El curioso caso de Benjamín Tennyson [Kevin & Ben]

Capítulo 14

Kevin aterrizó la nave sin preocuparse mucho, en cuanto este toco el suelo, salió disparado hacia el enorme hoyo. Hace mucho que no venía, no desde aquella vez que busco a Ben. Es curioso, se siente casi igual, pero ahora, Kevin corre con prisa, lleno de preocupación.

—¡BEN!, ¡BEN! —gritaba sin parar mientras corría hacia el cuerpo tendido en el suelo.

Cuando llego a Ben, se tiró de rodillas a su lado. Ben estaba inconsciente, su ropa de pijama desarreglada, al igual que su cabello. Su piel brillaba producto del sudor. Kevin lo tomo en sus brazos, dejando descansar su cuerpo en su regazo. Detallo su cuerpo, en busca de heridas. Sabía que no había nada de qué preocuparse, pero estaba paranoico. No noto nada malo, a excepción de la ausencia de la gran barriga, su vientre seguía abultado, justo como en los primeros meses. Kevin Llevo sus manos hacia el cabello castaño, estaban mojados de sudor, su piel fría después de pasar la noche al aire libre.

—Ben —susurro y se acercó para dejar un beso en su frente. Podía sentir su lenta respiración, su pecho subía y bajaba con calma. Eso logro tranquilizarlo.

Luego una ráfaga de viento impacto en su rostro, alzo la mirada viendo la nave de la doctora aterrizando. Pronto ella salía, con un equipo de plomeros, cargando materiales que Kevin no podía identificar. La doctora siguió su camino, haciendo caso omiso de Ben y Kevin. El osmosiano frunció el ceño ante esto, pero lo olvido tan pronto como sintió a Ben removerse bajo sus brazos. Bajo la mirada hacia él y observo sus ojos moviéndose bajo sus parpados cerrados.

—Ben... Ben... oye, oye —con suavidad palmeo sus mejillas, despertándolo de forma suave. Cuando Ben entreabrió los ojos y miro, Kevin sonrió —Hola —expreso, suave y tierno, antes de dejar un beso en su frente.

—Kev... mi bebé... —murmuro el castaño, su voz sonando ronca y cansada. Seguía con sus ojos entrecerrados, haciendo el amago intento de mirar a sus lados. Pero no podía, estaba tirado en el suelo, sin poder moverse.

Kevin alzó su mirada hacia la doctora, quien a lo lejos examinaba el huevo junto a su equipo. Por primera vez desde que llego, Kevin noto el huevo. La doctora lo miro, asintiendo lentamente. Kevin dejó escapar una suave sonrisa, sintiéndose relajado. Luego miro hacia Ben.

—Está bien, lo hiciste Ben, lo hiciste muy bien —murmuro con amor.

Ben comenzó a negar con su cabeza, balbuceando al mismo tiempo.

—No, no, fue Frío —susurro, cerrando sus ojos de nuevo. Kevin le regalo de nuevo una sonrisa, dejando después besitos en su frente.

—Sí, ambos lo hicieron muy bien. —con suavidad peino el cabello de Ben, dejando caricias. Kevin lo siguió mirando con sumo amor, sintiendo nada más que orgullo por su chico.

La doctora se acercó lentamente, llamando la atención de Kevin.

—El huevo está bien y sano, sin ninguna grieta. El parto fue todo un éxito —miro a Ben inconsciente, luego volvió sus ojos al osmosiano —Ben necesitara reposo, llévalo a la sede, todo está listo para atenderlo. Mi equipo y yo debemos quedarnos un poco más, debemos resguardar el huevo y recolectar todo el metal que podamos de este nido.

Kevin no esperó a que le dijeran más, una vez que la doctora termino de hablar. Kevin asintió y ataco la orden. Tomo a Ben en sus brazos y lo cargo, llevándolo hacia su nave. Con sumo cuidado, lo sentó, asegurándose de que estuviera lo más cómodo posible. Ben comenzó a despertar ante el movimiento, esta vez abrió sus ojos por completo. Miro a Kevin alejarse por unos segundos antes de volver. Ben sintió el movimiento de la nave elevarse y traro de incorporarse, pero antes de siquiera intentar hacerlo, Kevin llego a su lado y lo recostó de nuevo en el asiento.