Prólogo

88 35 3
                                    

Cuando escribo no soy yo, y al mismo tiempo, soy más yo que nunca. Exploro todos y cada uno de mis recuerdos, sueños, desilusiones. Permito que hasta el más profundo dolor me asalte. Y creo. Primero palabras, luego versos y poemas. Creo momentos, historias, vidas enteras. Y viajo. Recorro las calles de todo lo que ocurrió, pero también me pierdo en todo aquello que no dije. Que no hice. Que no me atreví a sentir.

Porque cuando escribo soy Paula. La que solo concibe leer en papel. La que quiere tan fuerte que duele. La que odia los finales. A la que le aterran las arañas. La que no sabe tomar decisiones. Pero también soy tú. Seas de la nacionalidad que seas. Del sexo que seas. Tengas la edad que tengas. Soy la chica que espera junto a la barra que él aparezca. Soy el niño
que juega solo al escondite. Soy a la que le prometen que no van a irse, y aún así, se marchan. Soy aquel camarero de aquel bar en el que tanto te fijaste. Soy el adolescente que llora la pérdida de alguien que ni siquiera tuvo.

Cuando escribo, vivo en cada letra. Soy desamor y amor. Soy rencor y decepción. Soy tristeza, miedo, incertidumbre. Al igual que tú. Y es ahi, justo ahí, donde reside la magia.

En que la poesía no entiende de imposibles.

En que la poesía no entiende de imposibles

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Salto al vacío Where stories live. Discover now