III. 𝑵𝒖𝒆𝒗𝒐 𝒉𝒐𝒈𝒂𝒓

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- III -

❝【𝑵𝒖𝒆𝒗𝒐 𝒉𝒐𝒈𝒂𝒓 】❞

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No me di cuenta que tan rápido había pasado la noche, y eso se lo debo en parte a que Quackity no tiene ventanas para que entre la luz. Me di cuenta que era de mañana únicamente porque un patito comenzó a hacer ruido cerca de mí.

— Cuack Cuack.

Los primeros minutos decidí ignorarlo, honestamente. Pero cuando comenzó a hacer más insistente, decidí abrir los ojos y ver al pequeño animalito en frente mío.

— Hola, patito. — salude. — ¿Qué necesitas?

— Cuack.

Asentí intentando comprender en lenguaje de los patos.

— ¿Y tu dueño? — le pregunté, aunque de nuevo me respondió con otro "Cuack".

Mire a los lados y me pude dar cuenta de algo, y era que ya podía ver mis alrededores gracias a las antorchas puestas en diferentes esquinas de la casa. Supongo que Quackity las encendió ahorita.

Hablando de él... ¿dónde está?

— ¿Quackity? — lo llame. — ¿Dónde estás?

No estaba en su cama, la cama de él quedaba hasta la otra esquina de mi cama y no, no estaba dormido. Tampoco estaba trabajando en sus cosechas ni en ningún lugar dentro de la casa básicamente.

— Mi casa...

Caí en cuenta que posiblemente el chico ya estuviera trabajando en ella y eso me preocupaba.

Me despedí rápidamente del patito y corrí hasta la salida de la casa, abriendo la puerta y corriendo nuevamente en dirección a donde quedaba la construcción.

El azabache estaba efectivamente construyendo. Incluso la obra parecía estar casi acabada.

— ¡Quackity! — lo llame en voz alta para que escuchara.

El del gorrito, al oír mi llamado, salió de la casa y me sonrió ampliamente.

— ¡_____! ¿Cómo estás? — preguntó sin dejar su estado alegre de ánimo. .

— Bien, pero me hubieras despertado. — comenté cruzándome de brazos. — Hiciste todo el trabajo tú solo. No es justo.

— Es lo menos que puedo hacer por ti. — dijo, saliendo así mismo de la casa.

Camino unos pasos para quedar a mi lado, y así ambos estuviéramos viendo la casa.

— No creo que hacer una casa sea un gesto casual. — lo mire de reojo. — Perdón si todo esto de mi llegada te ha dejado cansado.

— Por ti lo vale.

Mi mirada pasó de ser una de rojeo a verlo con los ojos agrandados.

— ¿Qué?

El chico parecía que iba a cambiar de opinión por lo que dijo, pero un patito interrumpió lo que serían sus próximas palabras.

— Cuack.

K!Quackity x tú || 𝐓𝐡𝐞 𝐂𝐡𝐨𝐬𝐞𝐧 𝐎𝐧𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora