino cabello.

- ¿Qué le pasa? - Nega preguntó.

- Pues que el corte había traspasado todo el tejido, así que, no he podido recuperar su estado original. Resumiendo, te has quedado casi sin una oreja entera. - Explicó con realismo y algo de arrepentimiento.

Se tocó con cuidado la venda de su oreja. Rápidamente Moffuru le dijo que no debía quitarse el vendaje todavía, que aún se estaba sanando.

- Entonces... ¿No escucharás más por esta oreja? - Espíritu de Sangre acercó a dicha parte vendada, susurrando un par de cosas en voz baja para hacer una prueba auditiva.

- En realidad, San... Escucho bien, creo que el daño ha sido solo por fuera. - Suspiró, aún tocándose la venda sin quitársela del todo.

- Eso es bueno. - Se metió en la conversación Strange, que al parecer había terminado su taza de té.

San se quedó un par de segundos observando desde todos los ángulos la vendada herida, y con tono bromista volvió a hablar.

- La verdad... ¡La hemorragia de antes era genial! ¡Tu sangre era muy bella, Nega! Es un desperdicio el haberla curado. - Soltó un par de risas. Mientras que Hasu empezó a regañarle por el comentario, que aunque había sido una clara broma, al predicador no se lo había parecido en absoluto. Nega no comentó nada al respecto, solo sintió una gota de sudor cayendo por lo mala que había sido la broma. Sin embargo Moffuru, Mogecuckoo y Hada si habían soltado una pequeña risa. Strange como siempre pasaba de todo.

Le ofrecieron a Nega una taza de té. Este aceptó. En cuanto la tomó en sus manos, pudo verse reflejado en el líquido... No tenía muy buen aspecto, y esa venda en su cabeza tampoco. ¿Cómo había acabado así? Era horrible el recordarlo.

- Lo siento, Hasu. - Susurró, como este estaba justo a su lado, lo miró en seguida.

- Nega...

- Al final no te hice caso y... - Cuando se dio cuenta,había derramado alguna lágrimas encima de su propio té. Eso sí que era un desperdicio, intentó limpiarse las mejillas antes de llamar más la atención.

- Entonces fue el rey. - Hasu apretó sus pequeños puños, estaba molesto. No con Nega, por supuesto.

El silencio reinó. Todos con la boca abierta.

- ¿Majestad... ha sido él que te ha cortado la oreja? - Preguntó Strange sorprendido.

Nega asintió. Y todos los demás preguntaron un ¿Por qué? a la vez, como si todos estuviesen sincronizados. Excepto Hasu, él sabía de sobra la razón por intuición.

- Él... Piensa que soy defectuoso, solo eso. - Contestó. Le daba muchísima vergüenza explicar que todo había sido culpa por esas dos palabras que se le habían escapado.

Te amo.

¿Tan horribles eran?

Como parecía no querer contestar a ello, Hada se cruzó de brazos y se subió a la mesa.

- ¡Sea lo que sea, ese tipo es un idiota! ¡Deberían cortar su oreja también! ¡No, no, no! ¡Mejor que le corten la cabeza! ¡Se lo merece por todas las cosas malas que ha hech...!

- Ejem.

Hada se dio la vuelta. Y el rubio del cual habían estado hablando tan mal, estaba asomado por la puerta. Hada pegó un gritito mientras se disculpaba y escondía. Todos se mantuvieron inmóviles. No podían preguntarle la razón de su entrada ahí, pues era su propio castillo, y podía hacer lo que quisiese.

- Nega, tenemos que hablar.

El peliverde se sintió temblar. ¿Había venido para cortar su otra oreja? Por favor, que no fuese así. Se repetía.

- No, no hay nada de que hablar.

No fue la voz de Nega Mogeko la cual le contestó.

Fue Hasu, se había levantado de su asiento y había encarado al rey. Era una situación de lo más incómoda... Entre otras cosas, porque el rey era bastante más alto que él.

- ¿Hasu? - Nega parpadeó.

- Nega está débil después de que usted le dañase de tal forma, creo que tanto yo como usted sabe que debería descansar. Si quiere jugar más con sus sentimientos, por favor, váyase. - Su expresión era seria. Pero sus delgadas piernas temblaban, debajo de su túnica blanca, eso solo lo notó Nega, quien todavía se preguntaba la razón de porque lo defendía de tal forma.

- Hm. - Sin embargo, el rey pareció no alterarse por esa rebeldía. - Está bien. - Respondió.

Hasu fue el primero en no creérselo. ¿Había sido tan fácil convencerle?

- Simplemente venía a avisaros que realizaré una fiesta en el gran salón mañana por la noche, y que como Mogekos Especiales, estáis invitados.

¿Una fiesta?

¿Después de haber dañado así a Nega?

Hasu estaba internamente furioso, pero solo aceptó, con resignación.

Los demás hicieron lo mismo, y el verdoso en cuanto la figura del rey ya no estaba en el lugar, volvió a dejar caer su peso en el sofá.

- Es tan malo. - Suspiró. - ¿Por qué me tiene tan embelesado?

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⏰ Last updated: May 16, 2015 ⏰

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[Mogeko Castle] Un sentimiento defectuoso {BL/Yaoi}Where stories live. Discover now