21 | «Two hearts beating here»

Start from the beginning
                                    

Él da unos cuantos pasos hasta mí y acuna mi mejilla con su mano dedicándome una sonrisa.

—Llevo todo el día queriendo besarte —confiesa y pega nuestras frentes.

—¿Y por qué no lo hiciste? —sabe perfectamente que yo me moría de ganas desde que pasó a recogernos.

—Estaba esperando poder llevarte a casa y darte un beso antes de irme, ya sabes, para hacerlo más romántico.

Me aparto de él dirigiéndome hacia el balcón mientras río falsamente.

—Eres el menos indicado para hablar de romanticismo, Liam Corbyn —salgo al balcón y cierro los ojos dejando que la brisa veraniega juegue con mi cabello.

—Siempre he sido romántico, fenómeno, no quieras negarlo —escucho su voz detrás de mi.

—Quizá en el instituto, pero ahora eres la persona menos romántica que conozco.

Él abre la boca y vuelve a cerrarla sin saber qué decir.

—Mentirosa —me mira con los ojos entornados.

—No estoy mintiendo, mira...para empezar, cuando nos reencontramos me dijiste que era insignificante —alzo mi dedo en el aire para comenzar a enumerar sus acciones—, me culpaste de ser una farsante y encima te burlaste de mi heterocromía.

—¿Qué? ¿Cuándo me he burlado yo de tu heterocromía? Soy un idiota si lo hago, es la cosa que más me gusta de ti, Sam.

—Me llamaste «Fenómeno» y lo has hecho desde entonces. Si esto no hubiera comenzado como una relación falsa no dejaría que me llamaras así porque es literalmente la cosa menos romántica en este mundo, menos incluso que tu.

Liam suelta una carcajada tirando su cabeza hacia atrás.

—De hecho, creo que es la cosa más romántica que te dirán en toda tu vida.

—Explícate.

Su mirada viaja hacia la ciudad iluminada y luego vuelve a mis ojos con un brillo que opaca el de los edificios a nuestro alrededor. 

—Eres mi fenómeno, mi cosita rara y especial —suelta un suspiro—. Es por tu heterocromía, pero no porque me esté burlando de ella sino porque eso y tu forma de ser son lo que te hacen única y diferente a cualquier chica que haya conocido después de ti.

Mis labios se curvan mientras poco a poco se va formando una sonrisa en mi rostro. En este instante a quien tengo en frente no es el Liam de veintitrés años  que lleva una máscara hacia el mundo para que no vean lo tierno y dulce que es, este es el de dieciocho que me regalaba anillos hechos con las cuerdas de su guitarra y componía canciones sobre mí, sobre nosotros.

—No vuelvas a decir que no soy romántico porque de donde vino eso hay más.

—¿Cuánto más? —ahora quiero saberlo todo.

—No puedo revelarte todos mis secretos a la vez —se acerca a mí y me rodea con sus brazos haciendo que me hunda en su pecho—. Poco a poco, fenómeno, como con lo nuestro.

—¿No te parece loco que después de tanto tiempo nos volviéramos a encontrar?

—No tanto, ambos íbamos por el camino del arte, reencontrarnos era algo que iba a pasar eventualmente.

—Sí, pero quizá lo habríamos hecho mucho después porque a mi iba a tomarme años hacerme de un nombre en la industria sin tu apoyo.

—¿Cómo terminaste en mi concierto? —me mira a los ojos frunciendo el ceño.

—Ganamos las entradas en un bar y un pase al meet and greet que en principio iba a usar Uriel, pero cuando nos dimos cuenta de quien eras insistió en que entrara yo.

Una canción no fue suficiente [✓]Where stories live. Discover now