─ chapter six

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— ¿QUÉ HACES LA CONCHA DE TU MADRE? —gritó Benjamín, colocándose de pie al igual que Sol al ver la falta que, en el minuto diez, Ravel Morrison cometía contra Guido Rodríguez, ganándose finalmente una tarjeta amarilla en el proceso.

— Dios mío, si así de nerviosa estoy con un partido amistoso que recién empieza, con el mundial la quedo en medio de Qatar. —la integrantes de la familia que estaba a la derecha de Sol soltaron una carcajada al escucharla.

— No puedo decir nada porque probablemente voy a estar igual. —respondió la chica que estaba más cerca a ella— Espero que no tengamos que sufrir tanto porque termino con un ataque.

— Crucemos los dedos, hermana. —Sol le dedicó una sonrisa para volver a mirar a donde se encontraban los jugadores. Al ver la jugada que se estaba armando, la menor de los hermanos Agüero se agarró al brazo de su sobrino con fuerza— ¡ES BUENISIMAAAA! DALE LAUTARO, A JULIÁN, PASASELA A JULIÁN POR AMOR A DIOS QUE ESTÁ HABILITADO. GOL LA CONCHA DE SU MADRE, GOOOOOL. —gritó saltando mientras abrazaba a Benjamín— VAMOS ÁLVAREZ TODAVÍA. —todo el estadio se llenó de los gritos de los hinchas argentinos gritando el gol y los nombres de Julián y Lautaro.

Y YA LO VES, Y YA LO VES, EL QUE NO SALTA ES UN INGLÉS.

UHHHH. El lamento de todos los argentinos resonó por el estadio cuando Lo Celso remató al arco no pudiendo convertir.

Durante el primer tiempo hubo varios intentos de rematar al arco que se vieron o interrumpidos por alguno de los defensores o atrapados por el arquero jamaiquino, y para el comienzo del segundo tiempo el partido continuaba uno a cero gracias al gol que Julián había metido. A los cincuenta y cinco minutos finalmente ingresó Messi a la cancha en lugar de Lautaro Martínez, junto a Enzo que entraba para sustituir a Guido Rodríguez.

— ¡VAMOS LÍO! ROMPELES EL ORTO, JUEGUE REY JUEGUE. —Sol sentía que su garganta comenzaba a arder gracias a todo lo que estaba gritando, pero no podía importarle menos, si asistía a los partidos claramente iba a dejarlo todo alentando a su selección— ¡HACELOS TETA ENZO! —nuevos intentos de rematar al arco fueron hechos, pero ninguno había logrado inflar la red y para el minuto setenta y ocho de juego Scaloni decidió realizar tres cambios más, además del que había realizado al sacar a Mac Allister de la cancha. Permitiendo el ingreso de Lisandro, Joaquín y Nahuel a la cancha, y sacando a Montiel, Di María y Julián, el público gritando sus nombres y aplaudiendo por lo bien que habían jugado— ¡ESO JULIÁN! GRACIAS POR TANTO ARAÑA. —Sol observó con una sonrisa afectuosa como Julián salía de la cancha sonriendo mientras aplaudía y miraba a la gente que lo alentaba.

Para el final de partido, Argentina había salido ganando tres a cero gracias al gol de Julián en el primer tiempo y un doblete por parte de Messi en los minutos ochenta y seis, y ochenta y nueve. Toda la hinchada argentina estaba como loca cantando y saltando, Sol y Benja saltaban en sus lugares abrazados mientras la chica agitaba la bandera con su mano derecha. Sol soltó una carcajada al ver como la seguridad trataba de rodear a Lionel en la cancha para evitar que algún otro hincha intentara meterse para tratar de conseguir una firma de Messi o incluso llegar a recibir un abrazo. Poco a poco el estadio se fue vaciando, y entre la marea de gente con la camiseta albiceleste, los dos Agüero se desviaron para ir a la zona donde ya se encontraban esperando los demás familiares de los jugadores y el Kun junto a Sofía. No todos los jugadores tenían a sus familiares o parejas haciéndoles compañía durante esos amistosos, como la mujer del Dibu que no había podido viajar junto a los nenes, los hijos de De Paul o la familia de Julián.

Al ver a Valentina con Olivia y algunas de las otras chicas, Sol se acercó para saludarlas con calidez y entusiasmo, recibiendo abrazos y saludos sumamente afectuosos. Y es que desde que se habían conocido el día del amistoso con Honduras no habían dejado de hablar por el grupo ni un día, y se habían incluso juntado a tomar mates entre ambos partidos en un parque. Sol había pasado indudablemente a ser su amiga, ya era una integrante más de esa amistad gestada entre las parejas de los jugadores a pesar de que ella no era precisamente pareja de uno. Algunas de ellas tenían puesta la camiseta con el número de sus parejas mientras que otras no tenían la camiseta, pero sí algo de Argentina como una bandera o la bandera pintada en sus mejillas.

DAYLIGHT | julián álvarezOnde as histórias ganham vida. Descobre agora