En 24 segundos pueden pasar muchas cosas. Un atentado terrorista un golpe de estado un poeta fusilado. En 24 segundos pueden pasar muchas cosas. Dos coches que colisionan un sí quiero y una ambulancia que no llega a tiempo. En 24 segundos pueden pasar muchas cosas. Tú corriendote entre las sábanas. Yo llorando porque no vuelves. Un recuerdo que se esfuma. En 24 segundos pueden pasar muchas cosas. Que te pida que te quedes. Una vida que deja de serlo. La oscuridad iluminandolo todo con su habitual sin sentido. En 24 segundos pueden pasar muchas cosas. Porque 24 fueros los segundos en los que te oí respirar por última vez. En los que me despedí de ti con un buenas noches que sabía a hasta siempre.
En 24 segundos pueden pasar muchas cosas porque al final la vida es solo eso, tiempo. Un siglo. Una década. Un año. Un mes. Un día. O en nuestro caso, 24 segundos.
XXI
De todos los poemas que no te escribí este es mi favorito.
(Des)atada
Dejarte me rompió el corazón.
Pero también me devolió las alas.
Y ahora que siento como el viento agita mi pelo mientras surco libre mis propios cielos, sé que ningún amor vale una vida que se entega
Desde que
Desde que hiciste las maletas y huiste a toda prisa de mi vida, nada ha vuelto a ser igual. Supongo que era de esperar.
Pero me despierto, y ya no hago café para dos. El termo ya no se gasta tan rápido. Y es que me sobra agua caliente pero me faltas tú. Enciendo la radio y ya no me enfado porque me obligues a cambiar de emisora. Mi nevera ya no se vacía cada dos días Ni siquiera el vecino me llama ya para quejarse del ruido.
Desde que no estás, no compro espuma de afeitar. Pero es que tampoco soy capaz de comprar un nuevo bote de gel porque sé que ya no lo gastaremos juntos. El mundo ha perdido color. El pájaro que cada noche daba un concierto junto a nuestra ventana, también se ha marchado llevándose la música a otra parte. Ya nada tiene sentido. Porque desde que no estás, no he vuelto a vivir.
Casi todos
Casi todos lo poemas hablan de amor. De una historia que comenzó como otra cualquiera, y que de la misma forma, se desvaneció. Casi todos los poemas hablan de amor. De un huracán de sueños rotos que te extrangula con violencia y que te arrebata al aire hasta dejarte inerte sobre todo aquello que no pudo ser. Casi todas los poemas hablan de amor. De un brillo en los ojos. De un te quiero que no se dijo, y una promesa que no se cumplió. Del vacío de quien salta al abismo y no sobrevive para contarlo. Casi todos los poemas hablan de amor.
Y casi todos los míos hablan de tí.
Cien poemas
Habré escrito más de cien poemas hablando de lo mismo. Que si te echo de menos. Que si ya no sé quien soy. Que si abismos y corazones rotos. Que si a veces estar vivo es un mágico martirio. Que si quiero follarte. Que si quiero que vuelvas. Que si mariposas y jaulas metafóricas. Que si soy mujer y estoy ansiosa por destrozarlo todo. Que si amores de metro y desconocidos que se entregan hasta el alma. Que si tú. Que si yo.
Habré escrito más de cien poemas hablando de lo mismo. Pero al menos este ya no habla de ti.
Historias
Quiero escribir historias de las que nunca nadie pueda escapar. Que te persigan allá donde vayas. Que digan a gritos todo lo que siempre tuve que callar. Quiero escribir historias que suenen tan alto como un disparo y duelan en lo más profundo del ser. Quiero escribir historias que te ahoguen en una hogera de realidad hasta que te atragantes con toda clase de contradicciones. Quiero escribir historias de esas que pesan toda la vida. Que son la oscuridad que te permite distinguir la luz. Quiero escribir historias. Quiero escribir mi historia.
Quiero ser ella
No sé quien es. Pero quiero ser ella. No sé si siente una décima parte del dolor que siento yo, o como de cálida es su voz. Pero quiero ser ella. Quiero, ansío necesito que me mires como la miras a ella. Que me sonrías así. Que me beses así. Como si fuera ella. Y no tengo ni idea de si la quieres. De qué es ella para ti. Pero quiero ser ella
Y ahi está el problema.
Miedos
Me aterraba crecer. Y crecí. Me aterraba no ser suficiente. Y no lo fui. Me aterraba equivocarme. Y me equivoqué. Me aterraba vivir. Y viví. Me aterraba perder. Y te perdí.
Soler
Me solían gustar los atardeceres. El aire frío erizándote la piel. Pasear con amigos. Planear. Las canciones que dicen algo y que además no puedes evitar cantar. Los viajes en coche. Tú. Cualquier cosa que me hiciera creer que no estaba sola.
Ahora ya no sé que me gusta. Pero sé que estar sin ti, no.
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